INTERNACIONALES: LUKE COFFEY

El interés de Donald Trump en Kazajistán: datos de importancia

En la extensa lista de líderes del extranjero que telefonearon al presidente electo de EE.UU., Donald Trump...

14 de Diciembre de 2016

En la extensa lista de líderes del extranjero que telefonearon al presidente electo de EE.UU., Donald Trump, se encontró el jefe de Estado de Kazajistán, el presidente Nursultan Nazarbayev. De acuerdo a algunos informes de prensa, Trump describió al progreso de Kazajistán tras ganar su independencia de la ex Unión Soviética como 'un milagro'.

Si Trump estaba refiriéndose al progreso económico de ese país desde mediados de los años noventa, su descripción no resultó tan alejada de la realidad. En efecto, numerosas naciones de Asia Central se han enfrentado a impresionantes desafíos económicos pero, en más de un sentido, Kazajistán se ha mostrado capaz de posicionarse mejor que el resto. En ocasión de los primeros años de la independencia frente a Moscú, entre 1991 (momento en que Nazarbayev asumió como presidente) y 1995, la economía kazaja se contrajo en un 31%—un escenario en extremo negativo, para decirlo en palabras sencillas. Sin embargo, desde 2000, la economía ha mostrado mucho más que recuperación, creciendo anualmente a una tasa promedio del 8 por ciento anual en la primera década de este siglo.

Astana, KazajistánCuando el Indice de Libertad Económica de la Fundación Heritage (Washington, D.C.) comenzó a medir los ránkings de Kazajistán en 1998, el país se ubicaba en el puesto #136 en todo el mundo, en términos de libertad económica. Hoy ocupa el puesto #68, por delante de naciones occidentales como Francia e Italia. Pero Kazajistán se propone mejorar todavía más.

En 2012, su gobierno se propuso la meta de convertirse en una de las 30 economías más desarrolladas del mundo para 2050. Hasta el momento, ha logrado un buen nivel de progreso. Si acaso Usted describiese el crecimiento económico de Kazajistán como un 'milagro' (tal como lo hizo Trump) o sencillamente 'impresionante' (como lo hiciera la OCDE, Organización para la Cooperación Económica y el Desarrollo), este país de tan solo 17 millones de habitantes ha dado importantísimos pasos en las pasadas dos décadas. Razón por la cual el presidente electo Trump puede, con propiedad, preguntarse: ¿qué rol puede Kazajistán desempeñar a la hora de asistir a la Administración americana en el concierto mundial?

La política exterior estadounidense de los pasados ocho años ha convertido al mundo en un sitio más inestable y bastante menos predecible. Los adversarios de los Estados Unidos se han visto envalentonados; los aliados de Washington se sienten abandonados, y ciertas regiones, directamente ignoradas. Una de estas regiones ignoradas en Asia Central. Aún cuando en general se le ha prestado escasa atención, esta región es importante en lo que tiene que ver con temáticas como proliferación nuclear, extremismo religioso y de cara al comportamiento cada vez más agresivo de Rusia y China, un Afganistán desestabilizado y un Irán que también se ha envalentonado. Kazajistán se ubica en el centro de todo esto, y emerge como un líder regional.

Este país se muestra en perfecta posición para asistir en la no-proliferación de armamento nuclear. Uno de los más grandes logros desde 1991 ha sido su firme compromiso en pos de la no-proliferación de armas nucleares. Se deshizo de la totalidad de las armas de este tipo que los soviéticos dejaron atrás en su territorio, y los kazajos se muestran orgullosos de este hecho. Conforme Corea del Norte continúa testeando armas nucleares y el futuro del convenio nuclear con Irán sigue el camino de la incertidumbre, la voz de Kazajistán en el debate sobre no-proliferación es crucial. O bien, considérese el resurgimiento del terrorismo islamista. Siendo una nación secular, con mayoría musulmana, Kazajistán se ha mostrado capaz de contrarrestar el extremismo, y convirtiéndose por ende en un socio natural de los Estados Unidos.

Otra consideración del potencial de Kazajistán desde la perspectiva de EE.UU. tiene que ver con las exportaciones de crudo y gas, que podrían ayudar a Europa a quebrar su dependencia de Rusia. Liberar a Europa de esta dependencia afectaría directamente la seguridad europea y, potencialmente, la necesidad de que Estados Unidos actúe para cumplir con sus obligaciones en el tratado de OTAN. Desde los años noventa, los gigantes de la energía en Occidente, incluyendo a Chevron y a Exxon, han ayudado a Kazajistán a desarrollar algunos de los más grandes campos petroleros del planeta, incluyendo Tengiz, Kashagan (que, a la postre, fueron puestos en funciones a inicios del año en curso), y Karachaganak. Inevitablemente, la problemática de los derechos humanos se cierne sobre la política exterior de los Estados Unidos a lo largo de la región. EE.UU. debería tener un diálogo franco, abierto y constructivo con sus aliados en la región, y especialmente en el terreno de los derechos humanos -con el objetivo de democratización a largo plazo.

NursultanNo obstante, los derechos humanos deberían ser solo parte de una relación en distintos niveles, que considere los intereses más amplios de los Estados Unidos en lo estratégico y en lo que hace a la estabilidad regional. Una variable no necesariamente debería entrar en conflicto con las otras. Hasta el momento, pareciera ser que Donald Trump comprende esta realidad -aunque se espera comprobarlo en la práctica. Si EE.UU. cuenta con una estrategia para lidiar con los numerosos desafíos globales, entonces la construcción de relaciones sólidas y pragmáticas con la capital de Kazajistán, Astana, es un imperativo categórico. Una nueva Administración estadounidense puede reenergizar este vínculo, y el momento actual es perfecto.

Kazajistán puede convertirse en un aliado extremadamente útil en el ámbito de Naciones Unidas, ni bien dé inicio a su período como miembro no-permanente del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, en enero próximo. El General James Mattis (Marine retirado, elegido por Trump para liderar el Departamento de Defensa), diría una vez: 'En general, suele triunfar la nación que cuente con el mayor número de aliados; eso es lo que la Historia nos ha enseñado'. 


Artículo original en inglés, en http://dailysignal.com/2016/12/12/trumps-welcome-interest-in-kazakhstan-and-why-it-matters/

 

Sobre Luke Coffey

Desarrolla artículos relacionados con la relación especial entre Estados Unidos y Gran Bretaña, en la Fundación Heritage (Washington, D.C.). Se concentra específicamente en temas de Seguridad y Defensa, incluyendo el rol de la OTAN en la Unión Europea y en materia de seguridad transatlántica. Previo a desempeñarse en Heritage, Coffey sirvió en el ministerio de defensa británico como consejero especial al entonces secretario de Defensa, Liam Fox. Sus trabajos también son publicados en español en el sitio web The Daily Signal.