POLITICA: MEDIDA IMPOPULAR DEL GOBERNADOR DE BUENOS AIRES

Felipe Solá y el nuevo impuestazo

El fallecido políticamente Gobernador Felipe Solá se despachó duro contra los ciudadanos más pudientes de la provincia de Buenos Aires. Como consecuencia directa de la impotencia por no poder continuar en el poder, el impresentable funcionario la emprendió contra "los ricos", odiados por la retórica de su jefe, el Presidente Néstor Kirchner.

21 de Julio de 2010
Las polémicas, impopulares y anticonstitucionales medidas del Gobernador Felipe Solá en materia impositiva han caído ciertamente mal entre los ciudadanos de la provincia. Gerardo Otero, impresentable ministro de finanzas bonaerense, se esfuerza por estas horas en desmentir que la creación de nuevos impuestos constituya lo que en lunfardo se denomina "impuestazo", pero en sus palabras pocos creen. Como no podía ser de otra manera, el corrupto funcionario Santiago Montoya se encuentra entre los arquitectos del novedoso implemento tributario. Para una gran mayoría, Montoya se ha convertido en el hazmerreir de la actividad recaudadora nacional debido a su extrema creatividad para gravar con nuevos tributos a los bonaerenses, castigados hasta el hartazgo por la inseguridad. Las nuevas medidas en creación van dirigidas especialmente a los sectores más pudientes de la provincia, constituyendo el piso aquellos ciudadanos cuyos bienes equivalgan o superen los $500,000. Sobre ellos recaerá con más fuerza el poder recaudador de Santiago Montoya y la administración de Felipe Solá, tándem político que dedicó gran parte de su gestión a recaudar fondos para la caja política, o a "robar para la corona", para citar las célebres palabras de un conocido referente de la realidad dirigencial argentina. Con todo, ni Solá ni Montoya aciertan a explicar por qué la provincia de Buenos Aires, siendo el distrito con mayores ingresos y riquezas de la nación, se ve obligada a meter la mano en los bolsillos de sus ciudadanos para sanear el eterno déficit de la política. El Gobernador nada ha hecho para amortiguar la indetenible tendencia creciente de la falta de seguridad. Los secuestros y homicidios están a la orden del día en la provincia y el número de víctimas sobrepasa holgadamente a los 8 mil desaparecidos de la última dictadura. Y esto, siempre de acuerdo a estadísticas oficiales. A este respecto, no se comprende la decisión de utilizar la fuerza pública para secuestrar vehículos de ciudadanos que no han abonado las últimas dos cuotas a Rentas por sus automóviles, al tiempo que piqueteros, rateros y homicidas llevan a cabo su faena con total impunidad. Y todo esto sin mencionar a los barrasbravas y los operadores políticos de las villas que se cuentan por cientos en los terruños del Gobernador. Cobran fuerza las versiones que provienen de los mismos despachos oficiales en Buenos Aires, que detallan la furia que se ha adueñado de Solá, debido a que deberá abandonar el poder ni bien finalice su mandato. El funcionario aprendió de las encuestas que las clases medias y altas de la provincia no quieren verlo más en despacho; de aquí que abandonara la carrera reeleccionista a regañadientes. Esta misma furia lo ha impulsado a castigar a los mencionados espectros de la sociedad con mayores tributos y nuevos impuestos. Idéntico castigo recibirán los porteños apenas Jorge Telerman deba abandonar la Intendencia de la Capital Federal. Un revalúo inmobiliario violento comienza a insinuarse sobre la Ciudad. Próximamente, El Ojo Digital hará públicos los planes de Telerman en este sentido.
El Ojo Digital Política