INTERNACIONALES: NIDIA OSIMANI

La tecnología Bitcoin, una amenaza versus el monopolio de las redes sociales

Grandes plataformas como Twitter, Facebook, Instagram, incluso Google y Youtube...

10 de Septiembre de 2017
Grandes plataformas como Twitter, Facebook, Instagram, incluso Google y Youtube, entre otras, se caracterizan por contar con estructuras que, en apariencia, se diferencian del modelo tradicional de medios de comunicación, al conformarse sobre una red de nodos o computadoras interconectadas.

Sin embargo, nadie puede desconocer que esa supuesta interacción libre con el resto del mundo no es más que una farsa que camufla el verdadero interés de quienes las controlan con criterio propio, propietarios y administradores; éstos -en el mejor de los casos- parecen obedecer a un instinto meramente comercial. En el peor, a intereses bastante más espurios, consignándose una clara disyuntiva entre el derecho a la defensa de intereses público-económicos legítimos, en detrimento del derecho a la privacidad y preservación de la intimidad individual.

BlockstackA lo dicho, cabe apuntar que dichas plataformas -tal como sucede con todo negocio- nada tienen de imparcial. Se trata, en rigor, de compañías que invierten, presentan balances y cotizan en bolsa; debiendo rendir cuentas ante sus accionistas y ante requerimientos de parte de órganos de regulación estatal.

Quienes controlan y administran las redes emplean programas o bots que rastrean datos, recaban información de todas las interacciones y de cada usuario. Estas son luego almacenadas, en ocasiones induciéndose a un comportamiento, y reorientándose hacia determinados sitios o consumo de ciertos productos y/o servicios.

La Tecnología Blockchain, base fundamental de la criptomoneda BitCoin, constituye una base de datos distribuída, opuesta al sistema de control monopólico. Es la que supo facilitar el diseño de un nuevo navegador llamado Blockstack, cuyo propósito es la Internet descentralizada de código abierto.

Blockstack funciona con las mismas características que un sistema de nombres de dominio que asocian información diversa con un IP o identidad de usuario, pero sobre una infraestructura de clave pública, por la cual todo el sistema (protocolos de seguridad, software, hardware y políticas de uso y navegación), utilizan la misma criptografía aplicada, por ejemplo, en la firma digital y en las transacciones con bitcoins.

De esta forma, son los propios usuarios de la red quienes deciden qué información exhibir, de qué forma y a quién, contando con la potestad de construír cadenas de bloques ad hoc, e iniciar las conexiones con otros nodos, limitando la intervención de intermediarios.

Asimismo, el desarrollo de páginas o sitios web exime a los programadores de asignar contraseñas, quedando las mismas a resguardo y en poder de los propios usuarios. Al quedar los datos almacenados en la cadena de bloques, serán los propios generadores de éstos quienes decidirán o restringirán el acceso.

Toda vez que se dé el alta un nuevo dominio, el mismo se ensambla a la cadena de bloques y se distribuye por toda la red, salvaguardando así la información en caso de que un nodo pierda la conexión, conforme los datos podrán ser tomados de las demás computadoras que continúen conectadas.

Paradójicamente, una de las empresas que ha adherido a esta tecnología es Microsoft, con la adquisición de Blockstack a su sistema de software, con el propósito de 'mejorar la seguridad'.

Blockstack es una startup actualmente financiada por Union Square Venture, contra la que compiten además de las ya mencionadas, otros gigantes como Amazon.

Si bien el modelo de negocio sigue siendo el mismo, la diferencia está en la descentralización del Internet, permitiendo a los usuarios contar con un software que al instalarlo en sus propias computadoras, les permite decidir por ellos mismos, sin violaciones a la privacidad.

Además de Blockcstack, existe otro proyecto similar en desarrollo en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), llamado Solid. Se trata de un sistema de herramientas y consensos que permitan el desarrollo de aplicaciones para redes sociales basadas en tecnología de datos vinculados. El proyecto, dirigido por el creador de la World Wide Web, Tim Berners-Lee, parte de la misma filosofía que la de Blockstack, de que sean los usuarios de las redes quienes decidan sobre su propia información.

Por último cabe señalar que, pese a lo dicho, esta innovación también tiene sus desventajas, y en este caso vuelve a ser la misma que para las criptomonedas, no hay a quién recurrir en caso de fraude a raíz de que, al igual que en el universo de las altcoins, todo se basa exclusivamente en la confianza entre las partes.

 
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