INTERNACIONALES: ANA ROSA QUINTANA

Guillermo 'Coco' Fariñas: cincuenta días en huelga de hambre

Un internacionalmente reconocido disidente cubano y ex prisionero político ha llevado...

20 de Septiembre de 2016

Un internacionalmente reconocido disidente cubano y ex prisionero político ha llevado adelante una huelga de hambre durante siete semanas. A los efectos de intentar arrojar luz sobre la brutalidad de su gobierno, Guillermo 'Coco' Fariñas declara estar dispuesto a dar su vida por el futuro de Cuba.

El pasado miércoles, se cumplieron cincuenta días desde iniciada su huelga de hambre. Un video exhibido en el Internet por el propio Fariñas en julio pasado exhibe que este acto de expresión política busca recordar el modo en que fuera brutalmente golpeado y torturado por la policía cubana, solo por preguntar por el estado de salud de otro disidente. En total, Fariñas estuvo en prisión once años.

Fariñas, De MintFariñas dio inicio a su huelga de hambre, la número 24 que lleva a cabo, el 20 de julio, y la decisión ya ha castigado severamente su salud. Ha sido hospitalizado en numerosas ocasiones, pero solo apenas sufre un desmayo.

De acuerdo a su madre, si está consciente, no permite se le brinde atención médica. Ha perdido casi quince kilos, y su ritmo cardíaco y su presión sanguínea son bajos.

Poca gente en todo el mundo conoce a Fariñas (el 'Coco', como es nombrado comúnmente). Hasta ahora, las únicas cadenas de noticias que reproducen su historia en los Estados Unidos han sido Breitbart News y Fox News Latino. Infortunadamente, los medios masivos de comunicación han elegido dedicar cobertura a Cuba solo para referirse al retorno de los vuelos aerocomerciales.

Poco más de un año atrás, tuve la increíble oportunidad, junto con el presidente de la Heritage Foundation, Jim DeMint y otros colegas, de conocer a Coco en la ciudad de Washington, D.C..

En tal ocasión, conversamos sobre la tristeza experimentada por él y por otros líderes disidentes al ser ignorados por el presidente estadounidense Barack Obama, a pesar de que personalmente se les prometiera a los disidentes cubanos que éstos tomarían parte de todo proceso de decisión relacionado con la nueva política oficial hacia Cuba. Fariñas expresó preocupación al respecto de que el reconocimiento y las concesiones de parte de EE.UU. solo servirían para consolidar al régimen comunista y su modo de aferrarse al poder.

Su madre acompañó a Fariñas en su visita a Washington, sitio donde recibió el más alto honor de la Fundación para la Conmemoración de las Víctimas del Comunismo, la Medalla Truman-Reagan de la Libertad. Otros acreedores del reconocimiento incluyen a dos notables anticomunistas, el Papa Juan Pablo II y el líder disidente y estadista Vaclav Havel. Fariñas también se ha hecho acreedor al Premio Sakharov de la Unión Europea, a partir de su férrea defensa de los derechos humanos.

Sin éxito, muchos intentaron convencer a Fariñas de que abandonase lo que sería su última huelga de hambre. Los diplomáticos estadounidenses que cumplen funciones en la nueva embajada en Cuba le pidieron que ponga fin a la protesta, pero él se rehusó, hasta tanto el líder cubano Raúl Castro deje de lado la violencia contra los disidentes.

Berta Soler, líder del movimiento opositor Damas de Blanco, fue arrestada recientemente, al dirigirse a la casa de Coco. Las redes sociales en la isla y en los Estados Unidos expresaron apoyo en Twitter y otros canales, empleando el hashtag #JuntoACoco.

El gobierno cubano aún adeuda un comunicado público sobre Fariñas. De acuerdo al profesor de la Universidad de Yale y exiliado cubano Carlos Eire, la inteligencia cubana ha intervenido su teléfono, y está difundiendo desinformación al respecto de que la huelga de hambre llegó a su fin.

Se desconoce qué respuesta ofrecerá el gobierno de Cuba, pero algunos exteriorizan su preocupación al respecto de que el régimen pueda intentar alimentarlo por la fuerza, como lo ha hecho en el pasado. Frances Martel subrayó el modo en que la alimentación forzosa en medio de una huelga de hambre está tipificada como una violación de derechos humanos, conforme viola una expresión política.

La Administración Obama ha presentado la nueva política hacia Cuba como un éxito. Los funcionarios subrayan el incremento en la cifra de ciudadanos estadounidenses que viajan hacia Cuba, y las visitas de alto nivel en el orden bilateral, con contrapartes cubanos.

Pero el gobierno estadounidense evita mencionar el incremento en los niveles de represión contra los disidentes anticomunistas. La Comisión Cubana por los Derechos Humanos, independiente y con base en Cuba, ha documentado un total de 8.616 arrestos motivados políticamente en 2015. En la primera mitad de 2016, ya se tomó nota de 7.418 arrestos. La comisión estima que 498 de tales episodios tuvieron lugar durante el viaje planeado de Obama a Cuba en marzo pasado.

El grupo Solidaridad Cristiana en el Mundo ha informado sobre niveles nunca conocidos de persecución religiosa por parte de las autoridades cubanas, observando 'una cifra de 2.300 violaciones separadas en 2015, al compararse contra 220 en 2014'. En solamente tres provincias, el gobierno demolió cien iglesias, y confiscado propiedad privada de manera ilegal.

La solidaridad con los activistas democráticos y el rechazo de la actitud tomada por sus opresores han sido siempre elementos críticos de la política de los Estados Unidos hacia Cuba. Eso fue así hasta el 17 de diciembre de 2014, cuando Obama se decidió a 'normalizar' las relaciones.

Al ser consultado sobre la política de Obama hacia Cuba, Fariñas declaró: 'Esa la razón por la cual, luego del 17 de diciembre, hemos decidido no abandonar las esperanzas, y luchar cada vez con más firmeza'.

No es tarde para Obama, en las postrimerías de su Administración, para que elija de qué lado de la Historia prefiere posicionarse.


Artículo original en inglés, en http://dailysignal.com/2016/09/08/together-with-coco-cuban-dissident-leader-hits-day-50-of-hunger-strike/

 

Sobre Ana Rosa Quintana

Es Investigadora Asociada sobre Asuntos Hemisféricos y Latinoamérica en la Fundación Heritage, Washington, D.C. Más puntualmente, se desempeña en el Centro Douglas y Sarah Alison para Políticas de Seguridad Nacional y Exterior -división del Instituto Shelby Cullom Davis para Estudios Internacionales