POLITICA: COMPLICADO PANORAMA PARA EL MATRIMONIO PRESIDENCIAL

La encrucijada de los Kirchner

Hace un año, Kirchner anunciaba, en los desguazados astilleros navales de Río Santiago, la inmediata reactivación con la fabricación de buques cisternas para transporte de petróleo venezolano. A su lado, asentía sonriente Hugo Chávez...

21 de Julio de 2010
Hasta el momento, en los astilleros no se ha fabricado ni una canoa, y los que iban a ser sus obreros (llevados al lugar para aplaudir a Kirchner) realizan protestas y reclamos “porque el Presidente mintió”. Hace dos años, Kirchner descabezaba la conducción de las Fuerzas Armadas, y ponía al frente del Ejército a un hombre de su confianza: Roberto Bendini. Hoy Bendini se halla involucrado en una causa judicial por corrupción en Santa Cruz, de cuyos avances nada se sabe. En una reunión cumbre de jefes de Estado, Kirchner afirmó que sabiamente había sacado del país los fondos de su provincia y los depositó en la Reserva Federal de los EEUU, salvándolos de esa manera de la debacle bancaria que sufrió la Argentina. Ahora bien, los fondos fueron sacados en 1994, en plena estabilidad, y la Reserva Federal norteamericana desmintió lo dicho por Kirchner. Luego, se habló de bancos de las Islas Caimán, y de Bancos Suizos. No hace mucho, Kirchner dijo que esos fondos volvían al país, sin que nada haya ocurrido. Se calcula que la suma asciende a 1.200 millones de dólares. El ministro de planificación e infraestructura, Julio De Vido, a quien Elisa Carrió públicamente califica de “cajero de Kirchner”, anunció hace dos años un amplio plan de obra pública. Nada de esto ocurrió, y al finalizar el año 2004 las partidas presupuestarias asignadas para el imaginario plan, fueron destinadas a Rentas Generales por no haberse usado. El paraíso de las contradicciones Gustavo Béliz, el ministro impoluto de Kirchner, al ser despedido, denunció la existencia de “cajas negras” en la SIDE y leyes secretas que permiten al Ejecutivo el manejo indiscriminado y arbitrario de cifras millonarias, que sirven, entre otras cosas para financiar campañas presidenciales. Béliz fue procesado, y desapareció de la escena y de los medios. Pero, no hace mucho, María Julia Alzogaray confesó que se repartían sobresueldos y que hay leyes secretas. Al poco tiempo fue dejada en libertad, mientras el ministro del Interior, Aníbal Fernández manifestaba no conocer las leyes secretas. Kirchner, desde el Ejecutivo, inició una fuerte embestida contra algunos miembros del Poder Judicial, a los que acusaba de pertenecer a la “mayoría automática” del menemismo en la Corte Suprema. Logró su objetivo, y las vacantes fueron cubiertas por abogados propuestos por Kirchner: Zaffaroni, Argibay, Highton de Nolasco. Carmen Argibay, que figuraba en la lista de “desaparecidos”, demoró varios meses en asumir su cargo, ya que previamente terminó de cobrar sus suculentos sueldos en miles de euros en la Cámara Internacional. Ya en funciones, declaró que estaba en contra de la prisión preventiva, y que la solución al problema de la superpoblación carcelaria era eliminar los dictados de prisiones preventivas, que atentan contra el principio de inocencia del que gozan los imputados. A los pocos días, la Cámara Federal dictaba la excarcelación de Omar Chabán, quien estaba con prisión preventiva. La inmediata y tumultuosa reacción que provocó la medida, hizo que Kirchner saliera a hacer declaraciones en su contra, incurriendo en una clara intromisión en las decisiones del Poder Judicial. Eugenio Zaffaroni, el mismo que cuestionó, en el 2001, la designación del socio del entonces gobernador Kirchner (Carlos Zannini) en la presidencia del Superior Tribunal de Justicia de Santa Cruz, salió al cruce de lo manifestado por Kirchner, reclamando que los políticos no busquen votos cuestionando decisiones judiciales, y exigiendo que los jueces gocen de libertad e independencia de criterio. Rápidamente, Kirchner replicó a Zaffaroni, haciendo mención a “reacciones corporativas” y a su lucha contra “las poderosas corporaciones”, olvidando que la Justicia es uno de los poderes del Estado. El modelo "K" El “modelo K”, que blasona su pertenencia ideológica de izquierda, ha logrado la mayor concentración de la riqueza en pocas manos de las últimas décadas. Y, como consecuencia, hay muy pocos que son cada vez más ricos, y muchos que cada vez son más pobres. Se trata de un modelo agroexportador de monocultivo, al que todos los manuales marxistas califican de la era “preindustrial y precapitalista”, dependiente de los países industrializados y capitalistas. El modelo K “de izquierda” mantiene una clientela subsidiada de 2.500.000 desocupados. Algo inadmisible en cualquier gobierno izquierdista. A la vez, los datos del INDEC reflejan que la aplicación del modelo ha generado más desempleo, aumento en el costo de vida, inflación, recesión y mayor número de pobres e indigentes. Este “modelo K” mantiene una economía de precios dolarizados con salarios pesificados e inflación creciente. El peor escenario imaginable. Por eso, los reclamos salariales hicieron eclosión en la complaciente CGT de Moyano, entretenida con el ilusorio “Consejo del Salario”, y por eso Susana Rueda denuncia que el camionero no tiene contacto con los dirigentes cegetistas desde hace meses, a pesar de ser un asiduo visitante de la Casa Rosada. Para un gobierno izquierdista, pactar políticas de ajuste con la detestada “burocracia sindical”, es cuanto menos, algo así como escupir para arriba. Los Kirchner contra todos Kirchner habla de plebiscitar su gobierno en las próximas elecciones legislativas. Y juega todas sus fichas a su esposa Cristina. La actual senadora por Santa Cruz sería candidata a senadora por la provincia de Buenos Aires. Una muestra de “renovación” y de la prometida “reforma política para transparentar la democracia”. Alguien dijo, en Lomas de Zamora: “La candidatura de Cristina es una provocación, es mojarle la oreja a Duhalde y al peronismo bonaerense...” Si los Kirchner no convencen a los Duhalde para que “Chiche” desista, el matrimonio en el poder dependerá del aparato electoral que pueda montar Felipe Solá. El mismo que durante años fue Secretario de Agricultura y Ganadería de Menem, y que llegó a la gobernación de la mano de Eduardo Duhalde. Otra muestra de la “renovación y transparencia política” del modelo K. En el caso que Cristina Kirchner presente finalmente su candidatura y sea derrotada, el poder del matrimonio gobernante tambaleará. Aunque el PJ logre triunfos en otras provincias, gracias a los referentes locales. La pelea de fondo, sin duda, se librará en territorio bonaerense, donde el duhaldismo y “Chiche” parecen conservar su hegemonía de tantos años. Por otra parte, Duhalde sabe que si cede su territorio, nada le quedará, ya que nunca construyó un esquema político en el resto del país. Si la pelea entre los Kirchner y los Duhalde se produce, habrá que ver que pasará con la gran cantidad de legisladores duhaldistas, y con algún funcionario nacional que aún responde a Duhalde. Los Kirchner parecen dispuestos a pelear contra todos, mientras el gobierno hace piruetas en el aire para llegar a las elecciones de Octubre, en medio de reclamos, conflictos y contradicciones. Su particular manejo del poder, sus fracasos en lo económico-social, y su política de confrontación permanente, los han llevado a una encrucijada difícil de resolver.
Carlos Rodríguez Mansilla, Seprin.com