NARCOTRAFICO & ADICCIONES: CLAUDIO IZAGUIRRE

El final para la efedrina de María Romilda Servini de Cubría

Tras la investigación de la distribución de las 47 toneladas de efedrina...

11 de Diciembre de 2016
Tras la investigación de la distribución de las 47 toneladas de efedrina que ingresaran a la República Argentina para ser utilizadas en la producción y exportación de MDMA, sobreviene como resultado de la pesquisa llevada adelante por Gerardo Pollicita y la magistrada María Romilda Servini de Cubría, la nada absoluta.
 
Todo obedece al reparto de niños a familias de militares a fines de los años setenta por la entonces jueza de menores Servini de Cubría, cuya información completa tiene a buen resguardo el SIDE/AFI Jaime Stiuso.
 
Servini de CubríaLas 47 toneladas de efedrina ingresaron al territorio nacional gracias a una aduana regenteada por Ricardo Etchegaray -quien sabía cumplir órdenes a ciegas de Aníbal Fernández,- y que sabía moverse a las órdenes de Jaime Stiuso (casi como sucede en las logias masónicas).
 
José Ramón Granero y Gabriel Abboud denunciaron todos los movimientos extraños de  efedrina en la justicia federal y, gracias a esas denuncias, fue posible detener -entre otros- al personaje conocido como el Rey de la Efedrina.
 
Sin embargo, María Romilda Servini de Cubría -por orden de Stiuso- procesó a los funcionarios de SEDRONAR enemigos de Aníbal Fernández, involucrándolos en la misma causa donde están incluídos los individuos denunciados por Granero y Abbou.
 
Hoy, a pasos del juicio oral, quienes llevan la causa, se encuentran en un atolladero. Ello, al no contarse con los responsables directos del ingreso de efedrina a la Argentina, y carecen de este elemento fundamental debido a que la dueña del Juzgado Federal 1 ha recibido la orden de no convocar para prestar declaración indagatoria ni a Ricardo Echegaray ni a Aníbal Fernández; responsables ambos del ingreso de efedrina a Argentina. La causa solo lista supuestos participes necesarios que, en rigor, son denunciantes del contrabando.
 
El 29 de agosto de 2014, la Jueza Federal amenazó mediáticamente con ejecutar un allanamiento en la Casa Rosada, desde donde salían y entraban llamadas que estaban vinculadas al ingreso de efedrina al país. Como es costumbre, sus amenazas solo fueron eso.
 
La casualidad judicial deja como saldo el ocultamiento de los verdaderos dueños de la efedrina y procesa a quienes denunciaron la maniobra; éstos llegarán a un juicio oral sin condenados.
 
Cabe recordar que la problemática de la efedrina lleva ya siete años de investigación, que solo sirvieron para ocultar a los culpables y responsables del ingreso a la Argentina de éste precursor químico utilizado para fabricar éxtasis y crístal, comercializar dentro de nuestro territorio y exportar a Sinaloa (México) a través de pistas clandestinas en la Provincia del Chaco.
 
Si bien, ésta sustancia tiene en su haber tres muertos en la localidad de General Rodríguez y algunos detenidos que afirman que el jefe de las operaciones es el ex Ministro del Interior, ex Ministro de Justicia y  ex Jefe de Gabinete de Ministros Aníbal Fernández, jamás se lo llamó a declarar por una pretendida falta de elementos.
 
Se trata de la misma justicia que, en palabras de Platón, condenó a Sócrates a tomar cicuta; la misma que detuvo, flageló y crucificó a Jesús de Nazaret, y la que condenó a Nelson Mandela a treinta años de cárcel. Los culpables se encuentran hoy libres -sin reproche judicial alguno-; los denunciantes, procesados.
 
Esta justicia es la que condena a policías por combatir la venta de drogas y cobija a funcionarios judiciales, los cuales hacen un enorme esfuerzo por no ver los espacios de venta de drogas y soslayar la actividad de los más poderosos traficantes de estupefacientes.

 
Sobre Claudio Izaguirre

Reconocido activista antidrogas, titular de la Asociación Antidroga de la República Argentina (AARA). Sus artículos son publicados en periódicos nacionales e internacionales.