INTERNACIONALES: LISA CURTIS

Trump no mediará en conflicto indio-paquistaní

Los medios indios han expresado sus preocupaciones en relación a la conversación telefónica del presidente...

01 de Diciembre de 2016

Los medios indios han expresado sus preocupaciones en relación a la conversación telefónica del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, y el primer ministro paquistaní, Nawaz Sharif -en relación a lo que podría ello significar para las políticas de Nueva Delhi de cara al subcontinente.

Al teléfono, según se informó, Trump dijo al primer ministro de Paquistán: 'Estoy listo y dispuesto a desempeñar el rol que Usted desee, a los efectos de hallar soluciones para los problemas pendientes'. Estos comentarios, sin embargo, solo deberían ser ponderados como una declaración amistosa -compartida ante cualquier líder de una nación extranjera.

India, CachemiraNo representa sorpresa que los líderes paquistaníes intenten tomar ventaja de un intercambio epistolar amable, con el objetivo de promocionar su agenda de llevar la atención internacional al conflicto indo-paquistaní en Cachemira -un territorio bajo disputa por muchos años.

Paquistán -que ya ha perdido tres guerras con la India, dos de ellas por el status de Cachemira- ha buscado mediación internacional para quitarle ese territorio a la India. Es altamente dudoso que la Administración Trump considere insertarse en tal disputa, especialmente cuando Trump ha subrayado previamente su interés de profundizar los lazos de Estados Unidos con Nueva Delhi.

En efecto, si EE.UU. pudiese desempeñar algún rol útil a la hora de morigerar tensiones entre los dos rivales nucleares, ese coincidiría con presionar a Paquistán para que detenga y reprima a militantes antiindios que operan con libertad en territorio paquistaní. El subcontinente indio fue empujado a otra crisis el próximo-pasado 18 de septiembre, cuando militantes paquistaníes atacaron una base militar india en el pueblo de Uri -dentro de Cachemira-, asesinando a dieciocho soldados indios.

En respuesta, diez días más tarde, Nueva Delhi lanzó una serie de ataques quirúrgicos a lo largo de la Línea de Control (LoC) que divide Cachemira, con el objetivo de neutralizar a las bases de militantes en territorio paquistaní, e impedir futuros ataques contra la India. Estados Unidos evitó criticar directamente a Nueva Delhi por estas operaciones y, en lugar de ello, convocó a ambas partes a impedir una nueva escalada y a continuar las conversaciones en torno de las tensiones.

Poco después de conocida la noticia de la réplica india, la Consejera de Seguridad Nacional americana Susan Rice, convocó a Paquistán a 'tomar medidas efectivas para combatir y deslegitimar a las entidades y terroristas individuales designados por Naciones Unidas, incluyendo a Lashkar-e-Taiba, Jaish-e-Muhammad, y sus afiliados'

El modo en que Washington se involucre en las relaciones indo-paquistaníes es un asunto delicado. Es importante que los funcionarios estadounidenses eviten caer en la trampa de la mediación y de cualquier ilusión que ilustre que los Estados Unidos en soledad podrían resolver esta disputa, que data ya de casi setenta años.

Mientras que, en el pasado, Estados Unidos ha asistido al momento de desactivar crisis e impidió guerras extendidas entre ambas naciones nucleares, cualquier pista al respecto de que EE.UU. pudiera mediar una solución política para Cachemira solo arrojaría combustible al fuego, alentando a la potenciación de la violencia. Es más probable que los ataques del 18 de septiembre contra la base militar india tuviese el objetivo de atraer la atención internacional sobre el particular, en el mismo momento en que se llevaba adelante la Asamblea General de Naciones Unidas.

El ataque de Uri constituyó la segunda provocación en importancia, por un espacio de nueve meses. A comienzos de enero, un grupo militante con base en Paquistán, Jaish-e-Mohammadatacó una base aérea india en Pathankot. El ataque de Uri demuestra la predisposición de Paquistán de doblar la apuesta con el objetivo de llevar atención internacional sobre Cachemira, en un instante en que el desorden civil ha estado conmoviendo a la región. Estados Unidos debe expresar con claridad que este comportamiento de parte de Paquistán es inaceptable, y que comportará consecuencias.

El congreso estadounidense ya ha sancionado a Paquistán por su apoyo recurrente a los grupos terroristas que atacan a objetivos en Afganistán. Ahora, habrá de hacer lo propio, señalando el fallo de Paquistán de no reprimir a aquellos que atacan a la República de la India.



Artículo original en inglés, en http://dailysignal.com/2016/12/01/no-trump-likely-will-not-mediate-india-pakistan-conflict/

 

Sobre Lisa Curtis

Es analista senior en la Fundación Heritage (Washington, D.C., Estados Unidos); experta en las relaciones económicas y políticas entre el gobierno de EE.UU. e India, Paquistán y otras naciones del Sudeste de Asia. Su trabajo también es publicado en español en la web Libertad.org.