INTERNACIONALES: MIKE GONZALEZ

No hay razones para tener que elegir entre Putin o George Soros

'El enemigo de mi enemigo es mi amigo', reza un proverbio que...

25 de Marzo de 2017

'El enemigo de mi enemigo es mi amigo', reza un proverbio que, durante mucho tiempo y, en apariencia, fue incorrectamente atribuído a los beduinos. No es justo para ellos, conforme la expresión comporta una falacia basada en una falsa dicotomía. En ocasiones, el dicho es apropiado, como cuando los Aliados decidieron, durante la Segunda Guerra Mundial, tomar partido junto a Josef Stalin versus Adolf Hitler. En otras circunstancias, ambas opciones son igualmente malas.

Este es, sin embargo, el modo que muchas personas utilizan para reaccionar ante George Soros y el presidente ruso Vladimir Putin, dos personas que hoy día compiten, centímetro a centímetro, por el control de gran parte de las mentes y corazones de los ciudadanos en todo el mundo. Usted toma partido con uno o con el otro. O, si Usted ataca a uno de ellos, es porque se encuentra en sintonía con el otro.

George SorosLa última prerrogativa antes citada parece ser el enfoque utilizado por Isaac Arnsdorf, Andrew Hanna, y Kenneth Vogel (todos de la web Politico.com) a partir de su contencioso artículo intitulado 'El Partido Republicano Toma Partido junto a Rusia en el Ataque contra Soros'. El espíritu del texto (es tan unilateral y confuso por momentos, que me niego a vincularlo) propone que los Republicanos en el congreso estadounidense han sido engañados por los conservadores macedonios, para que los congresistas hagan el trabajo de Putin por él.

Seis senadores estadounidenses -Bill Cassidy, Republicano por Lousiana; Ted Cruz, Republicano por Texas; Jim Inhofe, Republicano por Oklahoma; Mike Lee, Republicano por Utah; David Perdue, Republicano por Georgia; y Thom Tillis, Republicano por Carolina del Norte— enviaron una carta al Secretario de Estado, Rex Tillerson, exigiéndole que investigue una extendida seria de informes de varios países en donde se refiere que Open Society Foundations (de George Soros) busca 'promocionar una agenda progresista para dotar de vigor a la izquierda política'. Esto, para el team de Politico.com, es una 'acusación que está siendo fogoneada y promocionada por Moscú'.

El hecho de que un ataque contra Soros esté promocionado por Putin, es algo que no deja margen para dudas. El líder del Kremlin es un oportunista que pondrá pie en cualquier escenario que él vea como útil para postulares como guardián de los valores occidentales. Y el invitar a Putin a que haga precisamente eso, es a lo que el esfuerzo de Soros en otras naciones apunta.

Pero la noción de que el accionar de estos senadores -al igual que el de miembros de la Cámara que, de igual manera, han exigido al Departamento de Estado que ofrezca explicaciones sobre por qué USAID se ha conjuntado con Soros- ha sido 'fomentado' por Putin, tal como lo sentencia Politico.com, es ridículo. El Kremlin -dicen los autores del texto en Politico.com- ve el esfuerzo de Soros como una iniciativa que 'financia a grupos de la sociedad civil en ex Estados satélites de Rusia como un complot para instalar gobiernos pro-occidentales'.

En el caso de la pequeña Macedonia (con una población de 2 millones, apenas más pequeña que el Queens, en Nueva York) es directamente erróneo. Soros y la embajada de los Estados Unidos en ese país han consolidado apoyos a partidos que se enfrentan al grupo conservador local VMRO -imperfecto es, como lo son muchas organizaciones políticas en el mundo, aunque muy pro-EE.UU. y pro-OTAN. La descripción de Politico.com, que refiere que Soros opera para instalar gobiernos pro-occidentales, es una manera demasiado benévola, como lo es la descripción del artículo sobre el propio Soros, a quien presenta como un benigno filántropo.

Soros, en efecto, reparte su dinero por todas partes, cosa que está en capacidad de hacer. Forbes estima su fortuna en alrededor de US$ 25 mil millones, lo cual lo sitúa en el puesto #22 entre los hombres más ricos del globo. Soros, por ejemplo, remitió US$4.5 millones entre 2000 y 2014 al exageradamente sesgado Center for Public Integrity (Centro para la Integridad Pública), en donde Vogel, uno de los autores del artículo de Politico.com, solía estar empleado.

Pero existe otra manera de describir al titular de hedge funds más rico del planeta: Soros gasta miles de millones de dólares para legalizar el aborto en Irlanda y México; para descriminalizar las drogas en Indonesia; para promover un acuerdo de paz con rebeldes narcomarxistas en Colombia -lo cual los ciudadanos de ese país ya rechazaron en un referendo-; para promocionar los derechos de transexuales en Guatemala; para retratar a Israel como violador serial de derechos humanos; y para legalizar la prostitución en todo el mundo. 'En la superficie, el vasto número de grupos y personas que Soros respalda es desproporcionado', escribió Caroline Glick en el matutino The Jerusalem Post. 'A fin de cuentas, ¿qué tiene que ver el cambio climático con la inmigración africana ilegal en Israel? ¿Qué tiene que ver Occupy Wall Street con las políticas de inmigración griegas?'.

'Todos ellos trabajan para debilitar la capacidad de autoridades nacionales y locales en las democracias occidentales y el esfuerzo de éstas en defender las leyes y valores de naciones y comunidades', concluyó Glick. 'Lo que resulta tácito o explícito en el esfuerzo estadounidense para políticas progresistas en todo el mundo es canibalizar el moderado respaldo político -e invita a Putin a ingresar como política alternativa, conforme ahora sucede en Macedonia. Si, dada la falta de una alternativa conservadora, el partido macedonio VMRO se vuelca a Putin para contrarrestar esta agenda de extrema izquierda que proviene de fuera del país, ello será nuestra culpa -y de Soros'.

 

Russian President Vladimir Putin and Macedonian President Gjorge Ivanov shake hands at a meeting in Moscow, Russia, May 9, 2015. (Photo: Nikolsky Alexei/ZUMA Press/Newscom)

El presidente ruso Vladimir Putin y el presidente de Macedonia, Gjorge Ivanov, se saludan en un encuentro en Moscú, Rusia, el 9 de mayo de 2015. (Crédito: Nikolsky Alexei/ZUMA Press/Newscom)

El think tank estadounidense The Heritage Foundation no escatima esfuerzo alguno a la hora de dejar en claro que Putin es un adversario en el que no es posible confiar. Lo hemos dicho aquí, aquí, y también aquí. Por propia cuenta, lo he publicado aquí. Putin y Soros no desperdician oportunidades a la hora de descontarle puntos el uno al otro.

En el más reciente capítulo, pocos meses atrás, un grupo de piratas informáticos autorreferenciado como DC Leaks -identificado por el FBI como un grupo de avanzada del Kremlin- pirateó servidores de Open Society Foundations y publicó numerosos documentos privados que revelaron los planes de Soros para promocionar el extremismo en todo el globo. Allí, se incluyeron los planes de Soros para reconfigurar el sistema político estadounidense a través de la Oficina de Censos de los Estados Unidos, y sus planes de utilizar a Irlanda como modelo para modificar las leyes pro-vida en el mundo.

La respuesta correcta a este mano-a-mano entre Soros y Putin no debería remitir a la elección entre el peor de ambos males. Antes bien -parafraseando la cita de Henry Kissinger, al referirse a la guerra entre Irán e Irak en los años ochenta-, lo preferible es la sentencia: 'Esperemos que ambos bandos pierdan'.



Artículo original en inglés, en http://dailysignal.com/2017/03/24/we-dont-have-to-choose-between-putin-and-george-soros/

 

 

Sobre Mike González

Es vicepresidente de comunicaciones en la Fundación Heritage (Washington, D.C.), y periodista con veinte años de trayectoria, habiendo reportado desde Europa y Asia. Durante la Administración del ex presidente estadounidense George W. Bush, asistió en temas fiscales y de política exterior en audiencias dentro de Estados Unidos y en el exterior, inicialmente en la Securities and Exchange Commission (SEC) y luego en el Departamento de Estado.