POLITICA: ANTE EL ANIVERSARIO DEL ATENTADO CONTRA LA AMIA

Críticas a Kirchner desde la comunidad judía

Autoridades de la comunidad judía y familiares de las víctimas pronunciaron un durísimo alegato contra la impunidad, al cumplirse 11 años del atentado contra la AMIA, durante un acto en el que no faltaron críticas para el Gobierno y en el que se condenó sin atenuantes a las más importantes figuras políticas y judiciales de aquella época.

21 de Julio de 2010
Con el presidente Néstor Kirchner entre los asistentes, el acto comenzó exactamente a las 9:53 -cuando estalló la bomba aquel fatídico 18 de julio de 1994- con la lectura del nombre de cada una de las 85 personas que fallecieron en el atentado. Tras esa emotiva apertura, que incluyó el encendido de una vela en memoria de cada una las víctimas, el locutor del acto, Victor Hugo Morales, dio paso a los discursos de las autoridades comunitarias y de los familiares y amigos de las víctimas, que hicieron eje en la falta de justicia que rodea tanto al atentado contra la AMIA como al ataque contra la Embajada de Israel. Así, por ejemplo, se escuchó un reclamo puntual para que "deje de dormir en la Cancillería" un reclamo de los familiares de las víctimas para que se exhorte a Interpol -la Policía internacional- para que retome la búsqueda de un grupo de ciudadanos iraníes sospechados de haber tenido participación en el atentado. También hubo durísimas críticas para los antecesores de Kirchner en la Presidencia, específicamente contra Carlos Menem y Eduardo Duhalde, y además contra el ex ministro del Interior Carlos Corach y el ex gobernador Carlos Ruckauf, a quienes se calificó de "cómplices, oportunistas, mentirosos y traidores". No obstante, los últimos conceptos partieron de Sergio Burstein, familiar de las víctimas del atentado, que se dirigió a Kirchner para decir que "sólo con gestos no alcanza". La referencia estuvo relacionada con las excesivas apariciones del Presidente junto a miembros de la comunidad judía -incluyendo el viaje de Cristina Fernández a Nueva York y su discurso ante el Congreso Judío Mundial-. Los miembros de la colectividad judía ven clara intencionalidad política en estas apariciones y tienen en cuenta el hecho de que las elecciones de octubre se aproximan. Incluso trascendió a algunos medios la molestia de la colectividad judía ante la intención de la Administración Kirchner de promocionar una nueva indemnización. Las molestias tienen su origen en la percepción de que el Gobierno intenta comprar el silencio de las víctimas, ante su impotencia para colaborar con la resolución del caso. A tal efecto, Burstein cuestionó, además, el hecho de que el Gobierno haya dictado recientemente un decreto en el cual el Estado asumió la responsabilidad por "no proteger" a los ciudadanos ante aquel atentado, algo que consideró "oportunista" ya que se publicó poco antes del aniversario que hoy se conmemoró. Por su parte, el titular de la AMIA, Luis Grynwald, se mostró más crítico del Gobierno que Burstein y reclamó que la Cancillería no "deje dormir" el pedido de captura internacional para los iraníes, además de asegurar que la Unidad Fiscal de Investigación del Atentado a la AMIA "no ha logrado avances" en la causa. En ese punto, se registró una contradicción entre los discursos de Grynwald y Burstein, puesto que el familiar de una de las víctimas ponderó la creación de la Unidad -a cargo del fiscal Alberto Nisman- en un pasaje en el que se dirigió directamente al presidente Kirchner, que siguió el acto de pie frente al estrado. Junto al Presidente se ubicaron su esposa Cristina Kirchner y varios funcionarios del Gobierno nacional, como los ministros Aníbal Fernández (Interior), Ginés González García (Salud) y el canciller Rafael Bielsa, además del vocero Miguel Núñez. También siguieron el acto entre el público el gobernador de Buenos Aires, Felipe Solá, y el jefe de Gobierno porteño, Aníbal Ibarra, quien debió soportar una comparación entre hechos impunes como el atentado a la AMIA y la tragedia de República Cromañón. Minutos antes, tanto el titular de la AMIA como Burstein habían hecho notar la diferencia entre la reacción del poder político y la Justicia en la Argentina tras los atentados de 1992 y 1994, y lo que sucedió después de los ataques terroristas en los Estados Unidos (las Torres Gemelas), España (Atocha) y el Reino Unido (Londres). Justamente, el embajador británico en Buenos Aires, John Hughes, encendió una vela en homenaje a las 39 víctimas fatales de los atentados perpetrados en Londres. Un apartado especial del acto fue dedicado a criticar en duros términos al juez Galeano, quien está siendo sometido a un juicio político a raíz de las irregularidades detectadas en la investigación del atentado contra la AMIA, que comandó durante más de 10 años. Durante el acto, también, los familiares de las víctimas del atentado presentaron un manifiesto dirigido a los integrantes de todos los poderes del Estado y a los candidatos de los partidos políticos que se presentarán a las elecciones de octubre próximo, en el cual se insta a lograr "un país sin impunidad". El manifiesto también reclama a los dirigentes políticos lograr que exista un país con "educación y sin excluídos" y en el que "las cosas cosas que se hicieron mal no se repitan nunca más". Por su parte, Grynwald sostuvo que el de la AMIA fue un atentado con implicancias "antisemitas" y dijo que "en 11 años no se ha logrado investigar y llevar a la Justicia a los culpables". "Sabemos que no es fácil cuando se trata de atentados del terrorismo fundamentalista, pero si bien sus autores intelectuales pueden estar a miles de kilómetros de distancia, los explosivos no vinieron por avión", sostuvo el titular de la AMIA. Tras el acto, el gobernador Solá dijo que le da "vergüenza que no haya avances" en la investigación, mientras que el presidente de la DAIA, Jorge Kirszenbaum, aseguró que "el Gobierno nacional y la senadora Cristina Fernández manifestaron su vocación para encontrar el camino de la verdad". Aspectos llamativos -e igualmente condenables- que se relacionan con el caso AMIA, tienen que ver con la permanente promoción de cierta porción del periodismo -pueden citarse los ejemplos de Román Lejtman y Raúl Kolmann-, al respecto de la existencia de una "conexión local" para volar la AMIA, que involucraba a militares carapintadas y policías bonaerenses. Los periodistas mencionados -que en muchos círculos son reconocidos por haber recibido fondos de la ex SIDE, actual SI-, permanentemente promocionan desde sus columnas la existencia de una imposible conexión local y la teoría de la "Traffic bomba". Y lo hacen aún a pesar de los peritajes que mencionan que el vehículo no fue utilizado como coche bomba. Por otro lado, la hipótesis de la conexión local cae por su propio peso. Expertos en cuestiones de Medio Oriente han señalado hasta el cansancio que el fundamentalismo islámico jamás recurre a ayuda local para cometer inmolaciones o atentados contra objetivos específicos. El de la AMIA sería un caso único en el mundo. En círculos de inteligencia incluso se ha especulado con que la promoción de la denominada "conexión local" obedece a un intento por ocultar las peleas y conflictos permanentes de competencia que tenían lugar entre la Policía Federal y la ex SIDE. Tal "conexión local" ayudó en su momento a ocultar la ineptitud de los espías y los policías federales argentinos, y aseguró la existencia del manto de impunidad en la causa. Siempre de acuerdo a información no publicada, el rol de Galeano apuntó siempre en la misma dirección de ocultamiento de la verdad, aunque en el camino cometió la tontería de exponerse a cámaras ocultas. Finalmente, el círculo más belicoso de la comunidad judía argentina cayó en la trampa sembrada por las fuerzas de seguridad, y la "conexión local" tomó la debida constitución, al punto tal en que hoy pocos dudan de su existencia. Las investigaciones más creíbles -y casi confirmadas, aunque nunca seguidas por los medios- apuntan con claridad al hecho de que el atentado a la AMIA fue perpetrado por dos ciudadanos iraníes que ingresaron al país con el único objetivo de volar la mutual judía, inmolándose en el proceso. Los iraníes habían ingresado con pasaportes argentinos, provistos por el servicio de inteligencia de Irán.
El Ojo Digital Política