INTERNACIONALES: LA RELACION CON BRASIL

Es oficial : la Argentina intentará frenar el protagonismo brasileño

El Presidente Kirchner observa con disgusto el ansia de protagonismo de Itamaraty. Pero la política exterior de Brasil se haya en pleno movimiento, intentando acaparar espacio mediático en toda ocasión que le sea posible. El Canciller Bielsa analizó la situación con embajadores de carrera de la Argentina en el servicio exterior.

21 de Julio de 2010
El canciller Rafael Bielsa y los embajadores argentinos reunidos en Washington analizaron las relaciones con Brasil. La intención no sería otra que poner un freno al presente "expansionismo" diplomático brasileño, que, como dicen los españoles, intenta ir "a por todas". La información fue tratada en principio por Clarín, llamando la atención al respecto de un endurecimiento de la posición argentina ante Itamaraty. "Esta vez no se trata solamente de roces comerciales. El gobierno adjudica a Brasil desaires y decisiones inconsultas en la crisis ecuatoriana y en la relación con (el presidente venezolano Hugo) Chávez", dice el diario, al comentar el encuentro de diplomáticos argentinos. Efectivamente, la política inicial del Presidente Néstor Kirchner siempre ha sido de respeto para con los brasileños, pero Brasil no ha respondido de igual modo en un sinnúmero de escenarios. En una primera instancia, Kirchner había anticipado que las negociaciones con Estados Unidos y otras potencias tendrían lugar siempre desde el ámbito del Mercosur. La respuesta de Brasil fue negociar un tratado de libre comercio con los estadounidenses, sin consultar al grupo económico sudamericano. En su momento, idéntico tratado negociaron los chilenos y los uruguayos con Estados Unidos. La Argentina en este momento es el único país de la región que no tiene en agenda negociar este tipo de tratado con el país del norte. Brasil volvió a "plantar" a la Argentina y a la mismísima OEA en el caso ecuatoriano, ofreciendo una salida política unilateralmente, para refugiar al ex presidente de aquel país. Las trabas económicas constantes que Brasil impone a la Argentina y el escaso apoyo que los brasileños evidenciaron con respecto a la negociación argentina con el FMI también fueron objeto de análisis. No escapa a ningún analista económico que el Mercosur es cada vez más imperceptible, y consta más que nunca que está hecho a la medida de la industria brasileña, que coloca sus productos de baja calidad en la Argentina. Oportunamente, Arturo Frondizi le había hecho saber al ex presidente Alfonsín -durante su mandato- que el Mercosur era un gran error, pues la Argentina se convertiría en una provincia económica del país vecino. Hoy es difícil objetar aquella reflexión, ya que nuestro país se encuentra atiborrado de productos brasileños, y la situación inversa no se da en lo más mínimo. Incluso la industria automotriz ha sido claramente absorbida por Brasil, que logró que los autos argentinos incorporen un 60% de partes de su origen, en promedio. La Cancillería Argentina no podrá adquirir la sabiduría y la experiencia de Itamaraty en sólo un día, pero cuando menos, puede abandonar las actitudes contemplativas y ensayar una relación que proteja con mayor énfasis los intereses estratégicos de la Argentina. En tal sentido, son correctos los lineamientos propuestos por la Administración Kirchner de bloquear los intentos brasileños para ocupar un asiento permanente en las Naciones Unidas por Latinoamérica. No es Brasil el representante ideal de la región, por cuestiones idiomáticas, culturales, y principalmente porque aquel país claramente defiende sus propios intereses en todo foro regional, siempre al margen de lo discutido en la región sudamericana.
El Ojo Digital Internacionales