INTERNACIONALES: HELLE DALE

Trump, próxima reunión con Putin y líderes del G-20

Europa está preparándose para una nueva visita del presidente estadounidense...

04 de Julio de 2017

Europa está preparándose para una nueva visita del presidente estadounidense Donald Trump, la segunda en su joven presidencia. No hay dudas de que un circo mediático seguirá sus pasos allí donde vaya, en tanto Trump llevará consigo una abultada agenda.

En esta oportunidad, Trump hará frente a numerosos compromisos: primero, en la Cumbre de Varsovia el 5 de junio, donde Polonia presentará su proyecto para un eje energético y de comercio Norte-Sur en Europa, desde la propia Polonia hasta Croacia; luego, en la cumbre de dos días completos con naciones del G-20, en Hamburgo, Alemania, el 7 de julio -donde se reunirá en persona, por vez primera, con Vladimir Putin, presidente de la Federación Rusa.

Trump, a Europa, G-20, PutinA posteriori, Trump retornará a Europa para la celebración francesa del Día de la Bastilla el 14 de julio; Trump sorprendió al gobierno francés, aceptando una invitación que no era tan en serio, de parte del presidente electo Emmanuel Macron. Más allá de capturar los principales titulares de los medios europeos, Trump necesitará ponderar seriamente sus mensajes e ideas, y todo aquello que informa sobre su presidencia -y evaluar cómo esas ideas son percibidas en el extranjero.

En la última edición del magazine estadounidense The National Interest, James Jay Carafano, vicepresidente para política exterior y estudios de defensa en el think tank americano The Heritage Foundation, ofrece una plataforma para las relaciones europeoamericanas -que se resumen en una tregua poco confortable de ideas, aunque constructiva, entre dos líneas diferentes de gobierno. Conforme lo certificara en su momento la victoria de Occidente sobre la ex Unión Soviética, las ideas son inmensamente importantes, y tal realidad sigue siendo cierta hoy, como lo fue entonces. Infortunadamente, el Departamento de Estado de Trump aún debe consolidar muchos progresos a la hora de completar los puestos que ayuden a explicitar la visión de política exterior que porta el mandatario estadounidense.

Desde el puesto de subsecretario para diplomacia pública hasta el de director del centro de involucramiento global en el Departamento de Estado, hasta el puesto de CEO en el Comité de Gobernantes de Emisoras, puestos clave aún deben ser completos por directores actuantes que no cuentan con mandato presidencial para diseñar una agenda específica. Tal agenda es la que el analista de Heritage, Carafano, trata en su trabajo -en inglés-, intitulado: 'La Lucha por el Nacionalismo Está a Punto de Complicarse'.

La visión de 'Estados Unidos, primero' en Europa se ve enfrentada con frecuencia al ultranacionalismo europeo, que en ocasiones porta una faceta desagradable y xenofóbica. A partir del surgimiento del inmigrante europeo y las poblaciones de refugiados provenientes de Oriente Medio, y el fallo de los gobiernos europeos a la hora de tomar nota de las preocupaciones de sus ciudadanos, esta variante de nacionalismo europeo se ha mostrado en crecimiento. En esencia, confronta directamente con la visión de los federalistas europeos, que intentan construir un continente sin fronteras intestinas, y con un gobierno central que funcione desde Bruselas.

Sin embargo, el nacionalismo en los Estados Unidos comporta una naturaleza diferente.

Los votantes de Trump en los Estados Unidos conocen una clase distinta de nacionalismo: una que es constructiva, enfocada en la creación de empleos domésticos, independencia energética, la construcción de comunidades sólidas, y la protección de las fronteras y los intereses estadounidenses. Esta visión no es, en sí misma racista ni xenofóbica -de hecho, reconoce el destacado rol de los inmigrantes legales en la construcción del Sueño Americano.

Escribe el Dr. Carafano:

Trump necesita echar mano de la cautela en la guerra de conceptos. La paz, la prosperidad y la estabilidad de Europa son de vital importancia para los Estados Unidos (...) Asimismo, los eurofederalistas también serían inteligentes si evitan vilipendiar a Trump. Estos necesitan contar con todo aliado posible. En lugar de ello, deberían mostrarse optimistas, constructivos, y acercarse a la nueva Administración americana. Sería mejor para ellos intentar construir mejores resultados con los Estados Unidos, antes que aferrarse a una visión inflexible de una visión que reza: integración europea, o nada.

Trump habrá de acercarse a todos los europeos, si de lo que se trata es de contrarrestar las fuerzas destructivas que trabajan en el Viejo Continente. Tales fuerzas son, en soledad, fogoneadas por la propaganda rusa, y por la desinformación que, también con origen en el Kremlin, busca destruir a Europa, sembrando confusión y división en el seno de los Estados Unidos.


Artículo original en inglés, en http://dailysignal.com/2017/07/04/trump-meet-putin-g-20-leaders-second-european-trip/

 

Sobre Helle C. Dale

Es Analista Senior en estudios de Diplomacia Pública, para la Fundación Heritage (Washington, D.C.). Desarrolla trabajos relacionados con instituciones y programas del gobierno estadounidense que hacen a la relación con terceros países y diplomacia tradicional, y elementos críticos en la guerra de ideas contra el extremismo violento. Previamente, se desempeñó como Editora en el periódico The Washington Times.