INTERNACIONALES: GABRIELA CALDERON

Chile, en el precipicio

El próximo 25 de octubre, se realizará en Chile un plebiscito para determinar...

17 de Octubre de 2020

 

El próximo 25 de octubre, se realizará en Chile un plebiscito para determinar si los chilenos desean redactar una nueva constitución. En Venezuela, Bolivia, Ecuador, Nicaragua, ya se vio esta película, hace más de una década. En varios medios, se preanuncia que se trata desde una re-democratización de Chile —como si dicho país no se hallare viviendo bajo un régimen democrático durante las últimas décadas— incluso una mejora del sistema democrático. En ambos casos, se vende todo el proceso como algo democrático, cuando realmente Chile tendrá un plebiscito en no poca medida gracias a la violencia de octubre de 2019.
 
Chile, Michelle Bachelet, Nueva Constitución, Extrema izquierda, Cristina Kirchner, SocialismoEsta consideración no es menor. En Ecuador, bien sabemos que lo que inicia mediante métodos violentos, evoluciona de igual forma. Cuando Rafael Correa llegó al poder con la bandera de 'refundar la nación' en torno a una nueva constitución, tuvieron lugar sucesivos golpes a la institucionalidad democrática del país, y todo mientras se vitoreaba que los ciudadanos ecuatorianos participaban de una 'fiesta democrática'. A la fiesta, no estábamos invitados todos, y cada vez se volvió más exclusiva: cualquiera que incomodase la versión oficial de la realidad, tenía que enfrentarse al poder del partido, que llegó a controlar todas las instituciones del Estado.
 
El llamado proceso constituyente tenía un complicado conjunto de reglas que era constantemente interpretado según la conveniencia de quienes ostentaban el poder. Se vendía con mucho éxito una utopía y, a quien se resistía por tener alguna diferencia de opinión, o quizás por creer en otra utopía, se le contestaba con violencia. El costo del disenso fue incrementándose, conforme se concentraba el poder cada vez más en unos pocos.
 
Ahora, Chile vive esa misma ilusión en torno a una nueva carta política. En América Latina, las constituciones, más que límites al poder, han sido un reflejo de las aspiraciones del grupo que logra imponerse.
 
Axel Kaiser, académico de la Universidad Adolfo Ibáñez, sostiene que Chile nos presenta la paradoja de una nación que, aún habiendo experimentado un progreso rápido y marcado —en prácticamente cualquier indicador social y económico que uno elija—, muestra un alto nivel de descontento. La inflación, la pobreza y la desigualdad disminuyeron conforme aumentó el crecimiento económico promedio, la movilidad social y otros indicadores como la cobertura y calidad de la educación y los servicios médicos.
 
¿Cómo explicar esta paradoja? El filósofo Karl Popper supo decir que las utopías presuponen una sociedad ideal, y que resulta imposible concebir tal sociedad a través de los métodos científicos. Por lo tanto, las diferencias de opinión acerca de cómo debería ser esa sociedad ideal 'no siempre pueden ser resueltas a través del método de la argumentación'. En consecuencia, 'el utopista debe ganarse, o destruir, a los utópicos que compiten con él, y que no comparten sus objetivos utópicos, y quienes no profesan su religión utópica'. Y, para destruirlos, el utopista debe valerse de la violencia, la cual según Popper comprende la propaganda, silenciar a los críticos y la aniquilación de toda oposición.
 
Podríamos estar pecando de inocentes, si consideramos que Chile simplemente se arriesga a convertirse en una social-democracia al estilo nórdico o argentino, cuando esto puede terminar siendo algo más radical.


 
Sobre Gabriela Calderón

Es Magister en Comercio y Política Internacional de la George Mason University y graduada con un título de Ciencias Políticas con concentración en Relaciones Internacionales de la York College of Pennsylvania. Se desempeña como Editora de ElCato.org. investigadora del Cato Institute y columnista de El Universo (Ecuador) desde enero del 2006. Sus artículos y papers son publicados regularmente en otros periódicos de Latinoamérica y España.