INTERNACIONALES: VICTOR PAVON

Paraguay: Jair Bolsonaro, los aranceles y la seguridad

El presidente brasileño Jair Messias Bolsonaro no cae en agrado de muchos; y tendrán sus razones.

20 de Junio de 2019

El presidente brasileño Jair Messias Bolsonaro no cae en agrado de muchos; y tendrán sus razones. Pero no puede desmerecerse que, al menos, el presidente del país vecino tiene bien clara la película, en lo que respecta a la defensa de los intereses de su país. Y lo hace de un modo que exige que se lo tome con seriedad, porque sus propuestas se respaldan en un ideario de política económica coherentes con la captura de inversiones y la creación de puestos de trabajo.
 
Mario Benítez y Jair Bolsonaro, Paraguay, BrasilRecientemente, Jair Bolsonaro ha anunciado una medida sencilla: reducirá del 16% al 4% las tasas de importación de productos electrónicos. La iniciativa comportará un fuerte impacto en el comercio fronterizo que, como bien se sabe, en la República del Paraguay hoy debe hacer frente a una dura crisis, constatada en la caída de las ventas (en guarismos que merodean un aproximado del 70 por ciento). 
 
¿Qué país se perjudicará ante esta medida de Bolsonaro? Naturalmente, que el impacto recaerá en Paraguay. Pero no porque el mandatario brasileño sea una mala persona, o porque no piense en nosotros -sus vecinos-, ni porque se proponga dejar sin empleo a miles de ciudadanos paraguayos. Todo lo cual, en el proceso, llevará a que el fisco paraguayo se resienta, al punto en que la recaudación del órgano registre un problema de ingresos de magnitud, y lo propio con la subsiguiente sustentabilidad.  
 
En modo alguno son aquéllas las causas, aunque de seguro sí se verificarán esas consecuencias. La razón para la medida presidencial en Brasil puede rastrearse en el hecho de que sus gobernantes cuentan con una visión estratégica, que reposa en el interés de mantener al comercio fronterizo bajo su control. A su vez, esto implica que será el Estado brasileño quien tendrá mayor fuerza a la hora de ejercer soberanía y defensa territorial. 
 
Para una nación en particular como Brasil, soberanía y defensa territorial no son variables superfluas. Si en un extenso territorio fronterizo, conformado por una línea permeable dadas sus características geográficas, pueden ingresar delincuentes dedicados al contrabando de estupefacientes, al comercio de armamento, a los secuestros y otros males, pues, una alternativa correcta con miras a impedir que tal frontera se convierta en tierra de nadie (eufemismo que remite a la zona en donde se permite actuar impunemente a la criminalidad), coincidirá con mejorar las condiciones de vida de las personas que residen en tales sitios, obsequiándoles seguridad e infraestructura y, por sobre todo, una fuente de ingresos. 
 
Pero el problema exclusivo no es el narcotráfico, que bien puede ser subsanado a partir de medidas lindantes con la legalización, como ya dijera hace décadas el Premio Nobel Milton Friedman. De lo que se trata es de hacer valer esa soberanía y esa variable de seguridad, sin las cuales no existirá posibilidad alguna de atraer al capital privado.

Mientras esto sucede en Brasil, en la República del Paraguay, nuestros gobernantes siguen en la misma, buscando fastidiar con barreras artificiales a la dinámica de la economía, como sucede con el caso de la 'deforma' tributaria en ciernes. 


 
Sobre Víctor Pavón

Decano de Currículum UniNorte (Paraguay) y autor de los libros "Gobierno, Justicia y Libremercado" y "Cartas sobre el Liberalismo". Publica periódicamente en el Diario ABC Color, de Asunción.