INTERNACIONALES: JAMES PHILLIPS

Estados Unidos aplica 'máxima presión' contra Irán

El funcionario principal de la Administración del presidente estadounidense Donald Trump...

11 de Junio de 2020

 

El funcionario principal de la Administración del presidente estadounidense Donald Trump en lo que respecta a la política hacia Irán, ha subrayado la decisión oficial para, asertivamente, implementar una campaña de 'máxima presión' contra Irán, sobre la cual dijo que ya ha compartido 'excelentes resultados'.

Irán, Mike Pompeo, Estados Unidos, Teherán, Acuerdo nuclearEn un webinar llevado a cabo el pasado martes en el think tank estadounidense The Heritage Foundation, en Washington, D.C., el enviado especial Brian Hook criticó al 'régimen marxista teocrático' de Teherán, por actuar como 'principal motorizador de inestabilidad' en Oriente Medio, y por fogonear lo que él calificó como campañas terroristas en cinco continentes.

Asimismo, Hook conversó sobre la reciente liberación de Michael White, ciudadano estadounidense que fuera mantenido en prisión durante dos años en territorio iraní, bajo falsas acusaciones.

Hook afirmó también que el acuerdo nuclear de 2015 con Irán había fracasado a la hora de lidiar con esas amenazas, empeorándolas al aliviarse las sanciones sobre el régimen islamista; a su vez, esto permitió que Teherán potenciara su respaldo para subsidiarios o proxies regionales, y para grupos terroristas.

Hook declaró que el convenio nuclear promocionado por el ex presidente Barack Obama había debilitado significativamente toda prohibición en su oportunidad implementada contra el programa de enriquecimiento de uranio iraní y contra su programa de misiles balísticos desde el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, patrocinado por la Administración George W. Bush.

Agregó Hook que, al salirse del fallido convenio, la Administración Trump volvió a abrazarse al tradicional compromiso estadounidense en materia de no-proliferación, mismo que fuera defendido por Obama pero que, a la postre, este último abandonó -en su premura por firmar un acuerdo. 

Hoy, sin embargo, el reloj corre contra Irán, dada la predisposición del gobierno de Trump de escalar las sanciones ya implementadas, para llevarlas eventualmente a niveles sin precedentes.



Hook se refirió al discurso del Secretario de Estado Mike Pompeo de mayo de 2018 cuando, en un auditoria de Heritage, anticipó la estrategia de 'máxima presión'; apuntó Hook que el régimen iraní se encuentra hoy en una posición mucho peor.

Forzosamente, Hook rechazó la crítica que reza que la Administración Trump carece de una estrategia hacia Irán. 'Les aseguro que la estrategia es muy clara, para el líder supremo de Irán', completó.

Citó Hook un estimado iraní, al respecto de que el sistema de sanciones estadounidenses le costaron a Teherán una pérdida aproximada de US$ 200 mil millones.

Hook enfatizó la predisposición del presidente Donald Trump de negociar un acuerdo nuclear más efectivo, aunque agregó que Irán había obstaculizado por completo cualquier negociación diplomática, guiado por la aspiración de que Trump no sea reelegido en noviembre próximo.

Señaló el funcionario que la Administración está cómoda con el actual estado de situación, que deviene en recurrentemente doloroso para el liderato político en Teherán.

'No tenemos apuro alguno', consignó Hook.

 

Es hora de ampliar el embargo de armas desde Naciones Unidas

Hook expresó un mayor sentido de la urgencia, al respecto de la necesidad de preservar el embargo de armamento contra Irán, interpuesto desde Naciones Unidas, el cual expira el próximo 18 de octubre, bajo los términos del convenio atómico de 2015. 'Rusia y China se proponen venderle armas a Irán, y el embargo no les aplica', apuntó Hook.

Hook anticipó que, de no alcanzarse un acuerdo en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, al respecto de ampliar el embargo de armas, entonces Washington pondría inmediatamente en marcha, más sanciones contra Irán.

Aún cuando Irán y otros protagonistas del acuerdo nuclear han recurrido esa decisión americana, conforme EE.UU. abandonó el acuerdo en 2018, Hook explicó que la Administración Trump cuenta con sólidas bases legales para ejercitar su propia opción de sanciones -'snapback', se les llamó-, bajo la Resolución 2231 del Consejo de Seguridad, que respaldó el convenio atómico.

Hook dijo que la liberación de Michael White, negociada indirectamente a través de diplomáticos suizos, es una señal de que la campaña americana de 'máxima presión' está siendo efectiva.

Tanto Washington como Teherán niegan que la liberación de White fue resultado de un intercambio de prisioneros, aún cuando él recuperó su libertad después de que Estados Unidos deportara a Sirous Asgari -científico iraní liberado de culpa y cargo por violación de sanciones- de regreso a Irán.

Hook dijo que la liberación de White sobrevino sin evidenciarse alivio de sanciones alguno, sin modificarse la política exterior de EE.UU., y sin recurrir a 'pallets llenos de efectivo' -en obvia referencia a los US$ 400 millones cash que la Administración Obama transfiriera a Irán, poco después de la liberación de tres rehenes de ciudadanía estadounidense en enero de 2016.

Por aquel entonces, la Administración Obama insistió en que el dinero en efectivo fue remitido a Irán, como parte de la resolución de una extendida disputa legal de décadas, por US$ 1.7 mil millones, referida en una adquisición de armamento desde Teherán, previo a la revolución de 1979 -armas que nunca fueron entregadas.

Sin embargo, la oportunidad de ese envío de dinero multiplicó las sospechas, evaluando muchos que el dinero fue un pago de rescate a cambio de la liberación de prisioneros.   


Al respecto del desafío nuclear iraní

Los comentarios de Hook sobrevienen poco después de la llegada al público de documentación que certificó que Irán incumplió con sus compromisos en materia de no-proliferación. Durante el pasado fin de semana, dos informes desarrollados por la Agencia Internacional de Energía Atómica (IAEA) fueron liberados a la prensa, exponiendo detalles sobre el recurrente desafío nuclear planteado por Teherán.

La agencia informó que los stocks iraníes de uranio enriquecido a bajo nivel se habían incrementado en casi un 50% desde febrero pasado, totalizando 2.324.9 kilograms (unas 5.125 libras) al 20 de mayo. El dato evidencia que Irán se excedió por mucho, en su límite de 300 kilos, estipulado durante el acuerdo nuclear de 2015.

De acuerdo al Instituto para la Ciencia y la Seguridad Internacional, la citada cantidad es más que suficiente para construir un arma nuclear -de ser sus componentes enriquecidos en un nivel superior, procedimiento que llevaría al menos tres meses, si es que Teherán decide emplearse a fondo.

Un segundo informe de AIEA confirmó que Irán no solo no ha cumplido con el Acuerdo de Salvaguardas para la No-Proliferación Nuclear. El paper informó sobre 'serias preocupaciones' frente a que Irán impidió que equipos de inspectores visitaran dos locaciones específicas, fallando al momento de cooperar con la agencia -en particular, en lo que tiene que ver con material nuclear no declarado, y actividades relativas a temas nucleares en el país bajo supervisión.

Fred Fleitz, prominente experto en no-proliferación que supo desempeñarse en la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y el Departamento de Estado, así como también en el Comité de Inteligencia del Senado, ha consignado que la investigación de la Agencia Internacional de Energía Atómica expuso evidencia indiscutible de los desatinos cometidos por Irán, los cuales fueran dados a conocer por primera vez por la agencia de inteligencia israelí, Mossad, en 2018.

A la postre, Irán jamás ha cumplido con los términos del convenio atómico de 2015, en tanto sigue negando toda la evidencia recopilada en torno de su programa clandestino, el cual desarrolló -hacia fines de los años noventa- planes para desarrollar cinco armas nucleares con la meta puesta en 2003.

Aún cuando la Administración Trump ha dejado las puertas abiertas para que la diplomacia resuelva la cuestión nuclear, lo concreto es que no será posible retroceder hacia el acuerdo de 2015.

A criterio de poner fin a las ambiciones nucleares iraníes, de forma permanente e indiscutible, será necesario contar con un convenio de naturaleza bastante más restrictiva.


Artículo original, en inglés

  
Sobre James Phillips

Analista senior en el Centro Douglas y Sarah Allison para Estudios de Política Exterior en la Fundación Heritage. Ha desarrollado numerosos trabajos sobre asuntos relativos al Medio Oriente y sobre terrorismo internacional desde 1978. Es columnista en medios televisivos norteamericanos y ha testificado en comités del congreso estadounidense en relación a temáticas de seguridad internacional.