INTERNACIONALES: STEVEN BUCCI

Peligro inminente para la seguridad, si China lograra controlar la tecnología 5G

Cualquier persona preocupada por la protección de nuestras redes de comunicaciones inalámbricas...

26 de Abril de 2019

Cualquier persona preocupada por la protección de nuestras redes de comunicaciones inalámbricas frente al monitoreo patrocinado por el Estado chino, debería tomar nota de ciertos importantes -y perturbadores- desarrollos.

China, Huawei, EspionajeEl pasado año, la firma Huawei Technologies -patrocinada por el gobierno de la República Popular China, y a la cual un informe bipartidista presentado en el congreso estadounidense durante 2012 calificó como un riesgo para la seguridad nacional de los Estados Unidos- superó a la compañía sueca Ericsson en una competencia para convertirse en el principal proveedor de equipo para telefonía en todo el mundo. Tanto Huawei como el gobierno en Pekín trabajan tiempo completo para integrar la tecnología de propiedad de Huawei en nuevas redes del tipo 5G en varios países. Estos esfuerzos son, en simultáneo, un modelo de negocios y una estrategia para recolección de información de inteligencia. La actividad consigna serios riesgos de seguridad tanto para los Estados Unidos como para sus aliados.

Seis ex reconocidos líderes en el Pentágono, incluyendo al ex Director de Inteligencia Nacional, James Clapperadvirtieron -a comienzos de este mes- sobre 'informaciones recurrentes que refieren a transferencias de datos hacia China', si acaso Estados Unidos procediera a incorporar equipos y tecnología procedentes de Huawei o de otras firmas chinas en las redes locales de 5G.

La advertencia viene de la mano de otra, compartida pocos años atrás. a compañías británicas, cuando el jefe de la agencia de seguridad del MI5 del Reino Unido al respecto de que todas las grandes firmas privadas de ese país estaban siendo monitoreadas por Pekín. Afortunadamente, hoy se presenta poco probable que empresas estadounidenses de telecomunicaciones incorporen equipamiento de Huawei en las redes locales 5G. Adicionalmente, los mismos riesgos subrayados por Clapper observan un carácter inminente en las redes inalámbricas de otros países aliados de Washington.

Durante años, Huawei trabajó con el objetivo de integrar su equipo técnico de telecomunicaciones en las redes de países a lo largo de Europa y Africa -en general, ofreciendo sus servicios a costos inferiores respecto de sus competidores. Hoy día, el material administrado por Huawei ha sido integrado a redes 4G en todo el globo.

Ese material técnico, disponible a precios inferiores de mercado (esto es, subsidiado por el gobierno chino) se presenta como la alternativa predilecta para muchos a la hora de ingresar al dominio de Huawei y, ahora mismo, grandes porciones del planeta se han vuelto adictos (y ya no pueden salir) de ese territorio, administrado por la referida firma.

Lo cual presenta un riesgo de magnitud, conforme el equipo de Huawei no exhibe interoperabilidad con el material tutelado por otros comercializadores. Esto significa que, de momento, si Usted selecciona a Huawei para construir la red 4G en su país, pues entonces solo podrá optar luego por Huawei para la tecnología 5G. Las preocupaciones de seguridad asociadas a Huawei son claras y se encuentran apropiadamente documentadas y, mientras que es poco plausible que tenga lugar una prohibición general, ya hace tiempo se ha vuelto necesario que los aliados de los Estados Unidos consideren adecuadamente sus opciones y actúen en consecuencia.

Entre los numerosos riesgos citados por los generales del Pentágono, el mayor de ellos se vincula con la Ley de Inteligencia Nacional china de 2017, la cual exige a 'cualquier organización o ciudadano el respaldar, proporcionar asistencia y cooperación con el trabajo de inteligencia nacional'. Mientras que Estados Unidos ha trabajado incansablemente con el objeto de crear consciencia sobre el particular, las reacciones en el mundo han sido diferentes.

Parte de la lentitud en esas reacciones podría deberse a que todo mundo ya sabía que la inteligencia china y la poderosa firma de telecomunicaciones tenían objetivos en común. Considérese que China hizo públicas esas declaraciones, previamente no tratadas abiertamente. A los chinos no les preocupa, porque están muy seguros de que nadie podrá detenerlos.

El verano pasado, Australia anunció que bloquearía a Huawei y a la firma china ZTE Corp. y los intentos de ambos por construir su red 5G en ese país. Pero, el pasado mes, la Unión Europea cedió. La UE decidió no impedir la utilización de equipamiento perteneciente a Huawei en la instalación de redes en el futuro. Mientras que la Unión Europea admitió las preocupaciones de seguridad existentes en relación a Huawei, solo puso en marcha medidas insuficientes a la hora de exigir que los países de la eurozona compartieran información de 5G sobre ciberseguridad, sugiriéndose metodologías para bloquear esfuerzos de monitoreo. Este escaso nivel de preocupación explicitadas es una de las razones por las cuales el Reino Unido está decidiendo alejarse de la Unión Europea, bajo el formato del Brexit.

A efectos de comprender cabalmente la importancia de la penetración china en la cadena de oferta de redes inalámbricas, y los distintos modos en que los funcionarios chinos se esfuerzan para cumplir con su objetivo, tómese nota sobre un informe recientemente publicado por el matutino estadounidense The Wall Street Journal, en relación al golpe de corta duración desde Huawei con miras a ofrecer señal gratuita de wi-fi para los partidos como local del equipo estadounidense Washington Redskins. Provisto que estos partidos son como un imán para miembros del Congreso de los Estados Unidos y para funcionarios federales de alto rango, el prospecto de que Huawei eventualmente procese conexiones altamente sensibles entre redes móviles se volvió particularmente perturbador.

Por fortuna, el convenio se hizo público luego de conocerse las inquietudes de parte de un funcionario de inteligencia estadounidense. Este fue el primer ejemplo que ilustró el modo en que mucha gente no atiende realmente al problema, aún entre tomadores de decisión de magnitud, de la amenaza que representa la República Popular China. Aún cuando este episodio consignó una pequeña victoria contra los esfuerzos de vigilancia patrocinados por Pekín, el conflicto más abarcativo sigue su curso, y comporta apuestas más elevadas.

Pondérese la problemática de la siguiente manera: en lugar de que una firma china de monitoreo patrocinada por Pekín se haga cargo de la información procesada por un evento deportivo una vez por semana, la firma podría llegar a convertirse en proveedora durante los 365 días del año. No habría manera de evitarlo. Huawei podría terminar accediendo a correos electrónicos, importantes archivos y otra información que transite a través de su hardware. Sin importar que las comunicaciones seguras se encripten, la emergente tecnología computacional cuántica (en la que China desempeña un rol líder) descifrará, eventualmente, esa codificación de manera instantánea.

Conforme lo han apuntado referentes del Pentágono, las implicancias van mucho más allá del robo de secretos industriales y militares. Huawei representa una amenaza fundamental contra la democracia, en todo el globo. Los aliados de los Estados Unidos de América no deberían tolerar que un gobierno de naturaleza represiva cuente con la capacidad de monitorear a sus ciudadanos, al permitírsele acceso a sus redes 5G.

Toda vez que parece estar claro que Estados Unidos se halla en posición de bloquear el empleo de la tecnología de Huawei, la comunidad americana de la seguridad nacional deberá prepararse ahora para hacer frente a una realidad que quedará fuera del alcance de los aliados europeos de Washington.

Si una prohibición completa quedara fuera del campo de alternativas, el presidente estadounidense Donald Trump y su Administración deberán trabajar junto a los aliados de EE.UU. que utilicen tecnología de Huawei para que se consolide un modelo de interoperabilidad, desde la cual se pueda poner fin a la adicción al monopolio tecnológico que Huawei ha creado.

La amenaza es real, y palpable.



Artículo original, en inglés, aquí

 

Sobre Steven Bucci

Es Director del Centro Douglas y Sarah Allison para Estudios de Política Exterior en la Fundación Heritage, en Washington, D.C. Sirvió durante casi treinta años en las Fuerzas Especiales del Ejército de los Estados Unidos de América, y luego como importante funcionario del Pentágono. Su trabajo de investigación se focaliza principalmente en ciberseguridad, operaciones especiales y actividades de apoyo para autoridades civiles desde la óptica de la Defensa. Sus artículos también son publicados en la web estadounidense The Daily Signal. Más información sobre el autor (en inglés), en éste link.