NARCOTRAFICO & ADICCIONES: DR. JUAN A. YARIA

Drogas: la Noche y el Día

Desde hace años ya, la sala de emergencias de nuestra comunidad terapéutica GRADIVA se sintetiza en un lamento por la 'noche perdida'.

07 de Julio de 2018
Desde hace años ya, la sala de emergencias de nuestra comunidad terapéutica GRADIVA se sintetiza en un lamento por la 'noche perdida'. En cierta oportunidad, capturó mi atención un adulto de 40 años de edad, trasladado hacia nuestro centro en ambulancia, desde una provincia alejada. Asistían al evento -en el cual el paciente había sido estabilizado por vía de sueros y tranquilizantes- el médico y el enfermero que ayudaron en el traslado. Observándolo todo, su madre también había sido presa del miedo.

La 'noche' hablaba en este atribulado paciente quien, en su confusión, gritaba por la cocaína a la cual no podía acceder. El grito deviene en un imperativo; su cerebro automático reclama ese polvo blanco, que viene a ser su personal olvido final, al decir de Jaspers. Embriagado en su alienación, pide lo imposible; esto es, que alguien ayude a matarlo, obsequiándole más de aquello que lo acerca a la extinción individual. Quince años de consumo de cocaína describían la realidad de Saúl -el paciente.

Saúl, drogas en ArgentinaSaúl ha sido un hombre de la noche, y ha sido consumido por esa misma noche. El horario nocturno como la 'nada' que representa fue tema de tratamiento para la filosofía de Jaspers y de otros renombrados filósofos; como también lo ha sido comentado en mitologías griegas y orientales en general. El criterio de realidad nos impone que no podemos realizarnos en la noche; elocuentemente, Jaspers enseña: '(...) ¿No podría yo realizarme en la noche? (...) Ser una pasión que avasalla, entregarme a mis impulsos, rebelarme contra toda norma y sin remordimientos por lo que destruyo (...) Pero es que, ahí, me precipito hacia la nada (...) No podemos aspirar a salvarnos en la noche, pues toda aspiración surge de la Ley del Día'. Microclase ciertamente magistral del referido maestro (K. Jaspers;1883-1969; referente ideológico de la reconstrucción alemana; filósofo y médico psiquiatra), al certificar que no portamos con nosotros mismos otra misión que la de entregarnos a la Ley del Día, esto es, el disciplinamiento en la diversidad, imponiendo orden al caos. De lo contrario, emergerá la alternativa del suicidio.

Hemos de conquistar e imponernos a las fuerzas que nos arrastran hacia 'lo bajo'; principio que motoriza a un verdadero programa de tratamiento destinado a pacientes graves, periódicamente dependientes de sustancias y estupefacientes. Valores terapéuticos tales como la aceptación de aquella noche experimentada en compañía de la muerte, conducirán a la persona/paciente a un cambio posible. Como valor, la propia humildad aumentará su capacidad de escuchar y de abandonar la soberbia como defensa ante la vida. A su debido tiempo, el involucrarse en reconocimiento y transparencia ante el poder superior del grupo, lo asistirá en su necesidad de reconciliación. El conjunto de este trabajo se completará con la renuncia al consumo, conforme su organismo ha quedado explícitamente vulnerable. En esta etapa, cobrará vigencia el lema 'Una copa o dosis es mucha; cien, son pocas'.

En rigor, el cerebro de la persona -en lo que versa a sus estructuras de control de impulsos y del pensamiento- ha quedado 'averiado'.  La región órbito-frontal exhibe alteraciones evidentes. En ese pequeño espacio, la cocaína -por ejemplo- ejercita un verdadero estrago, por cuanto es el sitio que explicita un registro evolutivo del sistema nervioso, evitando que el hombre se asemeje definitivamente a reptiles o mamíferos. A la postre, ese registro evolutivo es el que también ha contribuído a separar al hombre del simio.

El crecimiento de ese sistema nervioso se conduce de manera equilibrada y simultánea con mejoras en el campo de la percepción, la posibilidad de abstraer, la capacidad de arribar a una lógica que asista al sujeto en una toma de decisiones más adecuadas, control de impulsos, desarrollo de planes y prospectivas de acción y, fundamentalmente, inferir sobre sentimientos y pensamientos de terceros (lo que conocemos como empatía). Se ha dicho que este lóbulo es la civilización pero, en realidad, la civilización hace al lóbulo frontal. Provisto que el concepto civilización se traduce en sinónimo de educación, familia, escuela, límites, cultura. El cerebro también es construído por el contexto. Adicionalmente, una energía crítica en el funcionamiento del cerebro es la informacional (que remite a las palabras con las cuales lo alimentamos y nutrimos), amén de las energías química y eléctrica.

Y fue así como quien esto escribe llegó a conocer a Raúl, 'devastado' en ese moméntum de su vida. Otrora consumido, de a poco, por los boliches, el 'puti-club', delitos menores -que en nada se condecían con su favorable posición económica-, múltiples parejas e hijos sin protección (solo una cuota que el abuelo paterno pagaba). Al final ese cuerpo-máquina se detuvo. No recibía el descanso merecido, y dijo Basta. Lo cual condujo a internaciones en terapia intensiva, clínicas psiquiátricas, comunidades terapéuticas, y una miríada de etcéteras.


Historias de alcohol

A Saúl le sucedió lo mismo que a tantos miles de conciudadanos. En consulta, somos depositarios de innumerosos capítulos de novelas de vida de ese estilo. De nosotros depende; pero, fundamentalmente, del propio paciente, que sea posible reescribir un nuevo texto. Cuando el caos se instala en nuestras vidas, ya desde la infancia, el devenir hacia la adultez se ralentiza.

En este caso en particular, la familia del paciente se caracterizaba por un alto contenido afectivo pero, al mismo tiempo, los padres acusaban un divorcio emocional de magnitud. Hubo un historial de peleas, violencia y separación, al ser los hijos muy pequeños. En la realidad argentina, suelen registrarse casos en los que la madre utiliza a sus hijos para vengarse del padre de los mismos. O que el padre multiplica sus ausencias y fallos en la responsabilidad parental. Saúl y su hermano viven en las calles; son ya 'diplomados' en porro y cocaína. Su escuela cotidiana eran las plazas. Ambos contrajeron patologías psiquiátricas severas.

Saúl ha luchado contra sus adicciones; a sus 40 años, debió aceptar un cambio que contradijo su experiencia de vida. Es que había llegado a nosotros tras conocer límites extremadamente débiles durante la adolescencia -una anemia normativa en su desarrollo. Los tres pilares del desarrollo infantil se exhibían dañados, en lo que respecta a amor, límites y transmisión de valores. Debió modificar los modos elegidos para expresar su angustia, esto es, cambiar la droga por la palabra. Lo cierto es que su vida estaba en juego; pero Raúl lo logró, de a poco; tras incontables meses de reparación y reconciliación consigo mismo. Y lo propio con sus hijos y sus padres.


Adicción y suicidio

En una variedad de circunstancias, el abuso de drogas conduce al suicidio
. En el ínterin, el subproducto de una vida repleta de tóxicos remite a una búsqueda de situaciones de riesgo múltiple, como ser, la posiblidad de adquirir enfermedades infecto-contagiosas (ejemplo: SIDA) a partir de distintas vías (sexual o consumo de drogas intravenosas), la autoflagelación física, y la sobredosis.

Para Raúl, el vivir implicó abrazarse a un cambio en su estilo de vida: transitar de la transgresión a la presencia de una Ley. De la soberbia a la humildad. De la negación a la aceptación de la enfermedad. En resumen, Raúl arribó a una instancia en donde se aceptan las amplísimas posibilidades que nos ofrece la realidad. Raúl ha dado sus primeros y valientes pasos en la antesala de la verdadera libertad.

Este cambio de estilo de vida implica un nuevo aprendizaje emocional de la vida sin sustancias. Sendero a través del cual el cerebro puede empezar a revivir, recobrando la plenitud de humano. El cerebro le da una posibilidad más a la civilización de lo saludable, para su recuperación.


 
Sobre Juan Alberto Yaría

Juan Alberto Yaría es Doctor en Psicología, y Director General en GRADIVA, comunidad terapéutica profesional en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina. Los artículos del autor en El Ojo Digital, compilados en éste link.