POLITICA - POR MATIAS RUIZ PARA EL OJO DIGITAL: EL PRESIDENTE APUESTA A "DOBLE O NADA" PARA INSERTARLO EN EL BALLOTAGE

Elecciones para Jefe de Gobierno en la Ciudad de Buenos Aires : caminata desesperada de Néstor Kirchner para apuntalar la imagen de un ignorado Daniel Filmus

El Presidente Néstor Kirchner ya tiene previsto jugar su última carta para intentar hacer despegar al candidato a Jefe de Gobierno Daniel Filmus : una caminata junto al Ministro de Educación por las calles de Buenos Aires. Una táctica cuyo objetivo será apoyar indirectamente la candidatura de Mauricio Macri.

21 de Julio de 2010
Existe una conclusión discordante que extraen los encuestadores del kirchnerismo, a saber, que los ciudadanos de Capital Federal apoyan masivamente la figura del Presidente Kirchner. Pero, a vista de cualquier analista serio, la conclusión aparece como un craso error, si se observa la realidad : los candidatos del oficialismo, ya se hable del pasado -Rafael Bielsa- como del presente -Daniel Filmus- tienen una presencia nula en la imagen de los porteños. Por ende, el trabajo de los mencionados encuestadores no es otro que influenciar negativamente en la mente del votante, o, como se dice por allí, solo pretenden "embarrar la cancha". Y es que Daniel Filmus es un candidato difícil de insertar. su escuálido carisma y su expresión recurrente que parece rezar : "a mí me pusieron aquí y no sé ni lo que estoy haciendo" no son factores desequilibrantes para la contienda electoral del 3 de junio. A pesar de todo, el primer mandatario argentino no sale de su sana porfía política, y está dispuesto a jugarse "a doble o nada" para darle un empujón a la figura del vapuleado Filmus. De tal suerte que Kirchner saldrá a caminar las arterias de esta Ciudad de Buenos Aires que tanto desprecia, junto a su candidato y, como ya se ha mencionado por ahí, en compañía también de la Primera Dama, Cristina Fernández. El objetivo exhibe ribetes tanto positivos como negativos. Por un lado, la idea es presentar a Filmus como "el candidato del Presidente", mientras que, en segundas intenciones, la meta coincidirá con el deseo oficial de empantanar la imagen del rebelde Jorge Telerman, ese que "traicionó" a Néstor Kirchner para combinar su poderío político con la figura opositora por excelencia, Mauricio Macri, de PRO. Dicen que las traiciones no son algo que pase desapercibido en la mente del actual ocupante del sillón de Rivadavia. Y la realidad mediática así lo ha confirmado, desde que Alberto Fernández, jefe de Gabinete, se presentó en el Congreso de la Nación para disparar munición de grueso calibre contra el actual Jefe de Gobierno, en el marco del caso Skanska. La maniobra tuvo demasiadas coincidencias con la pergeñada durante las últimas elecciones contra el candidato Enrique Olivera, a quien se acusó falsamente de poseer cuentas en el exterior con dineros de origen non sancto. La furia del "Presi" todo lo justifica, incluso apoyar indirectamente a Mauricio Macri y presentarlo, sotto voce, como "el mal menor", un dato que los principales medios de comunicación argentinos ya han recogido, haciendo uso de las finas artes de la sutileza. La jugada de Kirchner es una apuesta suicida para muchos, porque, en su intención de apoyar al "candidato del Presidente", hay mucho para perder. De hecho, en la Casa Rosada hace tiempo que se habla de la resistencia de los porteños para con la figura del primer mandatario. Algunos podrán decir que Aníbal Ibarra logró vencer a Macri en las últimas elecciones gracias al apoyo decisivo de la figura presidencial. Pero eso ocurrió hace ya mucho tiempo, y por aquel entonces los ciudadanos de Buenos Aires veían con mayor simpatía a Néstor Kirchner. Hoy, el oscuro panorama que ofrecen la inflación, la crisis energética -los cortes continúan, a pesar de que los periódicos obvien informarlo-, la violencia política, el auge de la delincuencia -por la cual ya protestan hasta las figuras del deporte y el mundo del espectáculo-, el caso Skanska y otras yerbas, se entremezclan en forma grotesca, pintando un cuadro desagradable para las aspiraciones de la Rosada, al menos en sus planes para la Ciudad. Si bien la figura de Filmus es resistida por los porteños, estos saben apiadarse del seguro perdedor en los momentos finales. A este factor se debe el hecho del crecimiento lento pero concreto del Ministro de Educación en las encuestas más independientes. Y es obvio que tal crecimiento va en claro perjuicio de la desgastada efigie electoral de Jorge Telerman. A pesar de la fortísima apuesta, el Presidente no logrará dar el empellón necesario para posicionar a Filmus dentro del seguro ballotage o segunda vuelta. Probablemente, el Presidente lo tenga claro, pero de todos modos, logrará su objetivo de hacer castañetear la dentadura del actual Jefe de Gobierno porteño. Si hoy Filmus se asegura un 15% de intención de voto -decir que supera esa cifra, ya es una abierta operación y una tomada de pelo al votante-, luego de la exhibición con Kirchner, esa cifra podría trepar hasta alcanzar un 20% o un 22% a toda máquina. Este porcentaje extra será usurpado del capital electoral de Telerman, quien, dado el caso, deberá conformarse con sacarle no más de 5 puntos al actual Ministro de Educación. En este escenario, Macri le sacaría más de 10 o 12 puntos al "afrancesado" intendente. Sin embargo, y como es lógico, el kirchnerismo no ha evaluado la repercusión negativa que la crisis docente tendrá en la figura de Filmus, y tampoco se ha estudiado el efecto perjudicial que provocará en la mente del votante porteño, ver al Ministro de Educación posando junto a la Primera Dama. Es de destacar que Cristina Fernández de Kirchner genera un abierto rechazo en la consciencia del ciudadano de Buenos Aires. Su estilo confrontativo y de malos modos no se condice con los valores que el porteño aprecia en un candidato. Por esto se entiende la buena imagen que la Ciudad de Buenos Aires tiene de Elisa Carrió y de Mauricio Macri, íconos políticos que no remiten a confrontación ni a campaña sucia. Sin descubrir América, puede decirse que Macri aparece como el gran beneficiado de la virulenta puja entre Telerman y el Gobierno Nacional, aunque ello no le garantiza triunfo alguno. Por el contrario, la poderosa maquinaria de propaganda kirchnerista -que por el momento se abstiene de atacar directamente al presidente de Boca- se encuentra sembrando sutilmente la hipótesis de que el empresario perdería en segunda vuelta. Tanto esta teoría como la que reza que Macri tiene aún una importante imagen negativa en Capital, son construcciones fogoneadas desde el aparato "progre" del engranaje político kirchnerista, que trata, además, de nacionalizar la campaña. Macri, por el contrario, no responde a temas que no se condicen con la Ciudad. El ataque directo contra el presidente de Boca proviene del ex intendente Aníbal Ibarra en forma de afiches, donde sindica al empresario como ícono de la represión y la mano dura. Lamentablemente para los "progres", el discurso macrista contra la inseguridad prende, y mucho. Aquí reside el verdadero talón de Aquiles de la Administración Telerman, y también del Gobierno Nacional, que poco y nada ha hecho sobre el tema. De hecho, hay en el oficialismo un convencimiento declarado de continuar torpedeando la intención de Buenos Aires de contar con su propia policía. La patética Ley Cafiero jamás será derogada si Macri llega a acceder a la Jefatura de Gobierno. No vaya a ser que el propio Kirchner dé a Macri las herramientas para solucionar el problema de la violencia en Buenos Aires, e indirectamente catapultar a Macri hacia una popularidad sin límites entre los porteños. Aunque para imaginar este escenario, aún falta mucho. Una cosa es segura en lo que refiere a la contienda electoral de Buenos Aires : el candidato Enrique Olivera ni siquiera aparece entre las intenciones de voto de los residentes de la Capital. Con suerte se arrimará a un triste 8%. Todo indica que el idilio de la Ciudad con Elisa Carrió está llegando a su fin. Ella deberá preparar las valijas y retornar a su Chaco natal.
Por Matias Ruiz para El Ojo Digital Política