INTERNACIONALES: DEAN CHENG, BRETT SCHAEFER & KLON KITCHEN

El liderazgo político chino corrompe a la Unión Internacional de Telecomunicaciones

La influencia que la República Popular China ejerce sobre Naciones Unidas...

14 de May de 2020

 

La influencia que la República Popular China ejerce sobre Naciones Unidas y sus organizaciones afiliadas en el concierto internacional ha estado ampliándose significativamente a lo largo de la pasada década.

Zhao, Unión Internacional de Telecomunicaciones, Pekín, Influencia china, PekínDurante mucho tiempo, los entendidos en cuestiones chinas mantuvieron la esperanza de que la integración de la nación comunista al sistema internacional terminaría por 'normalizar' a la República Popular. Aquéllos entendieron que Pekín apreciaría el valor de la observancia de las reglas y normas internacionales, para convertirse luego en un sitio más libre, en lo económico y en lo político. Sin embargo, hoy queda claro que ha sucedido exactamente lo opuesto, habida cuenta de que China ejercita influencia sobre las citadas organizaciones, mucho más de lo que aquéllas han servido para moderar el comportamiento del régimen en Pekín.

El ejemplo más contundente es el notable tratamiento que China ha recibido de parte de la Organización Mundial de la Salud, amén de la probada falta de transparencia y cooperación por parte del liderato político en Pekín frente al COVID-19, la enfermedad provocada por el nuevo coronavirus. No obstante, éste no es el único ejemplo digno de cita.

Otro caso se da en la Unión Internacional de Telecomunicaciones, la cual ha sido liderada por el referente de origen chino Houlin Zhao -en su rol de secretario-general- desde 2015, tras la elección del funcionario en la conferencia plenipotenciaria del organismo. Fundada en 1865 con el nombre de Unión Internacional de Telégrafos, la entidad de orden global es responsable de asuntos vinculados a tecnologías de la información y de comunicaciones.

Aún antes de que Zhao se conviertiera en secretario-general de la unión, ella buscó aislar a China frente a cualquier acto de gobernancia acordado para el Internet. Activamente, Zhao buscó entorpecer el rol de ICANN (la Corporación del Internet para Números y Nombres Asignados) -entidad privada y sin fines de lucro responsable por la coordinación de procesos y procedimientos críticos para el funcionamiento normal del Internet, accionar que llevaba a cabo a través de una estructura de gobernancia de la que tomaban parte múltiples accionistas.

Zhao, oriundo de la República Popular China, presionó a firmas chinas y a proveedores de servicio de Internet para que procesaran todos sus requerimientos y operaciones a través del Registro Nacional de Internet de Pekín, antes que a través del Centro de Información de Redes Asia-Pacífico (vinculado este último a ICANN).

Cuando Zhao se desempeñó como líder de la Oficina Internacional para Estandarización en la Unión Internacional de Telecomunicaciones, presionó para que las autoridades nacionales chinas pudieran acceder directamente a la tutela de nuevas direcciones.

Desde que se convirtió en secretario-general de la Unión, Zhao le ha asignado prioridad a Pekín, en franca y abierta violación a sus obligaciones de funcionario público internacional neutral. Bajo su liderazgo, por ejemplo, se cuentan los siguientes episodios:

-A comienzos de 2020, el matutino británico Financial Times tomó nota sobre el modo en que la Unión Internacional de Telecomunicaciones obsequió espacios y foros a las propuestas chinas que perseguían 'un cambio radical en la forma en que funciona el Internet... sobre la cual los críticos señalan que propiciará autoritarismo en la arquitectura que regula el funcionamiento de la web'.   

—En 2019, Zhao propició un acercamiento a China, en relación al programa Nueva Ruta de la Seda, afirmando: 'Esta es la más importante guía y plataforma para los planes de asistencia exterior que ofrecerá China. Se trata de un tren expreso al que, una vez que cada cual se suba, podrá unir fuerzas con China, y alcanzar el desarrollo junto con el país'.

—En 2017, nuevamente Zhao se abrazó al esfuerzo inversionista chino, compartiendo: 'La Nueva Ruta de la Seda China puede mejorar vidas humanas a una escala sin precedentes, a través de la inversión en ICT (tecnología de información y comunicaciones)'.  

Más recientemente,  Zhao ha descartado las preocupaciones de seguridad estadounidenses vinculadas al involucramiento de la firma de telecomunicaciones china Huawei en el desarrollo de redes 5G, calificándolas como 'actitud digna de un perdedor'.

'Esas preocupaciones frente al equipo de Huawei, hasta ahora no se han visto respaldadas por evidencias', sentenció Zhao. 'Yo alentaría a Huawei a otorgar igualdad de oportunidades al momento de pujar por negocios y, en los procesos operacionales, si Usted detectare algo malo, pues entonces podrá acusarlos. Pero, si no tenemos razones para incluírlos en listas negras, creo que eso no sería just0'.

En rigor, la actitud de Zhao ignora las legítimas preocupaciones de seguridad que involucran a Huawei.

Siendo una firma china, Huawei está sujeta a la legislación china en materia de seguridad nacional y de ciberseguridad, la cual obliga a que toda compañía presente información a Pekín, lo cual involucra al tránsito y almacenamiento de la misma, y a cualquier formato en que esa información se aproxime a redes nacionales -aún sin la información es recogida fuera de la República Popular China.

Más aún, dado el foco que pone china en la integración de los sectores militares e industriales, se vuelve más probable que sus productos sean aprovechados por el Ejército Popular de Liberación (PLA).

Esto solo sirve para comprender el alcance de la trayectoria china en lo que respecta a bajos estándares de seguridad, el robo de propiedad intelectual, y la actuación de Pekín que, deliberadamente, elude sanciones internacionales contra naciones tales como Irán.

Al ser designados en sus respectivos puestos, los funcionarios de la Unión Internacional de Telecomunicaciones -incluyendo al secretario-general- prestaron juramento. Zhao juró sobre lo siguiente:

Juro, solemnemente, ejercitar las funciones confiadas a mi persona por la Unión Internacional de Telecomunicaciones, con total lealtad, discreción y consciencia; hago lo propio al desempeñar estas funciones, y juro regular mi conducta conforme al estricto interés de la Unión, sin buscar ni aceptar instrucciones de parte de cualquier gobierno, ni de otra autoridad externa a la Unión, en lo que respecta al cumplimiento de mis labores.

 

Ciertamente es algo extraordinario comprobar que un servidor público internacional presione con semejante flagrancia, en favor de los intereses de una firma de su país -tal como lo hace Zhao con Huawei-, y que respalde con tal esmero la iniciativa Nueva Ruta de la Seda, de China. Esta actitud se exhibe aún más extraña cuando esas expresiones se cruzan con sus responsabilidades como funcionario.

Los Estados-miembro de la Unión Internacional de Telecomunicaciones deberían recordarle a Zhao que debe reportarle a ellos, y no a Pekín.



Artículo original, en inglés

 

Sobre Brett Schaefer

Es analista de temas internacionales en la Fundación Heritage, en Washington, D.C. Schaefer se dedica al análisis extensivo de una serie de temáticas de política exterior, con foco en los programas de Naciones Unidas sobre afiliación y fondos. Con frecuencia, se presenta en medios de comunicación estadounidenses para comentar sobre el accionar y las actividades de la ONU. Sus trabajos también son publicados en el sitio web estadounidense The Daily Signal.