ECONOMIA INTERNACIONAL: MARTIN KRAUSE

Chile: ¿quién los entiende?

En breve, estaremos presentando el Indice de Calidad Institucional 2020...

20 de Febrero de 2020

 

En breve, estaremos presentando el Indice de Calidad Institucional 2020, que publican Fundación Libertad y Progreso de Buenos Aires y la Red Liberal de América Latina (Relial). Desde que lo hacemos, hace unos quince años ya, Chile ha fluctuado entre 21 y 25 de 190 países, primero entre los latinoamericanos.
 
Chile, Violencia, Incidentes, Izquierda, Nueva ConstituciónLo hemos relacionado con todo tipo de variables, encontrando relaciones positivas: crecimiento económico, PIB per cápita, innovación, calidad ambiental, reducción de la pobreza. En todas, Chile ha mejorado… y, sin embargo, explotó.
 
Como siempre, ante el primer estallido, la izquierda ve su origen en la desigualdad de ingresos. Los datos certifican que la misma se ha reducido. El público también piensa que ha sido la razón más importante de las manifestaciones, según la encuesta de diciembre 2019 del CEP. No obstante, en la de mayo de 2019 del CEP, la principal preocupación eran la delincuencia, los asaltos y robos, con el 51%, y la desigualdad fue señalada solamente por el 9%.
 
Ese estudio de opinión certificó la existencia de una alta preocupación en torno de las pensiones, la salud y la educación, y un alto descontento con el gobierno y la dirigencia política, a lo cual se suma una caída estrepitosa de la confianza en las instituciones luego de las protestas. Curiosamente, si bien la gente señala que la causa de las protestas es la desigualdad, cuando se le pregunta, en diciembre, qué problemas debería solucionar el gobierno, la desigualdad sube solamente del 9 al 18%. 
 
Trato de entender. ¿Frustraciones? ¿Respecto a qué? Dependerá de las expectativas que difieren de un país a otro, por eso encontramos masivas protestas en países con la mejor calidad institucional, como en los de la más baja, Bolivia o Venezuela. Y en todos los casos, el descontento se dirige hacia gobiernos y políticos. Parece inevitable; han asumido un creciente número de tareas y funciones, han impuesto servicios obligatorios, y ahora la gente los hace responsables de los resultados que se obtienen.
 
Ellos prometían que en breve Chile sería un país desarrollado; que los niveles de vida, la seguridad respecto al futuro y la calidad de los servicios estarían también a esa altura. Parece que no es así. Chile es un país con una de las presiones fiscales más altas de la región, el Estado ha crecido mucho en los últimos años, pero la calidad de los servicios no parece ser la de países desarrollados. Otro tanto podría decirse del manejo de la represión de la violencia desatada por los manifestantes. Si lo comparamos con otros de similar posición en el ICI, el PIB per cápita en Chile es de US$ 15.923, pero el de Portugal es US$ 23.407; el de España US$ 30.370 y el de Francia US$ 41.463 (2018, Banco Mundial). Es cierto, en 1985 era de US$ 1.444.
 
La encuesta muestra que la gente está esperanzada con una nueva Constitución (56%), pero el 49% dice que el país necesita un líder fuerte. Los países de alta calidad institucional pueden tener líderes de fuerte “personalidad”, pero de poder limitado por las normas. ¿Qué quieren los chilenos, un líder populista con una Constitución que le dé poder? Supongo que habrán aprendido algo mirando al otro lado de la cordillera, tanto en la Argentina como en Bolivia.


 
Sobre Martín Krause

Es Académico Asociado del Cato Institute y profesor de Economía de la Universidad de Buenos Aires. Publica regularmente sus trabajos y artículos en la web en español El Cato.