INTERNACIONALES: FALLIDO ATENTADO EN LA CAPITAL INGLESA

Nuevo ataque terrorista en Londres

Explotan tres artefactos en el metro y uno en un autobús y hay dos detenidos. La pesadilla regresa, dos semanas después de los sanguinarios atentados que se cobraron la vida de 56 personas.

21 de Julio de 2010
Dos semanas después del 7-J, el terrorismo volvió a sacudir ayer la ciudad de Londres haciendo a la población revivir la pesadilla. A mediodía y utilizando el mismo método que el fatídico día de la masacre, se registraron tres pequeñas explosiones en el metro y una en un autobús, de menor intensidad que las que mataron a 56 personas, ya que en esta ocasión no parece haber muertos ni heridos. Aunque por su escasa potencia, el objetivo de los terroristas en este caso no parecía ser provocar una nueva matanza, sino demostrar su capacidad de acción y atemorizar a la población, el jefe de Scotland Yard, Ian Blair, aseguró que hubo un intento de “matar gente”. Blair reconoció que existen “similitudes” con los atentados perpetrados hace dos semanas en la capital británica, pero subrayó que aún es muy pronto para decir si hay relación. El comisario reiteró que, en principio, parece que algunos de los artefactos, “pequeños” no llegaron a explotar, y reveló que “no está claro cuántas personas participaron en los incidentes”. La BBC avanzó que las cuatro explosiones se habrían producido con bombas de fogueo escondidas en mochilas. Las estaciones de metro de Warren Street, Shepherd’s Bush y Oval, en el centro, sur y oeste de la capital británica, fueron en esta ocasión las afectadas, así como el autobús de línea que circulaba por Hackney, en el este. A media tarde, Scotland Yard aseguraba que la situación estaba “casi bajo control”, al tiempo que, a diferencia del 7-J, confirmaba la detención de dos personas por su supuesta relación con las explosiones. Un portavoz policial declaró a la BBC que las fuerzas de seguridad buscan a un “número indeterminado de fugitivos” en conexión con los ataques. “De menor gravedad” El jefe de Scotland Yard, Ian Blair, trató de infundir calma a la población y aseguró que las cuatro explosiones fueron “de menor gravedad” que las del pasado 7 de julio, al tiempo que pedía a los londinenses que “se queden donde están” para no colapsar la red de transporte. Blair aseguró además que, pese a algunas sospechas iniciales, no se han encontrado sustancias químicas en esos lugares. Testigos que se encontraban en las tres estaciones de metro y el autobús contaron tras escapar al horror y al caos que habían visto a hombres con mochilas que posteriormente estallaron. Así, en la estación Oval, en el sur de la ciudad, un testigo vio cómo un hombre abandonaba una mochila en un vagón y salía corriendo antes de que se cerraran las puertas. Hombres con mochilas Este hombre relató a la cadena Sky News que escuchó un ruido súbito y el pánico se extendió rápidamente entre los pasajeros que estaban en el convoy. “Alguien entró en el vagón, arrojó la mochila y salió corriendo. La gente empezó a gritar: humo, humo. Uno de los encargados de seguridad del metro vino y nos dijo que saliésemos porque lo estaban evacuando”, explicó. En la céntrica estación de Warren Street, varios testigos aseguraron haber visto a alguien salir corriendo justo antes de la explosión. Otro testigo que viajaba en la línea Victoria, Ivan McCracken, relató que su tren estaba a punto de llegar a Warren Street cuando se abrió la puerta entre su vagón y el adyacente e “irrumpieron decenas de personas”. “Algunas se caían, había un pánico colectivo”, explicó. Un pasajero italiano narró que vio a “un hombre con una mochila y de repente explotó”. “Fue una explosión sin importancia, pero suficiente para hacerla volar. Entonces, el hombre hizo una exclamación, como si algo hubiera salido mal y en ese momento, todo el mundo salió corriendo del vagón”. Si se confirman las versiones de los testigos, el método utilizado en esta ocasión sería distinto al del 7-J, cuando los cuatro terroristas suicidas supuestamente se inmolaron y más parecido al del 11-M en Madrid, en el que depositaron las bombas en los vagones y huyeron. Tras las explosiones, la BBC informó de que tres policías armados habían entrado en el University College Hospital, próximo a la evacuada estación de metro de Warren Street, al parecer en busca de un sospechoso. La cadena Sky News explicó que el personal médico del citado hospital ha recibido una circular para que se busque a un hombre alto, negro o asiático, con una camiseta azul de la que sobresalen unos alambres, que podría haber ido a curarse.
Negocios.com y El Ojo Digital Internacionales