INTERNACIONALES: PATTY-JANE GELLER

En el Día de la Exploración Espacial, Estados Unidos consolida su liderazgo

Este pasado 20 de julio, se celebró el Día de la Exploración Espacial...

21 de Julio de 2020

 

Este pasado 20 de julio, se celebró el Día de la Exploración Espacial, convenientemente, a diez días del lanzamiento -por parte de NASA- del rover Perseverance, del programa Marte 2020, y que habrá de consignar una misión histórica.

Día de la Exploración Espacial, Estados UnidosCuando el rover Perseverance aterrice, tras concretar su jornada de siete meses en el cohete Atlas V, rastreará pistas de vida antigua en suelo marciano, en tanto también recogerá muestras de rocas y suelo -para luego retornar eventualmente a la Tierra.

Mientras que muchos recién oirán por primera vez sobre el lanzamiento de Mars 2020 en los próximos diez días, los fanáticos de temas espaciales como quien esto escribe han esperado esta fecha por años -algunos, la esperaron durante más de una década.

El concepto de la recolección de rocas en Marte para su posterior transporte a la Tierra nos retrotrae a la edición 2011 de la Encuesta de Ciencia Planetaria (que se realiza cada década), enumerando las prioridades científicas que NASA pretende concretar durante los siguientes diez años. La campaña para recolección de muestras en Marte es la misión más prioritaria.

De igual manera, el mes de julio de 2020 también es importante, conforme inaugura la apertura de una ventana para lanzamientos -esto es, un período de tiempo en el cual la Tierra se encuentra en óptima posición para lanzar un vuelo a Marte, utilizando la menor cantidad de energía necesaria.

Las dos misiones previas para Marte perdieron su ventana de oportunidad, y debieron aguardar por la próxima que estuviese disponible: 26 meses más tarde. Originalmente planeada para ser lanzada el 17 de julio, la misión Marte 2020 ya ha sido demorada en tres oportunidades, y sólo tendremos tiempo para el lanzamiento hasta el 15 de agosto, cuando la comentada ventana terminará de cerrarse.

Si el retorno de la misión retorna exitosamente con las muestras, ello representará una enorme victoria para los científicos que desean aprender más sobre signos de vida en Marte, en tiempos antiquísimos. Ello podría conducir a descubrimientos con implicancias de magnitud no solo para la ciencia, sino también para la teología y la filosofía.

Asimismo, una misión exitosa contribuirá al objetivo más significativo de todos, que es la posibilidad de enviar seres humanos a suelo marciano.

Amén de poder aprender más sobre la superficie y el ambiente marcianos gracias a las muestras que pudiera traer consigo, Perseverance transportará instrumentos que evaluarán recursos disponibles para una futura exploración humana -incluyendo una herramienta diseñada para demostrar un formato posible para producir oxígeno de la atmósfera marciana, para ser eventualmente utilizado como impulsor de cohetería, e incluso para ser respirado.

Pero, para que tenga lugar un eventual aterrizaje de seres humanos en Marte, la presente Administración ha dejado en claro que el próximo paso deberá necesariamente coincidir con el envío de astronautas a la Luna hacia 2024, como parte del programa Artemisa de NASA.

La última oportunidad en que visitamos la Luna, no lo hicimos con el objetivo de permanecer allí. Las misiones Apolo fueron planificadas para que su duración fuera breve, extendiéndose solamente entre 1969 y 1972, como parte de un esfuerzo centrado en vencer a la ex Unión Soviética. Estados Unidos resultó vencedor en esta batalla central de la Guerra Fría, aunque luego toleró la atrofia de sus propias capacidades para el vuelo espacial de astronautas.

A continuación del programa Apolo, Estados Unidos continuó enviando humanos al espacio, recurriendo al programa de transbordadores espaciales. Pero, desde que el último de ellos levantó vuelo en 2011, Estados Unidos hoy ya no cuenta con la capacidad para enviar seres humanos al espacio; al menos hasta hace pocos meses atrás, cuando ciudadanos estadounidenses volaron al espacio desde suelo americano, por primera vez en una aeronave de la firma SpaceX.

Hasta tener lugar ese histórico vuelo, EE.UU. debió respaldarse en Rusia para acercar a sus astronautas a la Estación Espacial Internacional (ISS), e incluso asistió como testigo al momento en que China envió una misión para aterrizar en la denominada cara oculta de la Luna -maniobra que ha motorizado preocupaciones en torno de un potencial empleo del espacio para aplicaciones militares.

Bajo el actual liderazgo de la Administración Trump, EE.UU. desarrolla planes con miras a enviar seres humanos a la Luna, y construir allí infraestructura que sirva de tránsito hacia Marte, e incluso más allá.

En medio de los controvertidos y onerosos asuntos con los que Estados Unidos debe lidiar hoy, es ciertamente fácil cuestionarse por la necesidad americana de las exploraciones espaciales. Pero, tal como sucediera en 1969, EE.UU. hoy debe mantenerse como líder en la exploración de la nueva frontera.

Esto es particularmente cierto, en una era de creciente competencia frente a Rusia y China. La Administración Trump acierta al intentar sacar provecho de la oportunidad inédita de trabajar junto a aliados, socios y la industria comercial, no solo para ir a la Luna y regresar -sino para, esta vez, lograr un despliegue permanente allí.

Y es difícil imaginar un mejor modo en el que Estados Unidos podría ejercitar su liderazgo global, exhibir su ingenio tecnológico y su robusta industria comercial, que trabajando en pos de satisfacer la insaciable sed de la Humanidad frente al conocimiento y la comprensión de la frontera definitiva.   

En este Día de la Exploración Espacial, cada cual habrá de sentirse orgulloso de las metas de su país en ese orden; y que el país persigue objetivos ambiciosos, cumpliendo con ellos.



Artículo original, en inglés

* Patty Jane-Geller (en Twitter, @pj_gelleres analista en el Centro para la Defensa Nacional, en el think tank estadounidense The Heritage Foundation, en Washington, D.C. Sus análisis se enfocan en disuasión nuclear y defensa misilística.