ESTADOS UNIDOS: LEE EDWARDS

Aniversario del 11-S: recordar a la nación unida en azul, rojo y blanco es posible

Quince años atrás, en el advenimiento de los ataques terroristas...

11 de Septiembre de 2016
Quince años atrás, en el advenimiento de los ataques terroristas contra el World Trade Center en la ciudad de Nueva York y el Pentágono en Washington, escribí sobre la oleada de patriotismo que se extendió a través de los Estados Unidos.
 
Se registró, en aquel entonces, un incremento notable en las inscripciones para las fuerzas armadas por parte de adolescentes y jóvenes adultos que supieron ser descartados por malcriados y centrados en sí mismos. Miles de ciudadnos estadounidenses formaron filas para donar sangre.
 
Decenas de millones de dólares en donaciones fluyeron hacia la Cruz Roja Americana, al Ejército de Salvación y a otras organizaciones fundadas a partir de la fe.
 
Estados Unidos, 11SLa asistencia a iglesias, sinagogas y mezquitas se duplicó -e incluso triplicó. Aumentó la cantidad de banderas de EE.UU. vendidas -una tienda en Chicago vendió 25 mil en solo un día, más de las que había vendido en todo el año anterior.
 
Pero había otros ejemplos de patriotismo, no menos dramáticos. Asistimos a la silenciosa elocuencia de un hombre que explicaba por qué había arriesgado su vida para ayudar a una persona que se hallaba enterrada bajo los escombros en el bajo Manhattan. Un jefe de bomberos estalló en lágrimas mientras hablaba de un amigo sacerdote que, de súbito, había desaparecido en la nube de polvo, mientras se preocupaba por brindar confort a otras personas.
 
Desde entonces, hemos sido testigos de una serie de cambios radicales, incluyendo las guerras en Afganistán e Irak, la Gran Recesión; asistimos a las enormes expectativas generadas por nuestro primer presidente afroamericano en la historia, a la emergencia de novedosas fuerzas políticas como el Tea Party o el socialismo al estilo de Bernie Sanders. Hemos visto la presencia recurrente y la expansión de las redes sociales, y una elección presidencial sin precedentes, en donde competirán la primer mujer nominada contra el primer multimillonario nominado para la carrera.
 
Cualquier otra nación hubiese colapsado en medio de esta sucesión de crisis, pero Estados Unidos sigue manteniéndose fuerte y firme, porque descansa en aquello que fuera institucionalizado por nuestros Padres Fundadores, y observado por Alexis de Tocqueville: una combinación única entre libertades políticas y económicas, y una fe inquebrantable en la sentencia 'We the People' (Nosotros, el Pueblo).
 
Tal como lo dijera el ex presidente Ronald Reagan, al referirse a la Revolución Americana, en su discurso de despedida: 'La Nuestra, fue la primer revolución en la historia de la Humanidad que verdaderamente revirtió el curso del gobierno, y con solo estas tres pequeñas palabras: We the People/Nosotros, el Pueblo'.
 
'Nosotros, el Pueblo'-dijo Reagan-: 'Le decimos al gobierno qué tiene que hacer; y no es el gobierno quien nos dice qué hacer'.
 
Si el pueblo respondiese tal como vivía en el pasado, Estados Unidos no se hubiese dividido en el EE.UU. 'rojo' o 'azul' de los medios masivos de comunicación y los adictos a la política; no hubiese habido división alguna, solo un país que unido en rojo, blanco y azul -y que resposa en la fe y la libertad.

 
Sobre Lee Edwards

Reconocido historiador y analista del conservadurismo estadounidense en la Fundación Heritage, Washington, D.C., Edwards es autor de más de veinte libros, incluyendo biografías de Ronald Reagan y Barry Goldwater. También es presidente de la Fundación por la Memoria de Víctimas del Comunismo (Victims of Communism Memorial Foundation) desde 2007, y que lanzaran en modalidad online el Museo Global sobre Comunismo en 2009. Publica en la web estadounidense The Daily Signal.