INTERNACIONALES: JOSE MIGUEL INSULZA, FLAMANTE SECRETARIO DE LA OEA

Insulza es ungido Secretario en OEA en un ambiente de división

La victoria del ex canciller chileno fue calificada por algunos como "pírrica", luego de los reiterados intentos por elegir un nuevo Secretario General. Subsiste la cuestión del creciente aislamiento de Chile en la región y el fervor antichileno generado desde Bolivia y Perú. Latinoamérica, dividida.

21 de Julio de 2010
Las posiciones principistas del Perú, Bolivia y México terminaron por opacar la elección del chileno José Miguel Insulza al cargo de secretario general de la OEA. Los tres países argumentaron razones diplomáticas de diversa índole y le negaron sus votos al candidato de Chile. El Perú dijo que su negativa se basaba en el desencanto por la venta de armas de Chile al Ecuador en pleno conflicto fronterizo del Cenepa, mientras que Bolivia cuestionó "la poca disposición de Chile" para resolver amistosamente su problema marítimo. México -tal vez la negativa de mayor peso- expresó su malestar frente de la actitud chilena al no querer retirar la candidatura de José Miguel Insulza cuando ya lo había hecho el canciller mexicano Luis Ernesto Derbez. De nada valieron las presiones de EE.UU. para lograr una elección por consenso y evitar cualquier tipo de cuestionamiento diplomático al chileno. A pesar de que el triunfo de José Miguel Insulza se daba por descontado, entre los 34 cancilleres reunidos en la sede principal de la OEA aún se mantenía vivo el recuerdo del quíntuple empate logrado hace tres semanas entre el canciller mexicano, Luis Ernesto Derbez, y el ministro del Interior chileno. Inicialmente se esperaba una elección por aclamación, pero con el correr de las horas se comprobó que las posturas contrarias de Bolivia y Perú obligarían a realizar votación normal. La gran sorpresa surgió al momento del recuento de los votos. Todos esperaban un resultado de 32 balotas a favor y 2 en contra, pero los resultados finales revelaron que Insulza logró 31 votos a favor, dos abstenciones y un voto en blanco. Luego de una serie de especulaciones diplomáticas se supo que las dos abstenciones correspondieron a Bolivia y México, mientras que el voto en blanco fue del Perú. El malestar de la cancillería mexicana surgió luego de que Chile se negara a retirar la candidatura de Insulza, desestimando el pedido de promover la postulación de un candidato de consenso. El canciller boliviano, Juan Ignacio Siles, aprovechó la ocasión para expresar el rechazo de su país a la candidatura del chileno José Miguel Insulza. Dijo que el diferendo con Chile por su negativa de dar una salida al mar soberana a Bolivia representaba una razón de fuerza para no conceder su voto. Siles puntualizó que la mediterraneidad hasta el día de hoy genera enormes consecuencias negativas para desarrollo del país, evidenciando la poca voluntad de solidaridad e integración por parte de Chile. El recién electo secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, señaló que su gestión apuntará al fortalecimiento del organismo y establecer la conciliación en aquellos puntos que hoy son discrepantes entre algunos países miembros. "Quiero asegurarles una vez más a mis hermanos bolivianos que en mis acciones como secretario general nunca haré nada que pueda perjudicar objetiva o subjetivamente sus intereses", afirmó Insulza en su primer encuentro con la prensa internacional. Reiteró la esperanza de que los problemas que han dividido a Chile y a Bolivia puedan resolverse a través del diálogo para beneficio mutuo. Insulza se excusó de hacer comentarios con respecto a las criticas formuladas por Perú, por la venta de armas de Chile al Ecuador durante el conflicto armado registrado en la década pasada. "Ese es un tema bilateral que le corresponde contestar a la Cancillería de Chile. Hasta donde tengo conocimiento, mi país respondió al Perú en el tiempo y en la forma adecuada", concluyó. El creciente aislamiento en que Chile se ve en la región es tema de preocupación entre diplomáticos chilenos. Si bien han logrado imponer a su candidato en la OEA, esto ha sido a costa de un enorme costo político y de imagen exterior para los chilenos. Por otro lado, la obtención de tal laudo ha debido ceñirse a numerosas claudicaciones, por cuanto a partir de aquí Insulza estará obligado a prestar atención a los reclamos bolivianos de salida al mar, y a considerar con mayor reflexión los cuestionamientos peruanos a Chile por la venta de armas a Ecuador durante la guerra que enfrentó a esos países. Por otra parte, el peso de los votos argentinos y brasileños para imponer a Insulza seguramente vendrán acompañados de "pasaje de facturas" por parte de estos países. En un primer término, Chile ha suavizado las críticas a la Argentina por los racionamientos de gas, e incluso tales cortes se incrementaron aún más mientras se debatía la elección del Secretario General para la OEA. Los brasileños, como consecuencia del voto a Insulza, seguramente requerirán de Chile apoyo para lograr el codiciado asiento permanente en la ONU, cuestión que a la vez incrementará los movimientos argentinos para bloquear a Brasil en su deseo. Tal vez la contribución más importante que el ex canciller chileno puede realizar en la Organización de Estados Americanos, sea una política agresiva de contención del peligroso Hugo Chávez, y de la separación absoluta de Cuba del plano político americano. Dos cuestiones en las que Chile ya está avanzando. Al margen de la cuestión sobresaliente de la victoria a lo Pirro de José Miguel Insulza y Chile, resalta el hecho de que la región latinoamericana aparece más desunida que nunca.
El Ojo Digital Internacionales