INTERNACIONALES: POR MATIAS RUIZ, PARA EL OJO DIGITAL

La gira americana : Cristina Fernández no cosecha simpatías en Estados Unidos

Tras su discurso en el Consejo de las Américas, en Nueva York, la candidata presidencial del oficialismo dejó una imagen más pálida de la esperada. Pocas horas después, comenzaron a arribar trascendidos frente a la desconfianza que su figura genera para los hilos del poder en Washington y en Europa.

21 de Julio de 2010
Se retiraron malhumorados los asistentes al almuerzo en el Consejo de las Américas : la Primera Dama no solo tropezó con el propio nerviosismo y los deslices de su discurso, sino que falló a la hora de echar luz sobre los temas que más preocupan a los inversores extranjeros. Los casi cinco mil dólares que cada asistente abonó para escuchar el discurso de Cristina Fernández Wilhelm probaron ser demasiado. Quienes allí estuvieron, no solo corroboraron el pánico escénico que aqueja a la primera dama argentina en ocasión de presentarse ante audiencias numerosas, sino que también se "perdieron" de oir definiciones sobre inflación y la actualización de las tarifas. El único temario que les interesaba. Pues -esto debe entenderse bien-, el protocolo y ceremonial de este tipo de encuentros queda a cargo de los subalternos. Lo que verdaderamente interesa al público en estos casos tiene que ver con las garantías que el disertante dará a los efectos de garantizar jugosos negocios. Esta es la quintaesencia del Consejo de las Américas -montado por los misteriosos Rockefeller-. La candidata presidencial -mal asesorada por los cerebros del kirchnerismo- malinterpretó el escenario, confundiendo al público, como si se tratara del mismo que visita en sus discursos que da al trasladarse por el interior de la Argentina. Ya los medios nacionales se ocuparon de destacar el enojo de la mayoría de los comensales -prácticamente todos ellos, empresarios-. Estos se habían presentado pues precisaban definiciones concretas sobre la actualización de los índices de inflación -por cierto no los que refiere el INDEC-, qué haría la candidata con los bonistas que quedaron fuera de la renegociación de la deuda, y, más importante aún, querían detalles sobre cuándo se actualizarán las tarifas. Peor aún : en el aire quedó la sensación de que los organizadores del fallido evento obviaron la tanda de preguntas concretas sobre aquellos aspectos fundamentales. Evidentemente, la Primera Dama no tenía respuesta para esos espinosos temas. En conclusión, los hombres de negocios americanos y europeos quedaron insatisfechos y con más dudas que certezas. Tampoco exhibieron buen semblante aquellos que querían conocer la postura de la candidata frente a la cuestionable relación que la Argentina tiene con el neodictador venezolano Hugo Chávez. La élite política de Washington tiene, por estas épocas, demasiado recelo frente a las oscuras relaciones que Chávez alimenta en América del Sur, puntualmente con las FARC y los gobiernos de Perú, Bolivia y Ecuador. La construcción de bases militares venezolanas en estas dos últimas naciones es un tema que preocupa, y mucho. Recientemente, trascendió que Washington también sigue muy de cerca las novedades que reportan la estrecha cercanía de terratenientes venezolanos que acogen a guerrilleros colombianos en sus haciendas, proporcionándoles protección y fondos para continuar su guerra privada en tierras de Uribe. Situación que en modo alguno puede estar fuera del conocimiento del régimen chavista y su nomenclatura. En dentro de este marco que las definiciones de Cristina sobre las relaciones con Chávez se vuelven importantes : a los efectos de saber si la Argentina se adentrará aún más en el terreno del nuevo "Eje del Mal". Y, ya se ha escuchado en círculos influyentes, las declaraciones del Presidente Néstor Kirchner contra Irán en la Asamblea General de las Naciones Unidas de poco servirá para mitigar el fragor de las preguntas. Mientras tanto, medios argentinos de la talla de Clarín hacen lo posible por tergiversar la noticia. En las páginas del "Gran Diario Argentino", solo se habla de aplausos y sonrisas para la Primera Dama, poco espacio hay para referirse a la amarga desconfianza que genera su figura entre funcionarios y hombres de negocios yankees. Y Clarín también ha preparado gran espacio para la foto entre Kirchner, su esposa y el ex presidente Bill Clinton, que "felicitó" al primer mandatario argentino por la "recuperación económica". Lo que no fue más que un episodio protocolar... Sin embargo, existen ya demasiadas referencias a la "agenda secreta" de Cristina Fernández Wilhelm para con los hombres del poder. En voz baja, y en reuniones secretas, ya se ha confirmado que, de triunfar en octubre, Cristina se ocupará de arreglar con el FMI y el Club de París la gestión de nuevos créditos y la inclusión de los holdouts en la renegociación. Se actualizarán las tarifas en la forma más inmediata posible, e incluso la alemana Siemens cobrará una millonaria indemnización por el proceso que mantiene con el Estado argentino. Cierto núcleo íntimo allegado a la Primera Dama está ya convencido que los dineros negros de Hugo Chávez no alcanzarán para satisfacer la demanda de fondos frescos que requiere el país : antes que alimentar sospechas, corresponde ponerse a tono con los poderes económicos de turno. Los argentinos veremos actualizados -hacia arriba- precios de combustibles, electricidad, teléfono, transporte y gas.
Por Matias Ruiz, para El Ojo Digital Internacionales