INTERNACIONALES: LUKE COFFEY

La importancia de la cumbre entre Trump y Nursultan Nazarbayev, presidente de Kazajistán

La Casa Blanca dio la bienvenida a Nursultan Nazarbayev, presidente de Kazajistán...

19 de Enero de 2018

La Casa Blanca dio la bienvenida a Nursultan Nazarbayev, presidente de Kazajistán, en el marco de la cumbre que éste sostuvo con Donald Trump, mandatario estadounidense -el próximo-pasado martes. En rigor, se trató de la segunda oportunidad en que ambos se reunieron, habiendo tenido lugar el primer cónclave en Arabia Saudita (momento en que Trump visitó esa nación en mayo pasado). La mencionada fue la primera ocasión en que un líder de Asia Central se acercó a la Casa Blanca, desde la llegada del presidente Trump a la Oficina Oval hace un año.

La visita de Nazarbayev fue oportuna, y ofreció a Trump una chance a Estados Unidos de consolidar sus intereses económicos, geopolíticos y de seguridad en Asia Central. EE.UU. ha sabido desarrollar buenas relaciones diplomáticas con Kazajistán desde los años noventa. Y tales vínculos han continuado creciendo -aunque podría hacerse mucho más. Asia Central es una región por lo general ignorada por los tomadores de decisión en Washington, hasta que suele ser demasiado tarde. A comienzos de los noventa -poco después de la caída de la Cortina de Hierro-, Estados Unidos dio inicio a un proceso para construir relaciones con las nuevas repúblicas independientes. Pero, luego de algunos años, aquel entusiasmo inicial para involucrarse más en la región se diluyó. Esta realidad se vio rápidamente modificada, sin embargo, tras los trágicos eventos de septiembre de 2001. En la debacle perpetrada por los ataques terroristas, Estados Unidos debió reconstruir relaciones diplomáticas con aquella región. Por años, Asia Central ha devenido en importante para las operaciones antiterroristas de EE.UU. en Afganistán.

Nazarbayev, KazajistánPero, cuando el presidente Barack Obama puso fin a las operaciones de combate lideradas por Estados Unidos en suelo afgano, el involucramiento estadounidense en Asia Central volvió a mermar. ¿Qué sigue, pues, para Estados Unidos en Asia Central? Washington necesita exhibir un involucramiento más sostenido en el tiempo (y más estratégico) con la región, y ha de cifrarse que el arribo de Nazarbayev a la Casa Blanca consigna un valioso punto de partida.

Asia Central se halla situada en un cruce de camino crucial desde lo geopolítico, con proyección hacia Eurasia. Kazajistán está localizado en el corazón de Eurasia y es un líder regional en materia económica, de seguridad, contraterrorismo y asuntos vinculados a la energía. Está en el interés de los Estados Unidos de América exhibir buenas relaciones en la región -particularmente con Kazajistán, aliado natural de EE.UU. allí. Kazajistán es mayormente una nación musulmana, pero mantiene un compromiso con el secularismo en la vida política. De igual manera, se ha transformado en un líder de magnitud en lo que hace a la renuncia a las armas nucleares (que en su oportunidad heredó de la ex Unión Soviética).

Aún cuando Kazajistán no ha participado del proceso de Astana -rueda de conversaciones multilaterales que tenían por fin hallar acuerdos políticos para poner punto final a los combates en Siria-, lo cierto es que llevó a cabo un magnífico trabajo de anfitrión en esos cónclaves. En la actualidad, Kazajistán ha transitado ya la mitad de su camino como miembro no-permanente del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, y ha sido un aliado importante en el Consejo, a la hora de lidiar con la cuestión del armamento nuclear de Corea del Norte. Nazarbayev llegó a Washington buscando atisbos de certeza, en lo que respecta a la política exterior de los Estados Unidos hacia China.

A partir de su locación histórcia y geográfica, Kazajistán es una potencia en equilibrio. Kazajistán ha de equilibrar sus relaciones externas y regionales con Rusia, con Estados Unidos y con China -sin antagonizar con ninguna de esas poderosas naciones. Luego de un año de mandato, ha quedado claro qué dirección la Administración Trump ha tomado respecto de Rusia. Parece haber respondido con firmeza contra la agenda rusa en Europa, y también de cara al involucramiento ruso en el conflicto por Ucrania.

No obstante ello, subsisten numerosos interrogantes en lo que respecta a China. Hasta tanto no haya más claridad de parte de Washington (especialmente en lo que tiene que ver con la posición de EE.UU. ante China y su iniciativa de la 'Nueva Ruta de la Seda', que consiste en una nueva versión de su similar antigua, para ampliar las rutas comerciales de Pekín), será más difícil que Kazajistán administre equilibradamente sus propias relaciones diplomáticas. La situación se torna más compleja al ponderarse el rol de actores secundarios como Siria, Irán y Corea del Norte, en la formulación que Estados Unidos haga sobre sus políticas hacia Rusia y China.

Lo cual no necesariamente debe empujar a Kazajistán a decidirse por una u otra parte. Kazajistán se sitúa en una compleja región del globo, y EE.UU. exhibe el interés de mantener relaciones cordiales con todos sus vecinos. La visita de Nazarbayev también sobreviene con la reciente publicación de la  nueva doctrina de seguridad nacional estadounidense, la cual reza que Estados Unidos intentará lograr que 'los Estados de Asia Central resistan los intentos de dominación ejercitados por potenciales rivales [de Estados Unidos], y que puedan resistir todo esfuerzo por convertir a sus territorios en santuarios para yijadistas; así como también puedan consolidar y priorizar reformas'.

Pero, a criterio de consolidar tales metas, Estados Unidos primero ha de probar que encarna el rol de un jugador de peso en la región -no a través de palabras, sino de acciones.

Otro aspecto de la estrategia de seguridad nacional que merece la pena subrayar es que Asia Central es reconocida por su importancia en lo que hace a la misión militar en Afganistán. Un apartado clave de la Administracieon americana y de su estrategia afgana consiste en presionar a Paquistán para que ponga fin a su respaldo al Talibán y a grupos asociados. Una consecuencia de esta aproximación con Islamabad podría significar que el transporte de suministros que se trasladan por territorio paquistaní -por aire y tierra- terminen siendo detenidos, en simultáneo. De suceder esto, Asia Central volvería a convertirse en crítica para el esfuerzo militar en Afganistán.

Conforme explicita la estrategia de seguridad nacional de Estados Unidos:

Hemos de insistir en que Paquistán tome acciones decisivas contra los grupos de militantes y terroristas que operan en su suelo. Hemos de trabajar con los Estados de Asia Central, a los efectos de garantizar acceso a la región, para poder continuar nuestro esfuerzo antiterrorista.

Kazajistán, a fin de cuentas, reposa en el corazón de una región en donde muchos de los desafíos globales de Estados Unidos confluyen, ya se vinculen a la seguridad energética, a la no-proliferación nuclear, a China o a Rusia, a la disyuntiva de Afganistán, o a la amenaza recurrente del extremismo. Si Estados Unidos se propone desempeñar el rol de un actor central en Eurasia -espacio geográfico en donde exhibe múltiples intereses-, entonces no puede permitirse el lujo de ignorar a Kazajistán.

El mejor modo de que Estados Unidos transite sin problemas por ese sendero de desafíos es que consolide sólidas relaciones diplomáticas con Kazajistán. Aquí reside el porqué de la importancia de la visita de Nazarbayev. Desde que ese país lograra su independencia en 1991, ningún mandatario de Estados Unidos visitó Kazajistán. Donald Trump debería evaluar el devolver el favor de la visita, en un futuro cercano.


Artículo original, en inglés, en http://dailysignal.com/2018/01/16/trumps-meeting-kazakhstan-president-important/


 

Sobre Luke Coffey

Desarrolla artículos relacionados con la relación especial entre Estados Unidos y Gran Bretaña, en la Fundación Heritage (Washington, D.C.). Se concentra específicamente en temas de Seguridad y Defensa, incluyendo el rol de la OTAN en la Unión Europea y en materia de seguridad transatlántica. Previo a desempeñarse en Heritage, Coffey sirvió en el ministerio de defensa británico como consejero especial al entonces secretario de Defensa, Liam Fox. Sus trabajos también son publicados en español en el sitio web The Daily Signal.