La Rioja : un mal final. ¿Un buen comienzo?

La salida del suspendido gobernador Angel Maza se realizó de la peor manera. En medio de un clima tenso, donde los actos de violencia no lograron ?por suerte- el muerto que al parecer esperaba la Nación para intervenir, el desenlace que más temía Maza finalmente se concretó. Más de 10 meses el gobernador suspendido tuvo la oportunidad de modificar el espacio político que lo llevó al poder hace 11 años. Ni los diputados, ni el vice con el que viene compartiendo fórmula desde hace varios años, ni los intendentes críticos de su gestión como Ricardo Quintela y ?El Negro? Martinez, con los cuales compartió objetivos políticos en otras épocas, dejaron de advertírselo. Pero ?el gober? como le dicen sus más íntimos, no atendió las advertencias. Con una fe profunda en sus aliados en la Nación, especialmente en los Fernández, Aníbal y Alberto, al parecer los encargados de convencer a Néstor Kichner de apoyar al ex delfín menemista, el esperado salvataje nunca llegó. Maza dejó la Casa de Gobierno con Infantería pisándole los talones a partir de la orden de un juez local. Una medida innecesaria ya que el dictamen de los diputados suspendiéndolo por 30 días era suficiente para que se viera obligado a dejar la casa de Gobierno. Pero la soberbia, la necedad y por sobre todo la irracionalidad del propio gobernador y su círculo más íntimo, lo llevaron al final menos querido. Y el gran interrogante es si este vergonzoso final puede hacer presagiar un mejor comienzo. Como punto de partida, está claro para la comunidad que la llegada del vice Luis Beder Herrera a la gobernación está lejos de ser la mejor manera de comenzar a ocupar el sillón desde donde se dirigen los destinos de la provincia. Más allá de la institucionalidad que sacó a Maza del gobierno por medio de un juicio político impulsado por la Cámara de Diputados, Herrera sabe que es necesario legitimar ese espacio por medio del voto. Y en esa línea parece ser que van todas las medidas que se comenzó a tomar a pocas horas de haber asumido en reemplazo del gobernador suspendido. Para empezar, parte del gabinete que conformó, respetando la transversalidad que caracteriza más al gobierno de Kichner, convocando a Delfor ?Pochito? Brizuela en Desarrollo Social, Gustavo Graselli en Salud y Gastón Mercado Luna como fiscal de Estado, Beder parece encabezar un cambio de actitud que busca convencer a los riojanos que de verdad se viene una manera nueva de hacer política y de gobernar, claramente diferente a su antecesor. Eso es lo que repiten hasta el hartazgo sus seguidores más cercanos. ?Bede ya está hecho. Lo único que quiere es hacer las cosas bien?, sostienen. Para una parte de la comunidad, cansada de ver las mismas caras, la nueva actitud que impulsa el gobernador a cargo, no es más que simple oportunismo para asegurarse la gobernación hasta el 2011. Mientras que para otros, que ansían ver una luz al final del camino, la propuesta de Herrera apunta a cambiar la realidad de la provincia con un proyecto diferente donde, para empezar, los pequeños y medianos productores y los docentes, tendrían prioridad en las decisiones de gobierno. El mal final de Maza es un hecho. Todo hace pensar que la destitución del gobernador suspendido está cantada. Ahora, quién puede asegurar que el comienzo de Herrera será bueno. El pragmatismo de la política parece imponerse y el tiempo parece ser el único capaz de dar una verdadera respuesta.