POLITICA: LOS TEMAS QUE TRATARA : LA SEGURIDAD EN AEROPUERTOS, EL PLAN DE RADARIZACION Y LOS EJERCICIOS MILITARES CON EE. UU.

Finalmente llega Donald Rumsfeld a la Argentina

En una fugaz visita, el titular de la cartera de Defensa estadounidense, Donald Rumsfeld, llegará hoy a la Argentina. Oficialmente, los temas por los que visita el país, están relacionados con la seguridad aeroportuaria, la posibilidad de reanudar ejercicios militares entre ambas fuerzas armadas, y el status del plan de radarización.

21 de Julio de 2010
Esta noche el secretario de Defensa norteamericano, Donald Rumsfeld, llegará por primera vez a la Argentina. Y tendrá una idea central para su viaje: intercambiar opiniones sobre la seguridad que se dará al presidente George W. Bush en Mar del Plata, cuando en noviembre asista a la Conferencia de las Américas. Mañana, el ministro de Defensa, José Pampuro, recibirá al funcionario de los Estados Unidos con una agenda argentina que se centrará en la compleja situación que se vive en Haití. Esos serán los ejes más importantes del diálogo bilateral, según confirman las fuentes de ambos países. Pero algunas fuentes incluso han deslizado la posibilidad de que Rumsfeld consulte a las autoridades argentinas por lo sucedido con el caso Southern Winds -además de interiorizarse por el accionar de las autoridades nacionales frente a esa situación-. Estados Unidos -y esto no es novedad- sigue muy de cerca los casos importantes de narcotráfico y las cuestiones de seguridad de aeropuertos internacionales. Reiteradas veces han tenido lugar desaveniencias entre autoridades argentinas y norteamericanas, relacionadas con la escasa seguridad que presenta el Aeropuerto de Ezeiza. Durante la Administración Menem tuvieron lugar las discusiones más ríspidas. Y el caso Southern Winds vuelve a poner la lupa de los estadounidenses en los políticos argentinos, en esta oportunidad, en algunos funcionarios del gobierno de Kirchner. En otro orden de discusión, las diferencias de opinión más notables entre los argentinos y los estadounidenses está relacionado con el pedido de estos últimos para que involucren a las fuerzas armadas en la lucha contra el narcotráfico. En la Argentina, los sucesivos ministros de defensa siempre rechazaron de plano esta posibilidad, sin esgrimir razones contundentes pero claramente estas se orientan hacia el temor de que los militares terminen "absorbidos" por la corrupción relacionada con el tráfico de drogas. Así sucede en países como Colombia y México, en donde militares han caído en desgracia luego de comprobarse su participación en el negocio de los estupefacientes. En cuanto al escenario de Haití, debe decirse que los países sudamericanos asumieron un papel protagónico en la resolución de la crisis haitiana. Pero, a nueve meses del inicio de la misión internacional, con el amparo de las Naciones Unidas, se vuelve cada día más difícil el mantenimiento de la paz que procuran los cascos azules. Los incidentes en Puerto Príncipe son casi constantes y avanzan en una peligrosa curva ascendente. El problema que ven los países del Mercosur es la falta de compromisos reales en Haití por parte de las naciones más desarrolladas. Pampuro le pedirá a Rumsfeld que los Estados Unidos aceleren el flujo mundial de recursos económicos para los haitianos, antes de que esa población decida que las tropas de la ONU no aportan soluciones a sus problemas y carguen sobre ellas. A este respecto cabe recordar que las fuerzas argentinas que participan de la operación, se encuentran ubicadas en los barrios más conflictivos de la localidad de Gonaives, sitio bajo control de las pandillas más violentas. Incluso ya han tenido lugar varios enfrentamientos, aunque el Ministerio de Defensa libera esta información a cuentagotas. El problema es que, no dentro de mucho, habrá que considerar el envío de una nueva partida de efectivos para que se agreguen a las ya presentes. Dado el escenario de violencia creciente, se espera que el batallón argentino de las Naciones Unidas enfrente situaciones más difíciles cada día, y peor será mientras Estados Unidos y Francia -los países desarrollados más implicados en la crisis- continúan demorando las definiciones económicas para Haití. El ministro argentino transmitirá, además, otra posición compartida en el Mercosur : el Consejo de Seguridad de la ONU debe encontrar la forma de colocar a la policía nacional de Haití bajo el comando de las tropas de paz, porque existe una clara tendencia de esa fuerza local a actuar de manera independiente y con ciertas intenciones políticas. El curso de la misión militar en Haití dependerá mucho de que se puedan desarrollar las elecciones en ese país. Más allá de la conversación privada, Rumsfeld agradecerá la participación argentina en el sostenimiento de la paz en Haití. Por su lado, el secretario de Defensa norteamericano se interesará en las cuestiones de seguridad para la cumbre de presidentes americanos en Mar del Plata. Si bien no es el área específica de Pampuro, como interlocutor natural de Rumsfeld escuchará las propuestas norteamericanas. No se descarta que los Estados Unidos soliciten algún permiso especial para fortalecer la seguridad de Bush en la Argentina. Para tener una idea del movimiento de personal que involucra una visita de Bush puede tomarse en cuenta que Rumsfeld, funcionario de primera línea, pero en visita relámpago de pocas horas, llegará a la Argentina con sesenta acompañantes. Coincidirán Pampuro y Rumsfeld en la necesidad de retomar los ejercicios combinados, suspendidos en 2003, pero dejarán a la Cancillería y al Departamento de Estado las tareas de acercar las posiciones sobre el pedido de inmunidades especiales para las tropas norteamericanas, un pedido obligado a todos los países por ley del congreso norteamericano. Este pedido se ha encontrado hasta el momento con la firme negativa del congreso argentino. Las variantes técnicas para permitir esos ejercicios ya se encontraron, pero el tema tiene un contenido político que deja la decisión final en manos del presidente Néstor Kirchner. Tal como lo hizo en noviembre último, Pampuro detallará el plan nacional de radarización que está en marcha. Del lado norteamericano no se espera otra cosa que la repetición de la propuesta de Rumsfeld para modernizar los radares móviles de la Fuerza Aérea. La seguridad aeroportuaria, caso Ezeiza mediante, podría sobrevolar la conversación, al igual que un análisis general sobre la situación regional centrada en terrorismo y narcotráfico, dos temas siempre presentes en las agendas norteamericanas. Las trabas en el Congreso impedirán mostrar a Rumsfeld la aprobación de dos leyes contra el terrorismo internacional, que el Gobierno quería aprobar antes de esta visita y del encuentro en Washington entre el canciller Rafael Bielsa y la secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice. Pampuro y Rumsfeld también conversarán sobre el desarrollo de la crisis en Bolivia y la preocupación norteamericana por la compra de armamento por parte del presidente venezolano Hugo Chávez. El jefe del Comando Sur, general Bantz Craddock, ya hizo mención pública sobre esas cuestiones que son temas ineludibles de la agenda de defensa regional. En ocasión de la asunción del presidente uruguayo Tabaré Vásquez, tanto Kirchner como Lula preguntaron a Chávez acerca de la compra de armas rusas y los argumentos para justificarla, a lo que Chávez hizo prácticamente oídos sordos. El temario abarcará también asuntos prácticos, como el intercambio de oficiales para cursos, pero los ejes serán la visita de Bush y Haití.
El Ojo Digital Política