POLITICA: COMUNICA ALBERTO FERNANDEZ A LA MINISTRA LA DECISION PRESIDENCIAL

Echa Kirchner a Felisa Miceli, pero son necesarias más remociones

Desde el oficialismo no se reconocerá, pero lo cierto es que el propio Presidente Néstor Kirchner dio las órdenes para despedir -y de la peor manera- a la cuestionada Ministra de Economía y Finanzas, Felisa Miceli, a partir del escándalo de la bolsa con casi un cuarto de millón de dólares hallada en su baño privado de la repartición.

21 de Julio de 2010
Ambito Financiero y otros medios ya habían echado a rodar la versión del despido de Felisa Miceli desde el mediodía, pero desde la Casa Rosada se hizo todo el esfuerzo posible para minimizar -aunque en forma insuficiente- los costos políticos de la decisión presidencial. Pues la titular de Hacienda no renunció, como se quiso intentar comunicar desde el ámbito oficial. El propio Presidente Néstor Carlos Kirchner dio instrucciones al jefe de Gabinete, Alberto Fernández, para que le comunique personalmente la decisión a la polémica funcionaria. La medida se tomó a partir del desgaste que la figura de Miceli ya venía aportando a la imagen del Gobierno Nacional, desde el momento en que el prestigioso periodista Jorge Lanata dio cuenta del affaire de la bosa con dinero hallada en el baño privado de Miceli en el Ministerio. Felisa Miceli hizo todo mal. Supuso desde un principio que el espinoso tema del dinero hallado en su baño privado de la repartición sería "tapado" por las influencias siempre presentes del entorno kirchnerista. Pero el gran aporte de Lanata desde Perfil.com puso fin a esta posibilidad. Es que la noticia se conoció demasiado rápidamente, no quedando margen de acción para la mala política, que tradicionalmente suele ser más hábil y expedita que el periodismo nacional a los efectos de cubrir los tropiezos de los funcionarios de turno. El único "logro" de Miceli y sus cercanos fue intentar cuestionar la cantidad de dinero hallada en su sanitario. Pero ya era tarde, pues tal discusión solo encontraba una explicación : que Miceli ni siquiera se esforzó por ocultar lo que todo el mundo ya había descubierto. La ministra de Economía "apretó" a los bomberos y policías responsables del hallazgo y aplicó toda la influencia posible con el objetivo de "desaparecer" el primer acta que hablaba a las claras de que la suma encontrada totalizaba US$ 241 mil. En cuanto a la medida presidencial per se, esta no solo apunta a minimizar el más que negativo impacto político que acusó la Administración. En segundo término, el fin no es otro que intentar aliviar la carga con la que la Primera Dama, Cristina Fernández, debería lidiar a partir de una supuesta llegada al poder. Pero el Presidente no ha alcanzado -en modo alguno- a eliminar esa percepción ciudadana masiva que ya considera a este gobierno como tan o más corrupto que los anteriores. Es por eso que tanto la opinión pública y el entorno político nacional ya ha comenzado a pedir a gritos por nuevos cercenamientos en lo que al Gabinete respecta. No son pocos los que solicitan que el final de Miceli se prolongue hacia los funcionarios más impresentables de la Administración : Aníbal Fernández -Ministro del Interior-, Guillermo Moreno -Secretario de Comercio-, Julio de Vido -Ministro de Planificación- y Ricardo Jaime -Secretario de Transportes-, todos ellos salpicados por el proceder oscuro que ya es característico del gobierno de Kirchner. Los próximos días traerán la respuesta frente a lo que podrá ocurrir, y el resultado estará en gran medida propiciado por la candidata presidencial, que hará lo posible por deshacerse del peor elemento del elenco oficial, vale decir, todo aquello que solo le traerá problemas de hacerse efectiva su asunción en la Rosada.
El Ojo Digital Política