Venta de drogas en pleno Belgrano, bajo el amparo de la Comisaría 33°

Esta denuncia sería simplemente una más, entre todos aquellos episodios relacionados con el tráfico de drogas, que se conocen diariamente. Pero no es una historia más, ya que el ilícito se lleva adelante en pleno barrio de Belgrano -más precisamente en la calle Vidal al 2300, casi en la intersección con Blanco Encalada-. Los testimonios recopilados por El Ojo Digital -y corroborados por nuestro magazine- relatan con lujo de detalles la forma en que impunemente se venden drogas desde un departamento de planta baja ubicado sobre la calle Vidal, una de cuyas ventanas da precisamente a la calle. El "negocio" era insólitamente llevado adelante por una señora de avanzada edad que levantaba la persiana de la ventana en cuestión y entregaba la mercadería a sus clientes, a cualquier hora del día -aunque la mayoría de las oportunidades, el intercambio tenía lugar de noche-. Actualmente, la "señora" al parecer ha optado por dejar el negocio en otras manos, y en la actualidad el método de la "ventanita" ya no va. Los dealers actuales son jóvenes, dos de los cuales fueron vistos en una ocasión siendo apaleados en plena calle por otro grupo de individuos, que advertían a "los de Vidal" que "no se vuelvan a meter en su territorio". El espisodio en cuestión es más que llamativo, ya que la cuadra mencionada está apenas a un par de cuadras de Cabildo y Juramento, una de las esquinas tradicionalmente más seguras y tranquilas del Buenos Aires de antaño (el de hace 20 años). Lo que también es interesante es la forma en que reiteradas veces, individuos corpulentos se han acercado en automóviles con numerosas antenas exteriores, para "cobrar la cuota". Como no puede ser de otra manera, nos referimos a policías federales que -no queda otra- deben pertenecer a la comisaría 33°, repartición que debe velar por la seguridad de los vecinos de esa zona del barrio, y que se encuentra en Mendoza 2263. Por regla general, la comisaría en cuya jurisdicción el dealer cae, es la que se encarga de cobrar las comisiones correspondientes para que el negocio del dealer no se caiga. De este modo, no sólo policías federales son cómplices del negocio de la droga en Capital Federal. También es cómplice el gobierno porteño, y en el caso actual, el Intendente Aníbal Ibarra, quien como es obvio, conoce esta situación pero no hace nada por solucionarlo. Pero los vecinos dicen -y no sin razón-, "Cómo Ibarra se ocuparía de esto, cuando está más preocupado por no ir a prisión por el caso Cromañón?". Esta misma zona de Belgrano, que otrora fuera el orgullo de la ciudad y el paso obligado para la ahora empobrecida clase media a la hora de "ir de shopping", actualmente no sólo sufre las consecuencias de la inseguridad que conlleva la venta de drogas a la vista de todos, sino que también es testigo de niveles intolerables de punguismo y carterismo, violencia urbana, jóvenes que -alentados por la benevolencia del código de convivencia que propugnaran Ibarra y la izquierda vernácula- beben cerveza o fuman marihuana en la vía pública sin ningún tipo de control, y luego agreden de palabra a todo el que pasa junto a ellos -en el mejor de los casos-. Mientras la ciudadanía continúa financiando a la política corrupta de la Ciudad de Buenos Aires a través del voto, esa misma política le devuelve el pago con inseguridad, violencia, desprotección y descuido del paisaje urbano. El Ojo Digital explorará, en su próxima entrega de "El Ojo Digital Denuncia", las oscuras conexiones de una comisaría de Bajo Belgrano que se dedica -ya nada sorprende- al robo de autos de particulares. Si Ud conoce hechos similares al relatado aquí, que cree amerita ser contado, sírvase remitirlo a nuestra dirección de email : info@elojodigital.com.