INTERNACIONALES: DEAN CHENG

Qué significa para China y para el mundo la crisis potencial de la represa del río Yangtsé

Por si 2020 no haya tenido hasta aquí las suficientes crisis para la República Popular China...

05 de Agosto de 2020

 

Por si 2020 no haya tenido hasta aquí las suficientes crisis para la República Popular China, esta nación ahora debe lidiar con el potencial escenario de catástrofe, a raíz del masivo ciclo de lluvias registrado en su territorio.

Río Yangtsé, Represa Tres GargantasDurante muchas semanas ya, la región central de China ha sido azotada por un masivo sistema de lluvias, sobre el cual hoy se sabe ha producido la tercera peor inundación en 2020. El fenómeno climatológico, que ha aumentado bruscamente el caudal del río Yangtsé, conduce hoy a la preocupación frente a que la Represa Tres Gargantas se vea sometida a un estrés muy superior a su capacidad.

Tales preocupaciones, sin embargo, no desaparecieron de la luz pública, particularmente cuando la agencia estatal de noticias Xinhua News informó que se había registrado 'desplazamiento y deformación' (traducido del original 'weiyí, shenliu, bianxíng') en la estructura de la represa. Aún cuando los indicadores se encuentran dentro de los parámetros normales, la preocupación frente a un posible colapso de la misma subsiste.

Ya fuere que un colapso estructural tenga lugar o no, lo cierto es que la inundación potencial del río Yangtsé derivaría en un escenario de impresionantes efectos en China y más allá, especialmente debido a que la amenaza de desmoronamiento de la represa coincide con una colección de otras crisis en el orden doméstico.



Al respecto de las represas chinas

A lo largo de su historia, los gobiernos en China han buscado domar a los cursos fluviales. El Río Amarillo -segundo más importante en territorio chino- ha sido históricamente conocido como el 'Pesar de China', a raíz de las numerosas inundaciones que han devastado a comunidades situadas en la vera de sus más de 6 mil kilómetros de extensión. Conforme lo informara en su oportunidad el matutino hongkonés South China Morning Post,

Descartándose a hambrunas y pandemias, las inundaciones registradas en la China central en 1931 son consideradas, generalmente, como el desastre natural más grande del siglo XX. Más de 140 mil personas perecieron ahogadas, mientras que al menos 3.7 millones perdieron también la vida durante los nueve meses que siguieron a la catástrofe natural.

Como resultado, varios gobiernos del país -de extracción ideológica variopinta- intentaron dominar el poder de los ríos chinos, buscando limitar sus crecidas en el proceso. A la postre, y durante siglos, se construyeron represas, canales y diques.

La ONG International Rivers estima que China cuenta hoy con 87 mil represas. Estas han sido erigidas para controlar inundaciones, para asistir en mecanismos de irrigación, para redirigir el curso de ciertos ríos (especialmente en el norte de China, que ha padecido agudas sequías en años recientes), y para generar energía eléctrica.

La Represa Tres Gargantas es, quizás, la más conocida de las represas de la nación. Le fue dado su nombre a partir de su ubicación, cercana a tres imponentes gargantas a lo largo del río Yangtsé.

La idea de construir una represa cerca de esa locación fue inicialmente planteada por Sun Yat-sen, padre de la China moderna, quien supo derribar a la Dinastía Qing. Sun tuvo la visión de una masiva construcción de represas hidroeléctricas que ayudarían a dotar de electricidad a la China central, catapultando al país hacia la modernidad.

Tanto el gobierno nacionalista de Chiang Kai-shek como los encargados de planificación del Japón imperial -que aspiraban a absorber a China durante la Segunda Guerra Mundial- examinaron la referida zona, motivados por la intención de dominar al curso de agua. En el epílogo, no fue hasta 1994 que se allanó el terreno para la construcción de la citada represa.

Completada en 2008, la estructura cuenta 185 metros de alto, y 2.309 de largo. Las aguas de la represa potencian a un total de 34 generadores, con un resultado total de 22.500 megavatios -variables que convierten a Tres Gargantas en la instalación para la generación hidroeléctrica más importante del planeta.

Amén de generar electricidad, la represa también tiene la intención de asistir en el control del flujo del Yangtsé, como parte del sistema de control general para la cuenca del río. Al determinarse cuánta agua llegará a los sectores medio y bajo, Tres Gargantas ayuda a limitar las posibilidades de inundación de ciudades tales como Wuhan y Nanjing.

Al mismo tiempo, la represa ha servido para reconfigurar al Yangtsé en un curso navegable, desde Shanghai en la costa, hasta Chongqinq -en el corazón de China central. El reservorio resultante cuenta un aproximado de 660 kilómetros de largo.



Riesgo creciente

Tres Gargantas es sólo una entre otras represas construídas a lo largo del río Yangtsé. Aún cuando su reservorio se encuentra entre los de mayor caudal y extensión, las represas situadas río arriba suelen ser más importantes. La totalidad de la red exige contener y liberar agua de manera coordinada, a efectos de garantizar que los reservorios localizados río abajo y los lagos que continen excedentes de agua no se vean abrumados en simultáneo.

Este proceso ha comenzado a convertirse en un problema en este año 2020, en razón de que la totalidad de la cuenta del río Yangtsé, incluyéndose aquí a los ríos que alimentan al brazo principal del Yangtsé, han padecido una cadena de masivas tormentas -que carecen de precedente histórico. Como resultado del masivo flujo de agua, las represas situadas río arriba deben ahora lidiar con un estrés creciente, mientras el subproducto de la inundación envía caudales superiores a los tolerables hacia sus zonas de contención.

A criterio de aliviar la presión, los chinos han llegado a proceder con la demolición de una sección perteneciente a una represa pequeña de la zona -localizada en la provincia de Anhui-, la cual se ocupaba de recibir el flujo de afluentes que alimentan el Yangtsé. Sin embargo, la apertura de nuevas vías de vertido de aguas en las represas situadas río arriba solo contribuirá a incrementr el volumen de agua que se desliza hacia el reservorio de Tres Gargantas.

En efecto, Tres Gargantas ha contabilizado ya un total de tres picos de inundación, afectando al proceso de liberación de agua desde su imponente reservorio. Informes específicos sugieren que el agua que ha estado fluyendo hacia el reservorio se sitúa en torno de entre los 50 mil y los 60 mil metros cúbicos por segundo pero que, de acuerdo a preocupaciones vinculadas a eventuales inundaciones en las ciudades localizadas río abajo, sólo se libera agua a un índice de 38 mil metros cúbicos por segundo.

El reservorio, cuyo nivel máximo es de 175 metros, ha alcanzado 164.18 metros ya, habiendo excedido su registro anterior de 163.11 metros, en 2012.



El impacto de la inundación

Las recurrentes inundaciones plantean una serie de desafíos para las autoridades en Pekín.

Económicos. Río abajo, desde Tres Gargantas, el Yangtsé fluye a través de una serie de importantes centros urbanos chinos, incluyendo a Wuhan y Nanjing, previo a desembocar en el mar, junto a Shanghai. La inundación actual ha ha llevado a que se produjeran 140 muertes y dos millones de ciudadanos desplazados, conforme las ciudades y pueblos situados al margen del Yangtsé y sus afluentes han sido evacuados. Más millones de personas se verán afectadas, en tanto granjas, minas y otros negocios han sido impactados por las aguas de la inundación.

La inundación ha afectado a la economía del país, conforme los negocios han perdido inventarios y la producción se ha visto demorada. De igual modo, los vínculos del transporte a lo largo de China se han visto interrumpidos, lo cual no solo ha traído repercusiones a nivel regional, sino también nacional.

Adicionalmente a ello, la magnitud y el alcance de la inundación están afectando marcadamente a las cadenas de suministros. Por ejemplo, la entrega de indumentaria para la protección personal desde China ha sido demorada con adicionales de tres semanas y hasta de un mes, debido a la inundación de numerosos centros de producción, así como a la interrupción del transporte que debería movilizar ese material a los centros de logística y puertos.

Sanitarios. Lo que es notable, las inundaciones están afectando a Wuhan, epicentro de la epidemia de COVID-19. La evacuación de centenarse de miles de residentes afectaría eventualmente la capacidad de mantener distanciamiento social, confinamientos y otras medidas que tienen por fin contener la amplificación del virus. La selección del sitio en el que los evacuados sean destinados también afectará, con toda probabilidad, la capacidad de reforzar el cumplimiento de la cuarentena.

La socialización del sistema sanitario chino implica que las personas se encuentran fundamentalmente atadas a sus localidades de origen, para contar con beneficios médicos y medicinas (lo propio aplica para otros esquemas domésticos de bienestar social). Aún resta comprobar cómo la saturación de hospitales y el desplazamiento de personas podrían afectar la provisión de cuidados médicos, a la luz del COVID-19 y de inundaciones de magnitud.

Políticos. El presidente Xi Jinping hace frente hoy a una 'tormenta perfecta' de desafíos políticos. La crisis del COVID-19 ha golpeado a China, en un momento en que el país buscaba resolver algunos aspectos de la guerra comercial que mantenía con los Estados Unidos de América.

El confinamiento pro-COVID-19 que fuera impuesto en China significó un monumental perjuicio económico, incluyendo la caída del 6% en el PBI del país, lo cual no observa precedentes. Mientras que este aspecto no es responsabilidad de Xi per se, los líderes políticos en China suelen ser culpados por los ciclos económicos negativos, y por otros problemas como ser el aumento del desempleo o crecimiento de la inflación.

Para millones de ciudadanos chinos que ya deben enfrentar padecimientos económicos, el hecho de que ahora deban proceder a evacuar sus ciudades y pueblos sólo contribuirá a tensionar la capacidad del Partido Comunista Chino a la hora de mantener el orden -al tiempo que comprometerá la capacidad de Xi para mantener su aura de liderazgo supremo.

Asimismo, este escenario se ve potencialmente exacerbado por los desafíos procedentes del exterior. Poco bien podría hacerle a Xi el hecho de que un núcleo de naciones de la Unión Europea comiencen a declarar que Huawei verá prohibido su ingreso a sus redes 5G. La Administración Trump, por su parte, ha multiplicado discursos críticos, y ha procedido con una concatenación de procesamientos de ciudadanos y funcionarios de la República Popular bajo cargos de espionaje; todo lo cual aumenta las presiones sobre Xi y sobre el resto del Politburó en el Partido Comunista Chino.



Pensando lo impensable: un fallo en la represa Tres Gargantas

En rigor, la totalidad del cuadro descripto palidece ante la eventualidad del desmoronamiento de la represa Tres Gargantas -escenario temible, mas no imposible. Una represa china en Guangxi colapsó a comienzos del mes de julio. Mientras que en apariencia no se registraron muertes, no fue sorpresa que la inundación involucrada fue importante. También resulta destacable que la cobertura de los medios chinos en torno de este episodio ha sido casi nula.

Si tuviera lugar una crisis en la estructura de Tres Gargantas, un imponente caudal de agua se trasladaría río abajo por el Yangtsé. Mientras que existen numerosos lagos en el curso inferior que servirían como mecanismos perentorios de control, la liberación súbita de millones de metros cúbicos de agua hacia el reservorio situado en la retaguardia de Tres Gargantas, rápidamente excedería su capacidad.

La pérdida de vidas en un evento de magnitud como el aquí evaluado sería devastadora. Muchas ciudades pequeñas localizadas río abajo desde Tres Gargantas cuentan con poblaciones de entre cuatro y seis millones de almas. Nanjing solamente cuenta 8.5 millones, mientras que Wuhan tiene 11 millones.

El perjuicio en el cómputo físico sería impresionante. Ciudades como Wuhan terminarían inundadas, y lo propio sucedería con los campos lindantes.

Lo cual conducirá necesariamente a una resultante de pérdida de granos y, a su vez, ello impactaría en la capacidad productiva de alimentos de China -ya sometida a un marcado estrés, y que supo padecer una epidemia de gripe porcina asiática, además de una invasión de plagas (la oruga conocida como cogollero del maíz). Este escenario, superpuesto a las masivas lluvias e inundaciones, pondría en jaque la capacidad que China tiene para alimentar a sus ciudadanos.

El impacto económico a nivel global también sería de magnitud, no solo debido a la disrupción de las cadenas de suministro en las industrias, sino a la eventual ocurrencia de efectos financieros perniciosos derivados de semejante catástrofe natural. Mientras que China bien podría importar alimentos para mantener sus stocks, esto comportaría efectos sobre los mercados mundiales de alimentos.

Todo lo cual también llevaría a que una porción importante de las reservas internacionales chinas se relocalice en otros proyectos, quitándose recursos a la Nueva Ruta de la Seda -Belt and Road Initiative; proscenio que resultaría en la imposibilidad, para muchas naciones del Tercer Mundo, de desarrollar sus proyectos de infraestructura por este convenio con Pekín.

Toda vez que es correcto ponderar adecuadamente la crisis en la administración de recursos que surgiera de la pandemia de COVID-19, sería positivo que líderes nacionales y de organizaciones internacionales vinculadas a la asistencia sanitaria y de alimentos, prestaran especial atención a los informes originados en la China central.



Artículo original, en inglés

 

 

Sobre Dean Cheng

Analista e Investigador en la Fundación Heritage (The Heritage Foundation), Washington, D.C., en temas políticos y de seguridad. Como experto en capacidades militares y espaciales de la República Popular China, Cheng se ha especializado también en el estudio de la política exterior y de Defensa chinas, en particular sobre la relación de Pekín con el resto de Asia y con los Estados Unidos de América.