ECONOMIA INTERNACIONAL: STEVE H. HANKE

Es hora de que Colombia abandone el peso

El peso colombiano se encuentra en problemas, otra vez. En relación al dólar estadounidense...

28 de Agosto de 2019

 

El peso colombiano se encuentra en problemas, otra vez. En relación al dólar estadounidense, el peso colombiano ha perdido 20% de su valor en poco más de un año, y un 7% en el mes de julio.

Peso colombiano, ColombiaComo la mayoría de las naciones en América Latina, el peso colombiano sube y baja como un yo-yo, pero, a largo plazo, tenderá a debilitarse. De hecho, desde agosto de 2014, el peso ha perdido un 45% de su valor en relación al dólar. ¡Vaya robo! El gráfico de abajo relata la historia más reciente del peso.

De tal suerte que, además de ser un desestabilizador destructivo, el peso es un perdedor a largo plazo. Por esta razón, los colombianos prefieren los dólares de los Estados Unidos. Quizás sea hora de que el gobierno en Bogotá abandone oficialmente el peso, y les dé a los ciudadanos colombianos lo que prefieren: el dólar americano.

El dólar ha sido la moneda oficial de Panamá durante más de un siglo ya. No fue hasta principios de 2000 que el vecino de ColombiaEcuador, fue el segundo país latinoamericano que adoptó oficialmente el dólar. En 2001, El Salvador abandonó el colón y lo reemplazó con el dólar.

Para ilustrar las características importantes de la dolarización, consideremos a Panamá, el abuelo entre los países dolarizados de América Latina. Panamá adoptó el dólar oficilamente en 1903 y, con esta medida, se volvió parte del bloque del dólar. En consecuencia, los riesgos cambiarios y la posibilidad de tener crisis cambiarias en relación al dólar desaparecieron. Además, la probabilidad de ocurrencia de las crisis bancarias en gran medida se mitigó, porque el sistema bancario de Panamá se encuentra integrado al sistema financiero internacional.

La naturaleza de los bancos que tienen licencias generales provee la clave para entender cómo el sistema funciona de manera fluída. Cuando las carteras de estos bancos están en equilibrio, ellos se encuentran marginalmente indiferentes entre desplegar su liquidez (crear o retirar crédito) en el mercado doméstico o en el mercado internacional. Conforme se ve modificada la liquidez en estos bancos (entendida ella como el potencial para crear crédito), estos evalúan las tasas de retorno ajustadas para el riesgo en los mercados doméstico e internacionales, y ajustan sus carteras de acuerdo a esto. El exceso de liquidez es desplegado a nivel doméstico, si los retornos ajustados para el riesgo doméstico exceden a aquellos presentes en el mercado internacional; es desplegado en el extranjero, si los retornos ajustados para los riesgos internacionales exceden aquellos presentes en el mercado doméstico. Este proceso se desarrolla en sentido reverso cuando surgen los déficits de liquidez.

El ajuste de las carteras de los bancos es el mecanismo que permite un flujo sin obstáculos de la liquidez (y el crédito) hacia adentro y hacia afuera del sistema bancario (y de la economía). En breve, los excesos o déficits de liquidez en el sistema son rápidamente eliminados, porque a los bancos les da igual si despliegan su liquidez en los mercados domésticos o internacionales.

Panamá perfectamente puede ser evaluada como un pequeño lago conectado a un gigantesco océano de liquidez internacional. Entre otras cosas, esto convierte en obsoleta la función tradicional de prestamista de última instancia desempeñada por los bancos centrales. Cuando las tasas de retorno ajustadas para el riesgo en Panamá exceden aquellas presentes en el extranjero, Panamá se nutre del océano de liquidez internacional y, cuando los retornos en el extranjero exceden aquellos presentes en Panamá, este agrega liquidez (crédito) al océano en el extranjero. Para continuar con esta analogía, el sistema bancario de Panamá actúa como el Canal de Panamá, el cual mantiene el equilibrio entre dos cuerpos de agua. No sorprende que con este alto grado de integración financiera prácticamente no exista una correlación entre el nivel de créditos concedidos a los panameños y los depósitos en Panamá. Los resultados del sistema monetario dolarizado y del sistema bancario internacionalizado de Panamá han sido excelentes, al comparárselos con otros países de mercados emergentes.

Las naciones oficialmente dolarizadas generan tasas de inflación más bajas, menos variables, y tasas de crecimiento económico más altas y estables que países comparables con bancos centrales que emiten monedas domésticas. La dolarización es, por lo tanto, deseable.

El cuadro de abajo muestra los valores normalizados del PIB nominal en dólares de EE.UU. entre 2001 (valor del índice = 100) y 2018 para seis países de América Latina. Tres de ellos —Panamá, Ecuador y El Salvador— están oficialmente dolarizados, mientras que Perú exhibe un sistema bimonetario (léase: tanto el sol peruano como el dólar estadounidense son monedas de curso legal). En los tres países oficialmente dolarizados, el crecimiento del PIB en dólares de los Estados Unidos ha sido más estable que el crecimiento en los países que emiten su propia moneda. Perú, con el sistema de dos monedas, registra una menor estabilidad que los países completamente dolarizados, pero cuenta con un crecimiento relativamente sólido.

Cuando se trata de Colombia, su tasa de crecimiento es altamente variable y modesta. De hecho, gracias a la caída del peso luego de 2013, el PIB de Colombia también se ha desplomado.

 

Cuando observamos la inflación, los bancos centrales de toda América Latina son grandes perdedores comparados con la Reserva Federal (léase: los sistemas dolarizados). Las tasas de inflación a través de las décadas para Colombia y Panamá relatan esta historia impresionante (ver el cuadro de abajo). 

 

Es hora de que el gobierno colombiano llegue a la misma conclusión a la que llegó el gran economista de MIT, Rudiger Dornbusch: la conveniencia de la dolarización oficial es algo obvio.


 

Sobre Steve H. Hanke

Profesor de Economía Aplicada y co-director del Institute for Applied Economics, Global Health, and the Study of Business Enterprise en la Universidad Johns Hopkins en Baltimore. El profesor Hanke es también Académico Titular en el Cato Institute en Washington, D.C.; profesor distinguido en la Universidad Pelita Harapan en Jakarta, Indonesia: Asesor Titular en la Universidad Renmin del Instituto de Investigación Monetaria Internacional en Beijing, China; Consejero Especial para el Centro de Estabilidad Financiera en New York; miembro del Consejo de Asesoría Internacional del Banco Nacional de Kuwait (presidido por Sir John Mayor); miembro del Consejo de Asesoría Financiera de los Emiratos Arabes Unidos y editor contribuyente de la revista Globe, Asia.