POLITICA: RAREZAS DE UN CASO DONDE NADA CIERRA

Luis Gerez reaparece. ¿Secuestro o maniobra para apuntalar la imagen del Presidente Kirchner? El factor Clarín

Los allegados al Presidente Néstor Kirchner saben que es un hombre capaz de absolutamente cualquier cosa a la hora de hacer cumplir objetivos. Para el primer mandatario, como Maquiavelo, el fin justifica los medios. La súbita reaparición de Luis Gerez tiene demasiados puntos oscuros y los funcionarios nacionales se ocupan de alimentar sospechas. ¿Operación política en marcha?

21 de Julio de 2010
El albañil Luis Gerez ha reaparecido demasiado rápidamente, y en las páginas de la edición de Clarín de la fecha se observan líneas en extremo cargadas en elogios para Néstor Kirchner y sus funcionarios, en una prosa que hace tiempo no se observaba. El periodista -si acaso se le puede adjudicar tal título- Mariano Pérez de Eulate no duda en describir la reaparición de Luis Gerez como un "triunfo" para Kirchner y su gobierno. Tanto el primer mandatario como Cristina fueron, para el escribiente, una suerte de paladines que tomaron al toro por las astas y salieron a "dar la cara" para combatir a las fuerzas del mal. Y el lector tiene razón en la forma extraña que se siente al leer esta noticia, pues tiene todos los elementos clásicos de una operación mediática, montada entre funcionarios del Gobierno Nacional y el periódico de Noble. Hay también, no sólo en el material de Pérez de Eulate y algunos de sus colegas, demasiada tinta electrónica favorable para Kirchner y -otra vez- demasiado ataque contra la oposición, a la que se acusa desde el periódico de haber permanecido enmudecida, torpe y sin reacción. El uso recurrente de estos recursos no sorprende. Clarín y sus periodistas se vuelven, por momentos, demasiado reiterativos a la hora de llevar a cabo operaciones políticas y de intoxicación, como se le dice a algunos aspectos de la desinformación. Ahora bien, la desaparición de Gerez observa demasiadas incoherencias y frases de funcionarios de renombre que sólo apuntan en la dirección de una operación. En las horas previas al supuesto secuestro del albañil, se organizó una marcha con demasiado tinte político entre amigos de Gerez y pequeños grupos de militantes kirchneristas, movilizados por el Emilio Pérsico, piquetero y funcionario del Gobierno que ha hecho y hace las veces de cerebro de manifestaciones violentas de grupos de extrema izquierda. El propio Pérsico se ocupó de verter en todo micrófono nervioso que Luis Patti era el responsable directo del secuestro de Gerez. En las palabras de este siniestro dirigente comienza la operación para salvar la imagen de Kirchner. El propio Arslanián tomó los comentarios del ex piquetero y añadió los suyos propios, al decir que, en pocas líneas, no existía otra alternativa que la participación de Patti en el hecho, al menos como cerebro del secuestro. Pero hay un dato para destacar en el comportamiento de Arslanián : mucho tiempo antes de que reapareciera Gerez, el hombre se mostraba impávido y demasiado seguro de sí mismo. Sus palabras textuales fueron : "la investigación llegará a un final feliz". Por supuesto, se ocupó de culpar en forma directa y sin dudarlo a "grupos de tareas de la dictadura". Demasiada liviandad, o al menos, mucha más de la que corresponde a un responsable de Seguridad frente a la investigación de cualquier ilícito, mucho más grave si se trata de un secuestro. Resulta demasiado extraño que León Arslanián se haya pronunciado en pro de un "final feliz", dado lo que está ocurriendo con Jorge Julio López. El funcionario de seguridad apostó demasiado "fuerte" a la reaparición pronta de Gerez. Las presentes conclusiones no son difíciles de obtener para cualquier persona que, medianamente entrenada en lectura de medios, sabe leer entre líneas. Y precisamente, el comportamiento de muchos funcionarios kirchneristas es en extremo "lineal" al involucrarse en operaciones políticas. Siguen el libro "demasiado al pie de la letra", y carecen de la más elemental cuota de espontaneidad para hacerla creíble. Los argumentos conspirativos, sin embargo, no terminan allí. Funcionarios encumbrados dispararon desde un primer momento contra la persona de Patti, y el Diario Clarín tomó sus declaraciones con vehemencia y sin cuestionar orden alguna. El medio intentó sembrar -o al menos construir- un supuesto rechazo de la sociedad escobarense contra la figura del ex intendente. Una realidad que ya está comprando gran parte del país pero no los propios residentes de Escobar, que conocen a Patti por su lucha contra el crimen organizado y determinadas mafias políticas-judiciales que se habían hecho del poder en el distrito. Cuestiones políticas aparte, la persona de Patti es respetada en aquella localidad. Mientras era intendente, sus problemas comenzaron cuando ordenó hacer rinoscopías a los funcionarios de la órbita pública. La reacción inmediata de la corporación política no se hizo esperar : el en su momento juez en lo Criminal de San Isidro, el Dr. Raúl Alberto Borrino, se presentó en todos los medios para acusar a Patti por la figura de apremios ilegales, en 1990. Borrino ostenta una triste carrera en el fuero judicial, pues ordenó demasiadas liberaciones de delincuentes y narcotraficantes peligrosos. El área de Escobar y las zonas circundantes eran de paso obligado para el comercio de estupefacientes y los punteros políticos se movían por allí como peces en el agua. Otra incoherencia observable resulta de las expresiones de los amigos y cercanos al desventurado Gerez, que sostuvieron que el secuestrado había sido golpeado en extremo. El propio Diario Clarín se hizo eco de tales afirmaciones y refrendó en sus escritos la cuestión de los moretones del hombre. Pero Gerez no apareció con un solo golpe; solo se sindicaron quemaduras de cigarrillos. No mucho después de ser hallado Gerez, el Presidente Néstor Kirchner se disponía a hablar por cadena nacional de radio y televisión para referirse al hecho. Como era de esperarse, el Presidente también echó mano del latiguillo de los derechos humanos, y en su discurso disparó que no se avalaría ningún tipo de amnistía para ex represores de la dictadura. Kirchner ya tenía el libreto con la acusación contra los elementos residuales de la "represión" y la "mano de obra desocupada". Un detalle poco feliz del discurso del Presidente : en uno de sus pasajes acusó a las Fuerzas Armadas de estar implicadas en la violación de derechos humanos. En los modos y expresiones, se observó que se referió a la propia institución y no a elementos aislados. ¿Acaso el borrador no debió ser estudiado con mayor detenimiento? Kirchner echó mano, una vez más, de su ya conocida táctica de victimización, al mejor estilo Goebbels, en sus diferentes versiones : "No me dejan gobernar"; "No quieren el cambio, argentinos"; "no nos dejan progresar los que quieren volver al pasado", etc. Sutilmente, Pérez de Eulate -el novato periodista del diario de Noble- deslizó en su escrito que el Presidente detesta tener que hablar en cadena nacional. Una verdadera "cerecita del postre" para convertir en verosímil lo inverosímil. Numerosos analistas del ámbito de la inteligencia se han encargado de describir las torpezas de los operativos de la ex SIDE, que tienen como una de sus costumbres más reconocidas el arrojar a sus secuestrados de autos en movimiento, a no más de 40 kilómetros por hora, igual que ocurrió en el caso de Luis Gerez. Otro detalle que no debería escapar al análisis inteligente : Canal 7 -la señal estatal- fue el único equipo que estaba destinado en el lugar para cubrir la noticia. ¿No resulta demasiado extraña la ausencia de equipos de trabajo de otros canales, con más recursos técnicos y humanos que el manipulado políticamente ATC? Luis Angel Gerez ha sido utilizado políticamente y, peor aún, él mismo ha colaborado con esa situación. La pregunta es, si acaso el secuestrado estará al tanto del juego político que se oculta entre bambalinas o si está convencido de la contaminada versión oficial que habla de los "muchachos de la dictadura". En cualquier caso, nadie mejor que Gerez -militante kirchnerista y relacionado con elementos de la calaña de Emilio Pérsico- para cerrar la operación mediática de manera brillante. "En estos días me mataron 30 mil veces y hoy resucité 30 mil veces", dijo Gerez a Kirchner en una conversación telefónica. Una sentencia demasiado política, demasiado lógica, demasiado militante para alguien que se encuentra en estado de shock. ¿Realmente Gerez pronunció esas palabras o fueron adjudicadas a él por "profesionales" de la propaganda? El secuestro de Jorge Julio López oscila entre las probabilidades de haber sido un trabajo realizado por la temida "mano de obra desocupada" de la dictadura militar, como también pudo haber sido orquestado por los socios de un Presidente que lee demasiado a Maquiavelo y que se vende como un General Perón aggiornado a la luz de los "derechos humanos". Con todo, lo mejor sería que López esté bronceándose en alguna playa de Cuba, puesto que, si bien esta alternativa no haría bien al Presidente, al menos se evitaría el negro escenario previo a las elecciones y que ya hemos descripto. Pero cuando se habla de Luis Gerez, el escenario parece muy distinto. Hay demasiadas "metidas de pata" en el accionar y las declaraciones de muchos funcionarios. El momento actual del país es de extrema gravedad y, con la inflación, la inseguridad y la crisis energética devorándose a grandes trozos la popularidad de Néstor Kirchner, se impone la puesta en marcha de un operativo para rescatarlo. Ya se ha hecho con otros temas nacionales, tapados gracias a la ayuda del Diario Clarín y a las sórdidas elucubraciones del Presidente, Alberto Fernández y otros en puestos de privilegio. El análisis que hemos hecho aporta demasiadas luces en este sentido. Corresponde ahora, al lector, comprender la dimensión de lo que la "nueva política" está dispuesta a hacer para mantenerse aferrada al poder.
El Ojo Digital Política