INTERNACIONALES - EL MUNDIAL SUB-20 DE FUTBOL FIFA: GANO ARGENTINA Y CHILE TERMINO CON DIEZ JUGADORES ARRESTADOS POR PROVOCAR INCIDENTES

Mundial Sub-20 de Fútbol en Canada : papelón internacional de selección juvenil chilena

El fútbol internacional se anotó ayer uno de sus capítulos más vergonzantes en ocasión del partido de semifinales del Mundial juvenil Sub-20 que Argentina ganara a su similar de Chile por 3 a 0. Los jugadores chilenos, a partir de la frustración sufrida por la derrota, se complotaron con hinchas y periodistas de su país y se enfrentaron en una batalla campal contra la policía de Toronto. Diez jugadores del juvenil trasandino terminaron arrestados y hasta debieron ser trasladados esposados.

21 de Julio de 2010
El seleccionado juvenil de fútbol de la Argentina goleó a su similar chileno -apodado "la Rojita" en el país vecino- por la cifra de tres goles a cero, pero desgraciadamente el fútbol no fue la noticia a destacar en esta oportunidad. El partido mismo fue planteado por los chilenos como si de una batalla a vida o muerte se tratara. Se vieron jugadas inusualmente violentas de parte del seleccionado trasandino, que a la postre y por obra del milagro, solo sufrió dos expulsiones. El seleccionado argentino, por su parte, acusó la baja de dos integrantes a partir del juego duro de los chilenos, que se incrementó aún más luego de las expulsiones. El árbitro del partido, dado que ya había tomado la decisión de mandar a dos chilenos a los vestuarios, no se animó a continuar con la faena. En ese interín, los juveniles argentinos recibieron todo tipo de insultos, golpes y patadas dentro del campo. Los ánimos de jugadores y público chileno -amplia mayoría en el estadio canadiense de Toronto- estaban ya caldeados. Disconformes con el resultado y con el correcto rigor que el juez alemán utilizó para expulsar a los jugadores chilenos, los plateístas trasandinos que se hallaban en las gradas comenzaron a arrojar toda suerte de elementos contundentes a la terna arbitral. Dentro del campo de juego, los jugadores chilenos arengaban al público para que agrediera a los jueces, algo insólito. Paralelamente, los chilenos agredían a los argentinos también de palabra y los provocaban a los efectos de lograr un expulsado en su equipo, o también con el objetivo de encender las pasiones todavía más. Sin embargo, lo peor estaba aún por venir. Finalizado el match, sucedió lo que ya se veía venir : el juez alemán Wolfgang Stark debió abandonar el campo junto a sus asistentes, protegidos ellos por un puñado de policías que se hallaban en el lugar. Los uniformados eran escasos, porque los organizadores canadienses jamás hubieran imaginado que un match de mundial juvenil finalizaría de modo tan vergonzoso. Los jugadores y el público chilenos contribuyeron a la construcción de este triste record y, para peor, en el extranjero. En el momento en que abandonaban el estadio, un grupo de cinco o seis jugadores chilenos intentaron saludarse con un pequeño grupo de seguidores que los esperaba en una de las salidas, junto al bus que los llevaría de vuelta al hotel. Pero los encargados de seguridad del estadio no permitieron la salutación, pidiendo a los jugadores que se trasladaran al micro. Esto provocó una reacción desmedida de ese grupo de seleccionados, que tomaron la poco saludable decisión de agredir a los agentes privados, solo porque cumplían con su trabajo. Viendo esto, los chilenos que se encontraban en el micro, bajaron de aquél y se sumaron a la gresca para agredir a los agentes de seguridad, entre los que había incluso personal femenino. Los jugadores que habían quedado dentro del bus rompieron las ventanillas y desde allí comenzaron a arrojar objetos contundentes contra los agentes de seguridad y los policías de Toronto -que ya había comenzado a llegar en número-. De acuerdo al periodista canadiense Nathan Danette, "era un gresca enorme; volaban trompadas de jugadores contra policías y estos respondían. Uno de los agentes paralizó con su bastón eléctrico a un chileno -no estaba claro si era o no jugador del seleccionado- y este cayó al suelo. Los que estaban en el bus rompieron las ventanillas y desde allí agredieron a la Policía. A partir de allí, todo escaló". Los agentes de policía de Toronto finalmente esposaron a diez jugadores y los aisló en uno de los vestidores, donde aún permanecía, muchas horas después de finalizado el match. Oficiales de la FIFA y de la federación canadiense de fútbol asistían atónitos al triste espectáculo. Luego, y en el mismo estadio, la FIFA llevó adelante una improvisada conferencia de prensa, en la voz de su representante John Schumacher. El funcionario declaró que la situación entera "está siendo investigada por FIFA, y abarca a todos los protagonistas de los incidentes. Los jugadores chilenos fueron detenidos por la policía con el objeto de apaciguar los hechos que se estaban dando fuera del estadio". Durante el desarrollo del partido, los jugadores chilenos cometieron más de treinta faltas, muchas de ellas violentas y que no fueron castigadas con la severidad del caso. Analistas deportivos de toda la prensa especializada destacan que Chile debió sufrir más expulsiones, pero que el árbitro alemán dudó pues los jugadores de la "Rojita" ya estaban fuera de sí desde el inicio del match y temió que la situación fuera a mayores, lo que eventualmente sucedería. Los chilenos sufrieron siete tarjetas amarillas y dos rojas, lo cual es todo un récord para un mundial de fútbol. De los incidentes, no solo participaron jugadores y periodistas chilenos sino también hasta los propios directivos del fútbol trasandino. La frustración llevó a todo el grupo a emprenderla contra la policía y los agentes de seguridad a cargo. Todo lo acontecido fue atentamente observado por dignatarios de FIFA, que off the record ya anticiparon habrá sanciones durísimas para la selección chilena en general y para un puñado de jugadores en particular. Como lo señalan los periodistas Gregory Strong y Neil Davidson de la agencia Canadian Press en el artículo publicado este martes en The Toronto Star, "los episodios constituyen una vergüenza mayor para FIFA, que hasta ayer había felicitado a los organizadores por haber obtenido un altísimo registro de ventas de boletos". Por su parte, la prensa chilena actuó corporativamente frente a los tristes episodios, a partir de la participación de algunos de sus reporteros en la gresca. Medios principales de Chile se ocuparon de referir a las lesiones sufridas por jugadores, periodistas y directivos en sus choques con policías y agentes de seguridad, pero pocos refieren a las razones que dieron lugar a la represión. Para este viernes se espera una conferencia de prensa del presidente de FIFA, Joseph Blatter, en donde seguramente se referirá a los hechos del Mundial de Canada. Se esperan durísimas sanciones para la federación chilena y para los jugadores de la "Rojita", quienes hasta aquí habían cumplido un desempeño envidiable y que había sido aplaudido por toda la prensa especializada. Sin embargo, la frustración y el nerviosismo derivados de la derrota pudieron más. El fútbol no fue la noticia.
El Ojo Digital Internacionales