INTERNACIONALES: MIKE GONZALEZ

De cómo el dinero de George Soros corrompe a la política en Macedonia

En la economía de la política internacional, George Soros tiene miles de millones...

12 de Marzo de 2017

En la economía de la política internacional, George Soros tiene miles de millones de dólares en juego -y ese dinero se extiende a zonas remotas, como la República de Macedonia.

De hecho, el pequeño Estado de los Balcanes se está volviendo emblemático para una batalla de magnitud que tiene lugar en Europa, entre partidos conservadores que respaldan valores tradicionales y soberanía nacional, y aquellos -financiados por el progresista multimillonario- que portan una agenda ambiciosa que incluye la liberalización de las drogas y políticas de orientación sexual, así como también el transnacionalismo.

SorosPara complicar las cosas, se agregan las interferencias estratégicas del Kremlin en la ecuación. La red propagandística del presidente ruso Vladimir Putin suele interponerse en estas disputas -ya sea en calidad de invitado o no-, ostensiblemente posicionándose del lado de los tradicionalistas y marchando a la guerra con su némesis, Soros.

En algunos sitios, como en la propia Macedonia, una variable se destaca: los personeros de Barack Obama.

El embajador estadounidense en Skopje, Jess Baily -designado por Obama- se encuentra ahora bajo escrutinio del congreso estadounidense, por acusaciones de haberse expresado sesgadamente contra el partido conservador de Macedonia, el VMRO. La acusación también versa que el diplomático facilitó la realización de negociaciones de coalición entre el principal partido de izquierda y partidos étnicos albaneses.

En una misiva enviada a Baily el 17 de enero, los miembros Republicanos de la Cámara de Representantes y del Senado lo inquirieron, para que explique los informes que rezan que su embajada había seleccionado a las fundaciones de Open Society (bajo control de George Soros), como principales implementadoras de proyectos de la Agencia Estadounidense para el Desarrollo Internacional (USAID) en Macedonia.

La respuesta del Departamento de Estado del 6 de febrero, que he tenido la oportunidad de leer, no abundó en detalles sobre el financiamiento de la fundación de Soros y de los grupos que controla. Les fueron asignados subsidios a través de un 'proceso competitivo de asignaciones', rezaba la carta. La ayuda -continuó- era para 'fortalecer el Estado de Derecho, incrementar el crecimiento económico, respaldar la seguridad regional', y promocionar otros nebulosos objetivos.

Pero de hecho, un anuncio de USAID del 27 de febrero, relativo a un contrato de US$2.54 millones con la fundación, reveló que el proyecto incluía pagar por entrenamiento en 'activismo cívico', 'movilización' y 'involucramiento civil'. Lejos de fortalecer el Estado de Derecho o la segurida regional, las referidas actividades están asociadas con la redefinición del rol ciudadano, bajo el modelo de activismo político progresista de los años sesenta. Se trata de estrategias surgidas directamente del manual subversivo de Saul Alinsky, 'Reglas para Extremistas', cuya traducción al idioma macedonio, incidentalmente, fue financiado por la fundación de Soros en 2014.

En su rol de uno de los hombres más ricos del planeta, Soros exhibe un largo historial de intervención política en todo el globo, persiguiendo su sueño de fronteras abiertas, gobernancia global y de erosión del particularismo regional -lo que él llama 'sociedad abierta'. Dado que la letra del Departamento de Estado era 'vaga y fracasó a la hora de responder a las preguntas cifradas', los propios seis miembros Republicanos de la Cámara que le escribieron -sumado uno nuevo, el Representante Trent Franks, Republicano por Arizona- la pasada semana consultando al contralor general de la Oficina de Rendición de Cuentas, a los efectos de abrir una investigación y auditar las actividades de USAId en relación a Macedonia y a la fundación de Soros.

El órgano ciudadano Judicial Watch, por su parte, ha presentado requerimientos sustentados en el Acta de Libertad de Información, exigiendo que el Departamento de Estado y USAID produzcan documentación relativa a cualquier tipo de subsidio, contrato, evaluación, etcétera, llevados a cabo por el Departamento a la Fundación Open Society de Macedonia, y a sus subsidiarias. Cualquiera sea el resultado de tales esfuerzos, los partidos políticos a los cuales el embajador estadounidense ayudó a negociar -la Unión Socialista Democrática, de izquierda- y tres partidos étnicos con base en Albania, la Unión Democrática para la Integración, Besa, y la Alianza de los Albaneses -llegaron hace una semana a un acuerdo con miras a formar gobierno.

Pero el presidente de Macedonia, Gjorge Ivanov, se rehusó a otorgarle mandato a la Unión Democrática Socialista para formar gobierno, dado que su líder, Zoran Zaev, se unió a las exigencias de que el albanés se convierta en idioma oficial a lo largo de Macedonia. Los partidos negociaron el acuerdo sobre el idioma en Tirana, Albania -una de las razones que Ivanov presentó para impedir otorgar mandato.

Albania es otra nación en donde las actividades de Soros y su fundación se encuentran bajo escrutinio, por respaldar al gobierno del primer ministro Edi Rama -socialista quien personalmente negoció la 'Plataforma de Tirana'. Y, también en Albania, el embajador estadounidense (también designado por Obama) Donald Lu, respalda a los partidos apoyados financieramente por Soros. Rama es muy cercano a Soros, al punto en que éste asistió a la boda del primero en 2013; la pasada semana, emitió un pedido desapasionado para que Estados Unidos no abandone los Balcanes, dejándola en manos de Rusia, cuya influencia, dice el matutino The Telegraph, 'es ahora más fuerte que nunca antes'. 'Rusia', agregó, 'ha estado interesada en extender su influencia, y hay mucho de ella en la región'.

Con frecuencia, el Kremlin de Putin intenta maniobrar en la política europea. Fuentes de carrera en el Whitehall informan que complotó para asesinar al primer ministro de Montenegro, el año pasado. En Macedonia, también ha intentado mostrarse como del lado del partido conservador VMRO, que lidera el presente gobierno y se hizo acreedor al grueso de los votos en los comicios del 11 de diciembre. Un artículo del pasado mes -escrito por éste periodista- fue citado en sus porciones más importantes por la cadena rusa Sputnik International.

Agencia Reuters informeo que el martes 2 de marzo, Rusia acusó a Albania, a la OTAN y a la Unión Europea por intentar imponer un gobierno pro-albanés en Macedonia. Lejos de respaldar las políticas de Putin, sin embargo, el VMRO se ha mostrado por mucho tiempo como pro estadounidense, y pro OTAN. Pero el notable respaldo de las embajadas estadounidenses por Soros y sus políticas progresistas irritan a las personas que defienden valores tradicionales en Macedonia y en otras numerosas geografías.

'Algunos de mis amigos conservadores en Macedonia ahora me dicen "Odio a Estados Unidos"', afirma Jason Miko, hombre de negocios estadounidense que ha visitado los Balcanes por más de dos décadas. 'En realidad, ellos no odian a Estados Unidos. Desprecian lo que ha hecho la Administración Obama. Si Soros desea gastar de su propio dinero, que lo haga; pero, cuando se propone utilizar el dinero de los contribuyentes, entonces eso es otro tema', remata Miko, que ahora es cónsul honorario en Arizona.


Artículo original en inglés, en http://dailysignal.com/2017/03/02/how-soros-money-is-corrupting-politics-in-this-small-european-nation/

 

Sobre Mike González

Es vicepresidente de comunicaciones en la Fundación Heritage (Washington, D.C.), y periodista con veinte años de trayectoria, habiendo reportado desde Europa y Asia. Durante la Administración del ex presidente estadounidense George W. Bush, asistió en temas fiscales y de política exterior en audiencias dentro de Estados Unidos y en el exterior, inicialmente en la Securities and Exchange Commission (SEC) y luego en el Departamento de Estado.