Caso Luis Gerez : comienza a confirmarse el armado político del episodio. El kirchnerismo de Escobar, comprometido. Más silencio oficial

El secuestro de Luis Gerez ya es parte del pasado, o al menos así lo desearían el Presidente Néstor Kirchner, Aníbal Fernández, León Arslanian y el Gobernador de Buenos Aires, Felipe Solá. Lo que no quedará en el olvido es el patético intento que los mencionados funcionarios realizaron en pro de aprovechar políticamente la cuestión. Todos se abroquelaron para sindicar directamente al ex comisario Patti por lo sucedido. A las pocas horas, Patti respondió con artillería gruesa pero salvaguardando al propio Kirchner de la crítica. El ex policía apuntó contra Pensar Escobar, la agrupación kirchnerista de Escobar, donde el risible ex actor Alberto Fernández de Rosa es dirigente y militante. Lo peor se terminó de confirmar para el Gobierno Nacional cuando investigadores de la causa reconocieron ante el periódico La Nación que las personas más comprometidas con el secuestro pertenecen al propio círculo de Luis Gerez. Llama la atención que, desde un principio, los investigadores deslizaran sus sospechas al respecto de que Gerez "no contaba todo lo que sabía". Evidentemente, se sospechaba del propio albañil como participante en un oscuro episodio de autosecuestro. Esto lleva también a los intentos de frenar la carrera política ascendente de Luis Patti : se sabe ya que las declaraciones de Gerez -testigo en una causa por torturas ocurrido hace 30 años en un centro de detención- y de Orlando Ubiedo -también testigo contra el ex policía- dejaron demasiado que desear. Hoy, el objetivo está claro : la idea era destruir la imagen de Patti para que el kirchnerismo encarnado en el movimiento Pensar Escobar pudiera hacerse con el poder en el municipio. Patti tiene hoy una intención de voto del 60% en Escobar, si acaso decidiera presentarse como candidato a Intendente. Alberto Fernández de Rosa -dirigente del kirchnerismo- hubiera sido el directo beneficiado de los ataques mediáticos contra el ex comisario. Por ende, "Paco" seguramente conoce algo de la trama, armada artificialmente. Luis Gerez hubiera explotado sus apariciones mediáticas para lograr un puesto importante en la política local, para así poder embolsarse mayores ingresos. También hay una movida política aceitada en el Congreso de la Nación, que está cerca de promover una ley que impida la presentación en elecciones de candidatos con causas por violaciones de derechos humanos, o crímenes de "lesa humanidad". Los testimonios "armados" contra Patti, que lo quieren presentar como torturador precoz -tenía 19 años cuando supuestamente maltrató a Gerez en 1972; ni siquiera había egresado de la Escuela de Policía- servirán para sacarlo de carrera, ya sea que se presente como candidato a intendente de Escobar o a Gobernador de la Provincia de Buenos Aires. Patti es el dolor de cabeza del kirchnerismo bonaerense pues es un referente que ha sumado un gran caudal de votos en las últimas elecciones, y para colmo, está en la vereda de enfrente de la ideología oficial. Yendo al caso del secuestro de Gerez, La Nación destaca que se están siguiendo los pasos de Mirta Praino, esposa del albañil y ex militante del peronismo violento de los años 70 junto a Emilio Pérsico -piquetero de frondoso prontuario que trabaja en el gobierno bonaerense junto a Felipe Solá-. Jorge Altamirano -amigo de Gerez-, el concejal de Pensar Escobar Hugo Cantero y Orlando Ubiedo están también bajo sospecha y todo indica que tienen conocimiento del armado del secuestro, a los efectos de aprovechar la sinergia derivada de las connotaciones políticas del episodio, o bien participaron directamente en la construcción. En El Ojo Digital ya habíamos adelantado que Luis Patti conocía algún detalle sobre lo ocurrido con Gerez. El ya lo había advertido : "No vaya a ser que los secuestradores fueran kirchneristas; en Escobar somos pocos y nos conocemos todos...". Triste, pero cierto; el Presidente Néstor Carlos Kirchner -ya fuera por propia voluntad o por sugerencia, esto es indistinto-, intentó aprovechar políticamente el secuestro de Gerez. El mismo pidió la captura de Luis Patti sin haber tenido prueba alguna de su participación o de personas allegadas a él. El propio Presidente disparó contra la "mano de obra desocupada" militar que habría comenzado a secuestrar personas, como en un bizarro revival del pasado. El impresentable Ministro del Interior, Aníbal Fernández -cuya presencia al frente del Ministerio es, a estas alturas, una burla hacia la sociedad- aprovechó cada micrófono existente para dar rienda suelta a su incontinencia verbal por la que nunca debe rendir explicaciones. En las últimas horas salió a decir que "nadie dijo que el discurso del Presidente contribuyó a liberar a Gerez". Aníbal Fernández tiene, como deporte favorito, el tomar por estúpidos a todos los argentinos que abonamos su inmerecido sueldo cada fin de mes con nuestros impuestos. Y lo hace con una observable impunidad. Néstor Kirchner seguramente saldrá airoso del error que cometió en el caso Gerez. Mientras tanto, los medios oficiales comienzan a darle cada vez menor espacio al episodio, seguramente por instrucciones del Gobierno Nacional -más precisamente, Alberto Fernández, el encargado oficial de presionar a los medios con la publicidad y los contenidos-. Al tiempo que debe reconocerse el alto grand de independencia y profesionalismo exhibidos por los investigadores del caso Gerez, corresponde pedir que los personajes responsables de la operación, ligados a la agrupación kirchnerista Pensar Escobar, paguen por los errores cometidos. La sociedad deberá tener en cuenta el episodio del falso secuestro de Gerez en las próximas elecciones. La permisividad que los ciudadanos regalamos a nuestra dirigencia en ocasión de sus errores puede traer consecuencias funestas para el futuro. Aunque debe decirse que ya estamos sufriendo esas consecuencias en la actualidad.