POLITICA: NUEVOS CASOS DE CORRUPCION EN EL GOBIERNO

Corrupción en la Administración Kirchner : la Ministra de Defensa Nilda Garré, con todos los elementos para ir a prisión. Operación kirchnerista para destituír al juez Guillermo Tiscornia

A los casos de corrupción e ineficiencia protagonizados por Julio de Vido, Guillermo Moreno, Aníbal Fernández, Ricardo Jaime y Felisa Miceli, se anota ahora Nilda Garré, Ministra de Defensa de la Nación, a partir del contrabando agravado de armamento liviano a Estados Unidos. Cabe recordar que el ex presidente Carlos Menem pasó seis meses en prisión por hallarse culpable de cargos similares. Furia oficial contra Horacio Verbitsky. La frase increíble de Garré : "No sé lo que es un FAL", en referencia a los fusiles que el Ministerio de Defensa estuvo a punto de contrabandear a Estados Unidos.

21 de Julio de 2010
Todos los medios de la Argentina se hicieron eco de otro sonado caso de corrupción en la Administración del Presidente Néstor Carlos Kirchner. Por si los oscuros ejemplos sentados por Julio de Vido, Ministro de Planificación -caso Skanska y nombramiento de familiares y amigos en el gobierno-, Ricardo Jaime -sobrefacturación millonaria de compra de locomotoras en el extranjero-, Aníbal Fernández -Ministro del Interior y principal responsable de la grave epidemia de inseguridad a nivel nacional-, y Felisa Miceli, Ministra de Economía y Finanzas o "ministra de la Bolsa", ahora se suma la titular de la cartera de Defensa, Nilda Garré. La Ministra Garré está seriamente comprometida en una exportación de armas livianas -entre las que había fusiles FAL, la versión argentina del fusil de asalto belga original- a una empresa argentina localizada en los Estados Unidos de América. Se trataba, ni más ni menos, que de casi siete toneladas de fusiles de asalto que el Ministerio de Defensa, de la cual Garré es principal responsable, intentó exportar al país del norte bajo el poco creíble título de "material de desguace". El precio que el receptor pagaría es parte del escándalo : apenas un par de miles de dólares. El juez Guillermo Tiscornia es quien entiende en la causa y ya firmó la resolución por la cual se acusa a Nilda Garré de responsable de "contrabando agravado". Por idéntica acusación, el ex presidente Carlos Saúl Menem debió pasar seis meses en prisión, con lo cual todo hace concluír que Garré debería soportar similar castigo. El matutino La Nación fue el medio que relató la novedad, en las primeras horas del jueves de esta semana. Paralelamente, Ambito Financiero publicó que Garré fue duramente cuestionada por funcionarios de la Aduana Argentina por su responsabilidad en el sonado caso. Su titular fustigó duramente a la funcionaria kirchnerista e incluso reveló que en el cargamento que se pretendía enviar a Estados Unidos, existían armas con el número de serie limado y muchas de ellas sin siquiera haber sido identificadas debidamente. Este detalle no es menor, dado que, a la postre, las mencionadas armas podrían ser desensambladas y vueltas a poner en funcionamiento para ser revendidas a pandillas mismo de Estados Unidos o de otras naciones. Por lógica, y en una bizarra vuelta de tuerca, el Ministerio de Defensa argentino estaría proveyendo de armamento al crimen organizado o el terrorismo que opera en otras latitudes. Nilda Garré es parte no ya de un papelón, sino de una operación encubierta de alta peligrosidad y su responsabilidad no debería castigarse de otra manera que con prisión efectiva, agravado por el hecho de que es una funcionaria de la Nación. Resignación en la Casa Rosada. La risible teoría del complot Si bien la propia Nilda Garré ha intentado retomar la iniciativa, enfrentando a los medios, en sus declaraciones no se observa contundencia a la hora de refutar los cargos. Para colmo, lanzó la polémica frase : "no sé lo que es un FAL", donde reconoce públicamente su desconocimiento al frente del ministerio que tiene a cargo. Pocos podrían imaginar a un titular del Departamento de Defensa estadounidense reconociendo que no sabe qué armas tiene la milicia que debe comandar. Se ha comentado a El Ojo Digital que la noticia cayó pesadamente sobre los pasillos del poder en la Casa Rosada. Un aire de resignación han observado algunas fuentes en el propio Presidente Néstor Kirchner, quien, a partir de conocida la noticia, no solo ha despotricado contra el periódico La Nación y contra Ambito Financiero sino que también ha dado las órdenes correspondientes a sus aliados de la Comisión de Acusación del Consejo de la Magistratura para que la emprendan contra el magistrado Guillermo Tiscornia, responsable de la causa del contrabando agravado de Garré. Una medida que muchos ya califican de "manotazo de ahogado". En la oscuridad del momento, el Presidente también ha lanzado duros epítetos contra Horacio Verbitsky, responsable -para el periodismo bien informado- del nombramiento de Nilda Garré al frente de Defensa. Precisamente, en su última presentación oficial en tevé, en el programa de su otrora enemigo Luis Majul, disparó Jorge Lanata que "Horacio Verbitsky es el verdadero asesor presidencial. Debería salir a decirlo. El mismo le recomendó a Kirchner nombrar a Nilda Garré". Y, vale decir, Jorge Lanata no pertenece precisamente al "eje de medios de derecha que elaboran las conspiraciones más tenebrosas". Al menos, en la imaginativa percepción del Presidente y otros funcionarios que no saben a quién responsabilizar por la propia ineptitud. Ocurre que son ya demasiados golpes para el kirchnerismo, y los temas de Nilda Garré y la impresentable Felisa Miceli -que también podría terminar en prisión-, han hecho colapsar todos los planes para la promoción de la Primera Dama, Cristina Fernández Wilhelm, para las presidenciales de octubre. ¿Cómo hará el Presidente Kirchner para referirse al "cambio"? Si Cristina es "el cambio que recién empieza", ¿cómo puede etiquetarse a su gobierno, que ya poco tiempo tiene en la Rosada? ¿Acaso él mismo promociona a su Administración como plena de corruptela? Existen contradicciones e incoherencias permanentes en el aparato de comunicación oficial. La sociedad no comprende los mensajes, mucho menos los medios. Se ha dicho que la revelación de numerosos casos de corrupción en el Gobierno Nacional que hoy encabeza el Presidente Kirchner ha tenido lugar desde adentro. Es decir, que existe ya demasiada "gente enojada" trabajando para el gobierno y que, otrora kirchneristas, ven como la Administración actual no tiene nada de "nueva política". Entonces, muchos acuden a los medios para revelar detalles de corrupción o travesuras de los más altos funcionarios. Dicen que así ocurrió con Romina Picolotti y ahora con Nilda Garré. Medios de la talla de Clarín, La Nación y Ambito Finaniero tienen ya demasiado contacto con "informantes" o "colaboradores" en el seno del poder kirchnerista. Por otra parte, magistrados y fiscales que antes se caracterizaban por el férreo apoyo a Kirchner, se han percatado ahora de que existe un cambio en la percepción ciudadana de la corrupción de este gobierno, y sienten que deben confirmar las sospechas. El Presidente no debe buscar ya a sus enemigos en la vereda de enfrente, sino entre sus propias filas. Pero tal vez sea ya demasiado tarde. En su columna más reciente de La Nación, el reconocido analista Joaquín Morales Solá confirma lo reportado anteriormente por El Ojo Digital, a saber, que en las filas de la oposición existe hoy más interés en permitir a Cristina Fernández alzarse con la victoria en octubre, porque huelen -y sin error- que la Primera Dama pagará los platos rotos por su marido en el período anterior. Como fuere, la corrupción en el ámbito del kirchnerismo parece no tener fin. Ayer, de Vido y Miceli. Hoy, Nilda Garré. ¿A quién le tocará al final de la semana?
El Ojo Digital Política