POLITICA: DESESPERACION OFICIAL POR LA FALTA DE INVERSORES

Presidente al borde de un ataque de nervios

Destacan los trascendidos que los ánimos del Presidente Néstor Kirchner están encendidos como nunca, y no precisamente para bien. Las encuestas para octubre le dan mal y para colmo, el problema con Suez podría impactar en el consumo veraniego local. Lo que fue un obvio desplante del Premier francés De Villepin, fue comunicado por el Gobierno de la manera exactamente opuesta, en una maniobra poco creíble.

21 de Julio de 2010
Son horas decisivas para el futuro de Aguas Argentinas, ya que el directorio de la empresa controladora por la multinacional Suez comunicará oficialmente la rescisión del contrato con el Gobierno. Es a este respecto que los problemas para el Presidente Néstor Carlos Kirchner se acentúan de una manera inesperada, crispando los ánimos del primer mandatario hasta límites insoportables para quienes deben tratar con él en persona. Sucede que, además de las encuestas que presagian un octubre negro para Kirchner y su Frente para la Victoria, el problema de la retirada del grupo Suez ha hecho que analistas presentaran al Presidente un informe oscuro, con cortes de agua para el verano, si no se logra encontrar a inversores que reemplacen a los franceses en Aguas Argentinas. Efectivamente, Suez se ha movido furtivamente, y bien podría haber llevado adelante la movida a modo de obtener algún beneficio en la mesa de negociaciones, pero el caso concreto es que la provisión de agua para el verano en los principales centros urbanos de la Argentina, la Capital Federal y gran parte del Conurbano bonaerense, está en peligro. Lo que era un secreto a voces pasó a ser parte de los discursos oficiales, a tal punto que el Presidente lo mencionó abiertamente en un acto proselitista en Florencio Varela. Obviamente, sus palabras tendieron a culpar a los franceses del episodio, pero en el discurso se palpa la furia de quien, dicho sea de paso, deberá pagar los costos políticos de abandonar los temas energéticos y de provisión de agua para último momento. En relación a la reunión que Kirchner tenía previsto llevar a cabo con De Villepin, premier francés, la estrategia era mostrar las fotos de un presidente argentino preocupado por negociar la situación de una empresa. El único objetivo era hacer que la foto recorriera los periódicos nacionales en una especie de tour proselitista (con obvia aparición en primera plana de Clarín). Pero la diplomacia francesa hizo uso de la mejor movida "a lo De Gaulle" y plantó a Kirchner en dos oportunidades, aclarando que ambos mandatarios no tenían nada de qué hablar, y menos si tenía que ver con la situación de Suez. Obviamente, los medios afines al Gobierno de Kirchner se preocuparon por dar vuelta la situación, aduciendo que el mismo Kirchner había suspendido el encuentro. El traspié se dejó entrever en medios independientes y el Gobierno quedó muy mal parado. Sobre todo luego de que los franceses dieran su versión y ciertos medios argentinos la publicaran a grandes letras. Volviendo al ámbito loca, eon el panorama negro azabache que ya la mayoría de analistas políticos presentan para "el día después" de las elecciones, y sin importar que se alcen kirchneristas o duhaldistas con la victoria, lo que está fuera de discusión es lo que la mayoría de los argentinos deberá soportar. Entre las "plagas de Egipto", la ciudadanía no solamente deberá seguir haciendo frente al violento impacto de la inflación -que para septiembre se calcula será del 1%, ya que el rubro alimentos devolvió importantes incrementos-, sino que deberá enfrentar aumentos seguros -e importantes- en las naftas, gasoil, gas natural y otros combustibles, además de incrementos en las tarifas de electricidad, gas, agua y expensas -para quienes son consorcistas-. El acuerdo que el Gobierno insiste en haber firmado con los proveedores de carnes ha sido señalado como de efecto cortoplacista y no llegará a durar los 90 días propuestos, de acuerdo a expresiones de representantes de la Sociedad Rural Argentina, con lo cual, la carne comenzará a abandonar las mesas de los argentinos ávidos del asado. Como es lógico en estos casos, y no sólo debido al aumento en los combustibles, pollos y pescados también incrementarán sus precios, dado que el consumidor toma como primera medida, reemplazar a las carnes con estos productos y los comercios mayoristas y minoristas siempre están un paso adelante de la demanda. Actitud poco patriótica, pero en definitiva, lo que cuenta es la realidad concreta. Volviendo a las preocupaciones presidenciales, el rubro energético también se halla virtualmente detenido, y las inversiones mínimas no están siendo llevadas adelante por las perforadoras y distribuidoras de petróleo. Los representantes de la industria sostienen que difícilmente las inversiones llegarán desde las casas matrices en el extranjero, si el Gobierno insiste con su permanente amenaza de incrementar las retenciones a las exportaciones de crudo. De tal suerte que la estrategia oficial ha llegado a su fin : el Presidente Kirchner presionó a las petroleras hasta donde pudo, haciendo uso de su discurso populista de cara a las elecciones. Pero los estrategas esperaban de brazos cruzados, dado que conocen de memoria los tiempos del Presidente y las torpezas que acostumbran cometer quienes están al frente del Ministerio de Planificación. La pregunta es, qué llegará primero, si acaso lo harán los aumentos violentos de combustibles por falta de provisión, o si primero llegarán las largas colas de automóviles con conductores ávidos de llenar los tanques a cualquier precio. Y ello para mencionar solo lo económico. En lo político, el escenario futuro no es más alentador. Gane quien gane, el Presidente deberá atender los problemas que ha venido escondiendo debajo de la alfombra en los últimos dos años, y el FMI es uno de ellos. De Rato y sus amigos esperan agazapados para dar el zarpazo final que obligue a Kirchner a incorporar a un 25% de acreedores que quedaron fuera de la exitosa primera fase del canje de la deuda. Y esta vez no habrá posibilidad de "esquivar el bulto". No existirá esta chance, estando el Gobierno en tiempo de descuento. Los duhaldistas, que ya han comenzado a agitar su poder frente a las narices del Presidente, continuarán estorbando todos y cada uno de los proyectos oficiales en el Congreso, especialmente aquellos que tienen que ver con reasignación de partidas y que tanto han beneficiado a Alberto Fernández y secuaces, que utilizaron ingentes recursos para las campañas políticas del Presidente, Cristina Fernández, aliados y Aníbal Ibarra, para nombrar a solo unos pocos. Será momento de dar explicaciones y de ponerse a gobernar en serio. Lo que resta por comprobar es si acaso Néstor Kirchner continuará haciendo uso de su discurso imaginativo de conspiraciones y complots o si se acostumbrará finalmente a no ser un déspota y a moverse en los caminos de la democracia y del consenso. Pero también será interesante saber si el Grupo Clarín y otros medios afines al patetismo de las políticas oficiales harán un "mea culpa" al respecto de lo actuado hasta la fecha. Y por supuesto hablamos del excesivo apego que tales medios han demostrado al oficialismo. ¿O acaso recurrirán también a la técnica de la denuncia de complot?
El Ojo Digital Política