INTERNACIONALES: TED R. BROMUND

Brexit: oportunidades para Gran Bretaña

Este miércoles, la primer ministro británica Theresa May notificó formalmente a la Unión Europea...

29 de Marzo de 2017
Este miércoles, la primer ministro británica Theresa May notificó formalmente a la Unión Europea de que Gran Bretaña abandonará la unión. Es, en efecto, un gran día para los creyentes del autogobierno en formato democrático, tanto en el Reino Unido como en todo el globo.
 
El proceso del abandono de la UE por parte de Gran Bretaña no será sencillo, y el paso de este miércoles -la puesta en marcha del Artículo 50 de la UE- remite a un paso vital en el importante proceso.
 
El Artículo 50 no refiere que Gran Bretaña desea un divorcio; asume que el divorcio existe, y da inicio a un período de dos años de negociaciones en relación a los términos.
 
BrexitAsí es que, a menos que la totalidad de los participantes de las negociaciones decidan extender la salida, el Reino Unido dejará la UE el 29 de marzo de 2019. Esa porción es lo que se necesita. El resto de la historia es algo más compleja.
 
En primer lugar, existen cuestiones de orden doméstico.
 
El gobierno británico deberá tener más votos para ganar en el parlamento y, probablemente, deba hacer frente a nuevos desafíos legales, conforme da inicio el proceso legislativo para retirar poderes y responsabilidades administrativas a la Unión Europea.
 
El Partido Nacionalista Escocés, asimismo, ha demandado la realización de un segundo referendo sobre la independencia de Escocia -exigencia que May ha rechazado.
 
Segundo: está la cuestión de las negociaciones con la Unión Europea. Estas van desde el comercio visible a los aspectos no visibles del mismo (cuestiones bancarias y de seguros, allí donde Gran Bretaña tiene importantísimos intereses), pasando por la migración y los derechos de los ciudadanos de la UE en el Reino Unido (y ciudadanos británicos que residen en la UE), llegando al tema de las contribuciones de Gran Bretaña al presupuesto de la UE y para otros proyectos.
 
Estas negociaciones se extenderán incluso a numerosos acuerdos subsidiarios, como ser el de la gobernancia sobre los vuelos comerciales en Europa.
 
Tercero, están el deseo y la necesidad del Reino Unido de tomar ventaja de su flamante libertad, dando inicio a negociaciones bilaterales de libre comercio con terceras naciones. Un acuerdo de libre comercio entre Gran Bretaña y los Estados Unidos de América adquiere importancia central, pero Gran Bretaña también está explorando convenios con otras treinta naciones.
 
Cuarto, y finalmente, está la necesidad no solo de recuperar poderes antes cedidos a la UE, sino mirar cuidadosamente entre ellos y reformular el Estado administrativo y regulatorio del Reino Unido.
 
En sí mismo, éste representa un inmenso desafío -pero ofrece enormes oportunidades.
 
Desde que el Reino Unido ingresó a la UE en 1973 -cuando se la conocía como Comunidad Económica Europea-, la UE se ha entrometido en todos los aspectos de la vida británica. Salir de allí genera oportunidades -y la necesidad- de una reformulación de carácter íntegro.
 
La mayoría de los países no cuentan con la oportunidad de repensarse en semejante escala, a menos que pierdan una guerra de magnitud. El Reino Unido está teniendo ahora la oportunidad de recuperar su democracia. Se trata de un evento único en su historia.
 
Nada de esto será fácil. Pero nadie afirma que el autogobierno es materia sencilla. Ocurre que es lo correcto de hacer.
 
Aún cuando el gobierno de May es cauteloso y competente, desde lo personal no dudo de que el Reino Unido cometerá errores al ir hacia adelante con este proceso. Pero serán errores estrictamente británicos que podrán ser, eventualmente, corregidos por el pueblo británico, a través de instituciones británicas.
 
Por otro lado, los errores de la UE -como ser la creación del euro, o la decisión de admitir a millones de refugiados sirios- son inmunes a cualquier tipo de corrección exigida por el pueblo, dado que la UE fue diseñada desde el inicio para dotar de poder a las élites, manteniendo esas cuotas de poder alejadas de la ciudadanía.
 
El 23 de junio de 2016, el pueblo británico rechazó continuar por esa senda. No eligió un camino diferente. Eligió un viejo camino -el que supo seguirse durante cientos de años, esto es, el de gobernarse a sí mismo.
 
El cual nada tiene que ver con un camino en donde se imponga hostilidad a las naciones vecinos, a instituciones como la OTAN, o al mundo. Es un sendero que proclama que los pueblos libres deben cooperar libremente.
 
Hoy, el gobierno británico ha mostrado que respeta la voluntad de su pueblo, y ha dado inicio al proceso de separación formal de la UE. El proceso, como ya hemos dicho, implicará desafíos. Habrá puntos altos y bajos. Pero no habrá retroceso.
 
El Reino Unido ha tomado una decisión que el resto del mundo puede comprender -y debe respetar. Ha optado por la libertad.


Artículo original en inglés, en http://dailysignal.com/2017/03/29/the-opportunities-brexit-gives-britain-to-reshape-itself/

 
Sobre Ted R. Bromund

Egresado de la Universidad de Yale y con un doctorado obtenido en esa casa de estudios, es Analista Senior en Relaciones Británico-estadounidenses. Se unió a la Fundación Heritage (Washington, D.C.) en 2008, luego de oficiar como director asociado de Estudios de Seguridad Internacional en Yale, un centro de investigación y enseñanza dedicado a historia de la estrategia, temas militares y diplomáticos. Ha brindado numerosas conferencias en Historia y, desde 2004, sobre asuntos internacionales. Sus artículos y análisis son publicados regularmente en The Daily Signal.