INTERNACIONALES: SURGIRIA DE LA ASOCIACION ENTRE VENEZUELA, BRASIL Y LA ARGENTINA

Una unión petrolera de escaso rédito para la Argentina

La Argentina tiene poco que ganar con la conformación de una unión petrolera sudamericana. En los hechos, el desembarco de Hugo Chávez para explotar el petróleo argentino, reemplazará el monopolio de las petroleras extranjeras por un monopolio diferente, a la vez que logra incrementar la influencia política del líder venezolano y sienta las bases para una futura Chávez-dependencia por parte de nuestro país.

21 de Julio de 2010
Los presidentes Luiz Inácio Lula da Silva, de Brasil; Néstor Kirchner, de Argentina; y Hugo Chávez, de Venezuela; promovieron en Brasilia la creación de una unión petrolera suramericana. En un encuentro que comenzó la noche del lunes y terminó en la madrugada de este martes, los tres mandatarios discutieron diferentes temas de la integración regional, dando prioridad a la unión petrolera. Sobre la empresa multinacional petrolera, que se denominaría Petrosur, Chávez adelantó que "en Argentina vamos a desarrollar un programa de exploración y explotación de gas. En Brasil trabajaremos de inmediato en la refinería de Pernambuco". "En Venezuela realizaremos operaciones conjuntas en la Faja del Orinoco", agregó el gobernante, quien destacó el interés de su país por la refinería brasileña de Pernambuco, que recibirá el crudo en el océano Atlántico. Sobre la sigla de la naciente Comunidad Suramericana de Naciones, donde Brasil y Argentina han considerado el nombre de "Casa", Chávez señaló que "yo propongo que se llame Unasur (Unión Suramericana)". Al término del encuentro trilateral, el presidente Chávez destacó también la importancia de la Cumbre Comunidad Suramericana de Naciones-Liga Árabe, que tiene su reunión presidencial este martes y mañana miércoles en la capital brasileña. "El mundo se mueve, la geopolítica se mueve. Se acabaron las pretensiones hegemonistas de una superpotencia que pretende dictarle al mundo sus modelos económico y político. Avanzamos hacia un mundo pluripolar, hacia el equilibrio del universo, como dijera Bolívar". Sobre las ausencias de líderes árabes en la cita, Chávez comentó que "yo he ido a muchas cumbres, incluyendo las llamadas del milenio y allí tampoco han ido todos los jefes de Estado". "Lo importante es que están representadas todas las naciones hermanas de aquella región, con delegaciones de muy alto nivel", subrayó. En cuanto al veto para que Estados Unidos enviara un observador a la Cumbre, el gobernante venezolano volvió a disparar contra washington, al opinar que los estadounidenses "no tienen nada que hacer en esta cumbre. A nosotros no nos invitan a las reuniones del G-8". En la cita trilateral se discutió también el proyecto de televisión estatal suramericana, cuyo piloto se realizó en Brasil y su señal se extenderá ahora a Venezuela, que participará en la programación. Aunque Lula y Kirchner evitaron pronunciarse, Chávez desestimó las afirmaciones que indican sobre el supuesto malestar entre Argentina y Brasil. "Son especulaciones, son cuentos de gente interesada en causar perturbaciones. Yo que los conozco a ambos, que los veo a los ojos, se que son excelentes amigos y dos grandes luchadores por el avance de nuestros pueblos", apuntó. Precisó que "ellos (Lula y Kirchner) saben que el liderazgo lo deben tener los pueblos y que nosotros somos apenas circunstancias en la historia de estos liderazgos". La Cumbre de Presidentes de la Comunidad Suramericana de Naciones-Liga Arabe comienza este martes con la participación de apenas 17 de los 34 mandatarios que integran los dos bloques y notables ausencias de líderes árabes. El histórico y primer encuentro entre las dos regiones, que busca un aproximación política y comercial de los dos bloques, sufrió las ausencias, algunas de última hora, de importantes líderes y jefes de gobierno, en especial de los países árabes. En el aspecto comercial, en tanto, la corriente entre los dos bloques, que espera aumentarse a 15 mil millones de dólares en dos años, fue en 2004 de 10,000 millones de dólares, con 8,200 millones de dólares correspondientes al comercio equilibrado Brasil-Liga Árabe. Pero en la oleada de anuncios desde Buenos Aires y Caracas, se ha dejado de lado el planteamiento de un análisis serio sobre los beneficios que tal unión petrolera pueda dejar a la Argentina. La conformación de tal unión energética esconde en realidad un intento de Hugo Chávez por incrementar su influencia política en América Latina. No conforme con la exportación de inestabilidad a la que contribuye su administración -financiamiento de grupos extremistas en otras nacionaes-, ahora decide pasar a una segunda fase en la que utiliza el petróleo para generar una dependencia de otros paises hacia Venezuela. Puede lograrlo con el Brasil, quien históricamente sufre debido a la necesidad de importar más del 80% del petróleo que consume, pero ahora ha extendido sus pretensiones hacia la Argentina, que, necesitada de dinero fresco que no puede obtener en los mercados de capitales, elige el camino de poner sus reservas petrolíferas a disposición de Chávez para su explotación. De tal suerte que la Argentina permite al polémico líder venezolano poner las manos en sus reservas energéticas. Finalmente, tal intento presupone el cambio de dueño del petróleo argentino, desde la pseudo-dictadura energética de Repsol, hacia la posición sub-imperialista de Hugo Chávez, quien continúa tejiendo su red de influencias en un cada vez mayor número de países. La de Chávez es una carrera contra el tiempo, porque sabe que Estados Unidos, tarde o temprano, echará mano de las pruebas para intervenir directa o indirectamente contra Venezuela, intervención que no puede llevar a cabo si el bolivariano continúa "invadiendo" con su retórica a los países del subcontinente. Estados Unidos no puede permitir la existencia de un "mandamás" en su patio trasero. Los americanos e ingleses -los verdaderos titiriteros de la cuestión petrolera a nivel mundial- claramente ven en Chávez a una amenaza para su negocio. El problema es que Chávez está dispuesto a todo para ganar la partida : su verborragia dispara a viva voz la amenaza de desestabilizar políticamente a las frágiles democracias latinoamericanas -con el dinero de su petróleo-, si acaso a los norteamericanos se les ocurriera invadir Venezuela. La situación pone al país del norte en la encrucijada de tomar acción militar o diplomática efectiva contra Chávez, y volver a quedar en el "rol del malo de la película", o bien "dejarlo hacer" en su táctica subrepticia de infiltración y financiación de grupos extremistas bolivianos, argentinos o ecuatorianos, con la que continúa incrementando su influencia en la región. Tal conflicto constituye una clásica pelea entre los dos jugadores remanentes del tablero energético de T.E.G., en donde el ganador se lleva todo. Y no precisamente para vender "a precio de amigo". Los países que hacen las veces de "jamón del medio", por más que publiquen su posición como una ventaja, en realidad están siendo literalmente engullidos por los dueños de las manos que mueven las piezas del tablero gigante.
El Ojo Digital Internacionales