POLITICA: EL PANORAMA ELECTORAL PARA LA CIUDAD DE BUENOS AIRES

Elecciones en Capital Federal : Mauricio Macri se despega de Telerman. Daniel Filmus, con negro panorama

Tanto las encuestas de PRO como las que manejan allegados al Presidente Néstor Kirchner confirman lo que ya muchos analistas políticos sospechaban : que la ciudadanía de la Capital Federal se siente en extremo alejada de la figura del Presidente. Daniel Filmus ya percibe un frío tratamiento por parte de funcionarios del Gobierno Nacional. El estado lamentable de la Ciudad de Buenos Aires y las malas influencias del Presidente en el principal distrito del país. Los planes de Mauricio Macri si llegara a imponerse en Capital.

21 de Julio de 2010
Sólo resta que Mauricio Macri haga oficial la noticia que en su círculo es ajena a pocos : que será candidato del PRO para la Capital Federal. Tanto Ricardo López Murphy como Horacio Rodríguez Larreta así lo han dado a entender. La novedad más interesante que arrojará el día después de las elecciones en la Ciudad de Buenos Aires, no obstante, no tiene que ver con el casi asegurado triunfo macrista, sino que, por el contrario, tiene relación con el negro escenario que tendrán que afrontar el Presidente Néstor Kirchner y sus allegados. Sucede que el momento que atraviesa la Capital Federal, sin importar la variable que se analice, es el peor de la historia. Los niveles de inseguridad urbana, la acumulación de basura, el caos en el tránsito, más el dominio patoteril que el piqueterismo exhibe sobre los espacios públicos son los factores que la ciudadanía asocia a las recientes administraciones del fallecido político Aníbal Ibarra y de su indefinido edecán y actual Jefe de Gobierno, Jorge Telerman. El Presidente Néstor Kirchner, por su parte, desata su bronca contra su círculo de seguidores cada vez que le son acercadas las más novedosas proyecciones electorales para la ciudad. El primer mandatario, en persona, ha expresado en reiteradas oportunidades su interés en confrontar directamente con Mauricio Macri, más tarde o más temprano. A este respecto, cabe citar un refrán característico de los chinos, que reza : "Ten cuidado con lo que deseas, pues puede cumplirse". Pero más grave aún, el Presidente ha expresado ante sus más cercanos su odio contra los porteños, y los duros epítetos que ha arrojado contra la esquiva ciudadanía capitalina hace tiempo que se ha filtrado. Más allá de los números -sobre los cuales ya disertaremos-, a Kirchner le cuesta comprender por qué la ciudadanía porteña lo ha abandonado. Concretamente, la pregunta presidencial orilla en los motivos por los cuales el electorado de la Ciudad siempre le ha sido esquivo. En las últimas elecciones, donde Aníbal Ibarra saliera victorioso por escasísimo margen, el Presidente debió dar todo de sí para empujar la imagen del impresentable ex intendente. Nadie duda de lo que hubiera acontecido si Kirchner no hubiera apoyado tan explícitamente a uno de los corresponsables políticos de la tragedia de Cromañón, que por cierto, los medios ya han olvidado. Ibarra hubiera sido humillado en las urnas por el vástago de Franco Macri. Y punto. La dirigencia nacional, por su parte, ha sido incapaz de representar los deseos de la ciudadanía porteña. Hay elementos políticos que, en discursos extemporáneos y abiertamente recalcitrantes, aún creen que en Capital Federal, el mal llamado "progresismo" tiene posibilidades. Pero olvidan que la izquierda porteña y sus figuras nacionales tienen toda la responsabilidad por el caos actual de la Ciudad. Comenzaron promoviendo un código de convivencia que convirtió a Buenos Aires en una urbe decadente, insegura y latinoamericanizada al mejor estilo de las peores ciudades de América Central. Atrás quedó el legado europeo que había posicionado a la ciudad como las favoritas del turismo. El turismo actual solo llega aquí por los ridículos precios que se exhiben en los escaparates de las tiendas. El tratamiento entre algodones que regularmente se da a asesinos, piqueteros, conductores de picadas y violadores de luces rojas en general, punguistas, secuestradores y demás, son también muestra de la herencia que el progresismo porteño nos ha dejado. Las permisividad para con la prostitución y el travestismo callejeros, el consumo de alcohol y otras actividades reprochables fueron oportunamente fogoneadas por individuos de la talla de Aníbal Ibarra y Eduardo Jozami, para nombrar a solo unos pocos. Sin dudas, la Ciudad de Buenos Aires hubiera brillado de haber existido políticos de centroizquierda "Made in Europe", pero desgraciadamente, ese tipo de dirigentes siempre ha escaseado desde el retorno de la democracia en la Argentina, y su surgimiento ni siquiera se avizora aún. Néstor Kirchner y sus condiscípulos tampoco han sabido interpretar el mensaje del electorado porteño. Buenos Aires no será la excepción en el nuevo tablero del poder al que el Presidente deberá acostumbrarse luego de octubre de 2007 : Santa Fe y Córdoba pueden, con gran probabilidad, quedar en manos de opositores o, cuando menos, de dirigentes no tan afines al kirchnerismo. Tal vez la provincia mediterránea constituya el escenario más difícil de predecir, aunque también debe considerarse que Luis Juez -el irreverente candidato del kirchnerismo para la gobernación- es cada día peor tratado por los interlocutores que se desempeñan en la Casa Rosada. Volviendo al escenario porteño, los ciudadanos de nuestra castigada ciudad también recordarán el nerviosismo y la ineptitud demostrada por Aníbal Ibarra en ocasión del tristemente célebre ataque contra la Legislatura, y la orden que el Presidente Néstor Kirchner en persona dio a la Policía Federal para que no reprima a los violentos que se salieron con la suya aquel día. El primer mandatario pretende -manipulación de medios mediante- que los porteños olviden episodios como aquel, pero yerra groseramente al pensarlo, pues no hubo medio que no se encargara de publicitar que el Presidente "no quería represión". Kirchner también ordenó a las fuerzas del orden garantizar el libre accionar del piqueterismo. ¿Y qué decir de los incidentes en los hospitales Francés y Garrahan? En el primer caso, los medios dejaron en claro que fue también Kirchner quien ordenó al Ministro del Interior, Aníbal Fernández, que se ocupara de enviar una fuerza de choque clandestina para desalojar, a fuerza de palos y guardia pretoriana mediante, a militantes del violento y destructivo Partido Obrero que mantenían copado el establecimiento. El objetivo no era otro que evitar utilizar a la Policía para reprimir, ante la posibilidad que algunos medios tomaran la noticia como que "el Gobierno reprime". Para la operación, el Gobierno Nacional utilizó militantes kirchneristas de oscuro prontuario, entre los que figuraba un agente de la S.I. -Secretaría de Inteligencia, ex SIDE-, Sergio "Tuta" Muhamad, quien no era joven "K" como oportunamente se mencionare. Este oscuro personaje fue fotografiado a los abrazos con el propio Presidente Néstor Kirchner. De tal suerte que la conclusión no puede ser más sencilla : el primer mandatario argentino ha utilizado claramente a la Capital Federal como teatro de operaciones para sus estrategias que involucran, la mayoría de las veces, violencia política. Cabe recordar las innumerables veces en que, durante la campaña de Aníbal Ibarra para Jefe de Gobierno, desde la propia Rosada se financiaron afiches y pautas publicitarias en beneficio del corresponsable de la tragedia de Cromañón. Idéntico modus operandi se vio revelado cuando, apenas una semana antes de las elecciones, simpatizantes sin nombre del club Boca Juniors protagonizaron violentos incidentes en las tribunas, en ocasión de jugarse una fecha del torneo local de fútbol profesional. Ibarra apareció escasas horas después ante los medios para criticar a Macri, preguntándose cínicamente cómo podía el empresario pretender hacerse cargo de la Ciudad, si ni siquiera podía ocuparse de brindar seguridad en su propio estadio. ¿Coincidencias? Con todo, tanto el Presidente como Telerman y Filmus no dejan de entreverarse en críticas ácidas y de bajo calibre contra los candidatos que no son de su preferencia. En este sentido, todos los números proyectados que llegan al despacho principal de Balcarce 50 sostienen con crudeza que Mauricio Macri casi seguramente se llevará el triunfo en Capital Federal en primera vuelta, dado que su porcentaje en ningún caso será menor al 55%. Y se trata, nada menos, que de encuestas oficiales. Es decir, las mismas cifras que van a parar al despacho que Daniel Filmus tiene en el Ministerio de Educación. A sabiendas de la pobrísima performance que Filmus tendrá en junio -no alcanzaría un 13%, y hay quienes arriesgan que ni siquiera arañará el 10%-, el propio Kirchner ha comenzado a retirarle el saludo al titular de la cartera de Educación, ministerio que, sugestivamente, acaba de recibir nuevas partidas para incremento de salarios. Kirchner sabe que, para el presente caso, no se encuentra habilitado para ejecutar la maniobra que impulsó a Aníbal Ibarra. Hay demasiado capital político para perder, y más con un candidato que solo aspira a no ser tan perdedor como lo fuera la escritora Marta Mercader en su lamentable performance en las urnas contra el recientemente fallecido riojano Erman González, no tantos años atrás. Por su parte, el rol de Jorge Telerman es incomprensible, y todo indica que seguirá siéndolo. Inexplicablemente, medios de la talla de Clarín promocionan que Telerman podría aspirar a llegar a una segunda vuelta y allí pulverizar a Macri. El material es digno de leerse con pochoclo en el regazo, como quien va al cine y contempla, nublado por los efectos especiales, una buena película de ciencia ficción. Este diario y algunos otros de menor popularidad intentan convertir en creíble lo inverosímil, sosteniendo que Telerman tiene buena imagen en Capital Federal, y que cada día crece más en las encuestas. En realidad, la visión más objetiva debe atribuirse a la experta Graciela Römer quien recientemente ha destacado que Telerman no tiene imagen negativa, pero que su imagen positiva es igualmente escasa. En definitiva, constituye Telerman una suerte de candidato neutro. Las proyecciones serias no dan al actual Intendente un 40%. Apenas la semana pasada, los más agitados telermanistas no leían cifras superiores al 35% en sus reportes estadísticos. ¿Por qué Macri se mantiene en llamativo silencio de radio? Es evidente que conoce gran parte del análisis aquí planteado y sabe que los índices le son favorables. El obstáculo principal de los detractores del presidente de Boca consiste en la falta de visión política y una observable carencia a la hora de estudiar la estrategia del empresario. Desde la oportunidad en que perdiera por aquel mínimo margen ante Ibarra, el ingeniero se ha llamado a silencio, conociendo los niveles intolerables de la discusión y la agresión en la arena política nacional. Su estrategia es simplista pero ha dado grandes dividendos : este silencio y el no plegarse al pobre nivel de discusión e insultos que caracteriza a toda víspera de elecciones le ha sumado puntos en intención de voto. Lo que es más, esa intención de voto podría subir aún más, ni bien se formalice su candidatura a la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Otro factor de importancia y hasta cierto punto aglutinante es que el de Boca nunca ha confrontado con el Presidente ni respondido a sus ataques verbales, lo cual incluso podría garantizarle el voto de adeptos al primer mandatario en Capital, ciudadanos de tinte apolítico que consideran que no es un "pecado" haber votado a Kirchner y seleccionar a Macri para la Ciudad. Esta porción del electorado no debe ser menospreciada, ya que constituyen una pequeña aunque socialmente influyente franja de votantes maduros que creen que una coexistencia pacífica entre el santacruceño y el empresario es posible. Pero Macri y PRO aún tienen un interesante as en la manga que podría estar cerca de develarse : la candidatura de Juan Carlos Blumberg en la provincia de Buenos Aires. El nuevo adalid contra la inseguridad tiene el apoyo absoluto de las clases medias y altas de la provincia de Buenos Aires, que en modo alguno se volcarán por Daniel Scioli. Importantes porciones honestas y trabajadores de las clases bajas de ese distrito también lo seguirán, en un análisis lateral que el oficialismo ha optado por dejar de lado, en su pensamiento en extremo lineal. Allegados a Kirchner piensan que Blumberg no tiene llegada entre los pobres, y he ahí su error. Los pobres de las villas miseria de Buenos Aires y los barrios humildes son quienes más sufren la falta de seguridad, expresada en los secuestros exprés y la violencia urbana de tinte variado que es parte de su día a día. Pero, claro está, los secuestros express de los pobres no son noticia para los matutinos. Por otra parte, el Presidente y sus cercanos han minimizado el importantísimo golpe de efecto y contagio positivo que Blumberg recibiría sólo de recorrer la provincia junto a la figura de Mauricio Macri. Los que no acusen recibo del novedoso tándem político, lo acusarán por el lado del fútbol. Si esto es ético o inmoral, el oficialismo no estará en condiciones de afirmarlo. Mucho menos después del esfuerzo titánico realizado por el ex piquetero Luis D Elía en barrios carenciados del conurbano repartiendo electrodomésticos incluso allí donde no había tendido eléctrico. El objetivo era beneficiar a Cristina Kirchner quien, así y todo, apenas alcanzó el piso histórico del peronismo en esa provincia. La batalla sorda que sostienen Daniel Filmus y Jorge Telerman parece ir perdiendo fuerza, aunque lentamente. Más tarde que temprano, ambos se han dado cuenta de que con sus coloridos chisporroteos sólo atinan a favorecer el crecimiento de la imagen del presidente de Boca. El craso error de Telerman ha sido emprenderla contra Filmus y el oficialismo. Pareciera estar mal asesorado el "afrancesado" Jefe de Gobierno, pues en política nada constituye mayor pérdida de tiempo que disputar verborrágicamente con el que va tercero cómodo... Telerman debiera reposicionar su speech y debatir con Macri, aunque probablemente ya no haya tiempo para revertir este error táctico. Tal vez un debate entre el "afrancesado" y el de Boca de pie a la exhibición de un capítulo excepcional en la discusión política argentina, plagada de insultos y operaciones. Ambos son gentlemen y es difícil imaginar a ambos tirándose de los cabellos en un debate televisivo. Y la presente no es una broma que tiene por objetivo explotar la carencia de pelo del actual Intendente. Lo que sí se vislumbra difícil es la posibilidad de que Macri acepte debatir, dado que otra máxima de la política sentencia que quien va primero en las encuestas jamás debe debatir, pues ello constituye una suerte de apuesta a "doble o nada" : el primero podría estirar notablemente la ventaja sobre su seguidor si el debate le es favorable, como también la puerta se abre para que el segundo le de alcance, si acaso el intercambio de ideas no finaliza bien el líder. Aquí podría tener lugar un error de Macri, quien hasta el momento ha demostrado algunas desinteligencias dada su falta de experiencia en el Luna Park de la política. En cualquier caso, la eleccion porteña muy seguramente arroje un altísimo grado de polarización, con Filmus casi fuera de escena. De hecho, otra ventaja para Macri consiste simplemente en que Telerman y Filmus se disputan prácticamente idéntica franja electoral, si de espectro ideológico se trata. Mauricio Macri tiene garantizado un 48% de votos desde el vamos -y esto en el peor de los casos-, pues aquella fue la cifra que obtuvo en ocasión de la derrota frente a Ibarra, y su imagen solo ha subido desde entonces. Es de esperarse que atraviese la barrera de los 50 puntos una vez que oficialice su candidatura. Telerman, por su parte, deberá conformarse con arañar el 40%, aunque a nadie sorprendería que no supere los 35 puntos. Y si acaso vale la pena dedicar unas líneas al atribulado Daniel Filmus, debe decirse que su rango estará entre el 5% y el 10% con toda la fortuna de su parte. Los pronósticos que refieren a sus posibilidades de alcanzar los 15 puntos tienen más que ver con el tarotismo más barato y elemental. Para cerrar el presente y meduloso escrito, debemos dedicar algunos renglones a información que se ha filtrado desde el círculo macrista. La información en este sentido indica que el empresario ya tiene listo su plan de gobierno para la Ciudad de Buenos Aires, para el caso de asegurarse la Jefatura. Esta incluirá reformas clave en áreas relativas a seguridad y empleo, a la vez que los problemas del tránsito serán atacados también radicalmente. Hay en carpeta también importantes obras de infraestructura, y a tal efecto, el dinero provendrá de los aceitados contactos que el presidente del club de la Ribera tiene con el establishment comercial y corporativo internacional. El objetivo es transformar a Buenos Aires en una urbe ordenada y a tono con las más importantes capitales de Europa, más que la imitación de los estilos de vida imperantes en las comunidades estadounidenses. Es que los contactos empresariales de Macri son más estrechos con los más importantes hombres de negocios del Viejo Continente, aunque sus relaciones con Wall Street son también fluídas. La inversión en tecnología para la ciudad será, del mismo modo, un eje sobre el que girará gran parte de su plan. El problema seguirá siendo, como siempre, la negativa del Gobierno Nacional a que la Capital Federal cuente con su propio cuerpo de policía. Factor que desde la Casa Rosada jamás fue visto con buenos ojos pues un énfasis en la seguridad e independencia de la Ciudad a nivel seguridad sería un lógico obstáculo para las operaciones políticas que se llevan a cabo regularmente en el distrito federal argentino. Piqueteros y partidos políticos extremistas -siempre bajo sueldo del poder- no tendrían ya espacio o zonas liberadas para desenvolverse. Pero aún restan unos pocos meses para contemplar el resultado final de esta puja electoral, que sin dudas será electrizante. Habrá que esperar a junio para ver si los porteños están dispuestos a darle una oportunidad a Macri, o si, por el contrario, optan por quedarse con el estilo aún indescifrable del actual Jefe de Gobierno, Jorge Telerman.
Por Matías Ruiz para El Ojo Digital Política