ECONOMIA INTERNACIONAL: JAMES M. ROBERTS

Precios bajos del crudo, garantía de mayor libertad económica en el Golfo Pérsico

La reciente baja en los precios del crudo ha llevado presión a las finanzas de las naciones...

16 de Agosto de 2016

La reciente declinación en los precios del crudo ha llevado presión a las finanzas de las naciones cuyas economías se muestran dependientes de las exportaciones petroleras.

Incluso ricos productores -como es el caso de Qatar y Arabia Saudí- se han visto forzados a recortar el gasto público, de manera significativa. Aún cuando ello implique que sus ciudadanos recibirán menos cosas gratis del Estado, podría conducir a una mayor prosperidad económica para todos ellos, en términos globales.

Los ciudadanos saudíes reciben generosos beneficios en materia de asistencia social, como ser: gasolina, agua y electricidad altamente subsidiadas. También cuentan con seguro médico y escolaridad gratuitos, junto con préstamos del gobierno otorgados a muy bajo interés. Y no pagan impuestos. Desde luego, la totalidad de estos beneficios los vuelve extremadamente dependientes del Estado. Y la libertad que entregan a cambio es un alto precio que pagan.

PetróleoEl gasto público en Arabia Saudí se ha disparado de manera significativa a lo largo de los últimos años, y era sustentable cuando los precios del barril de petróleo se ubicaban por encima de los US$100. Sin embargo, en la actualidad, esos precios apenas llegan a los US$40.

En 2014, el Fondo Monetario Internacional informó que Arabia Saudí necesitaba precios del barril de crudo no inferiores a US$106, para mantener el nivel del gasto público.

Hoy día, la Casa Saudita reconoce que los precios del crudo podrían no volver a ser los de antes, en el corto plazo. Para hacer frente a esa brecha, ha decidido incrementar los precios de la gasolina, el diésel y el queroseno, aún cuando todavía han quedado muy por debajo del promedio internacional. También ha incrementado los precios del agua y la electricidad. En el futuro, los líderes saudíes planean implementar un impuesto a las ventas, y privatizar la educación y los seguros médicos.

Pero Arabia Saudita no es el único productor de petróleo que sufre este escenario. Gracias a sus sustanciosas reservas de crudo y gas natural, Qatar es la nación más rica, a la hora de considerarse el ingreso per capita en el mundo. Pero, debido a que este país produce pocos otros productos además del petróleo, su presupuesto también ha padecido el impacto del colapso de los precios del crudo.

En noviembre de 2015, el líder de Qatar, el emir Sheik Tamim, anunció que el país 'ya no podía ofrecer nada más', y admitió que la alta subsidización condujo a 'la necesidad de que el Estado lo proporcionara todo'.

Como resultado, Qatar ha puesto fin a los subsidios al combustible, a los efectos de reducir su déficit de presupuesto. Esta reforma representa un  cambio significativo en la política pública nacional desde 2014, instancia en la que el FMI informó que Qatar tenía los subsidios a la energía más elevados en todo el planeta.

Arabia Saudita y Qatar no están solas; muchas otras naciones han debido recortar subisdios recientemente -subsidios que durante largo tiempo habían sido costumbre. Esto incluye a grandes productores de crudo, como los Emiratos Arabes UnidosKuwait, y Omán.

Infortunadamente, la virtud cívica no fue la razón por la cual los líderes decidieron recortar los subsidios.

Los precios de los combustibles en aquellos países se incrementaron debido a que no quedaba dinero para subsidiarlos. El liderazgo político no tenía motivaciones, puesto que sus economistas les advirtieron -estudio tras estudio- que estaba probado que los subsidios desviaban la colocación de recursos y que beneficiaban, de manera injusta, a aquellos ciudadanos con vinculaciones políticas. Al contrario, los regímenes buscaron, desesperadamente, comprar a sus ciudadanos con subsidios, a criterio de que aquéllos no exigiesen reformas a sus sistemas poco democráticos. Reformas que, en definitiva, hubiesen significado que el liderazgo perdiera poder.

 

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Con todo, los cambios que se introdujeron contribuirán a aumentar la libertad económica en esos países -le guste o no al liderazgo político en control.

Una investigación elaborada por el Indice de Libertad Económica de la Fundación Heritage (Washington, D.C.) prueba que, año tras año, las naciones con una experiencia poco significativa en materia de subsidios, experimentan tasas superiores de crecimiento económico. De tal suerte que una ampliación de las reformas en materia de subsidios sería el camino idóneo para que Arabia Saudí, Qatar y otros países dependientes del crudo, logren dar un empujón a sus puntajes de libertad económica -y, por ende, a sus índices de prosperidad.

Los ciudadanos de los Estados Unidos de América debieran tomar nota. Toda vez que EE.UU. cuenta con una economía comparativamente más libre, lo cierto es que el gobierno federal interfiere con esa libertad económica, a través de la subsidización.

Los estadounidenses se beneficiarían si su gobierno dejara de elegir quién gana y quién pierde en industrias tales como el cuidado de la salud y la agricultura. La eliminación de estos subsidios destrabaría el crecimiento económico, contribuyendo a una mayor prosperidad para todos los ciudadanos.


Artículo original en inglés, en dailysignal.com/2016/08/15/why-low-oil-prices-might-increase-economic-freedom-in-the-persian-gulf/

* Desarrollado con la colaboración de Owen Morgan

 

Sobre James M. Roberts

Es Analista en temáticas de Libertad Económica y Crecimiento en el Centro para Comercio Internacional y Economía (CITE). Responsable de tareas de investigación, desarrollo y análisis del Indice de Libertad Económica (desarrollado en conjunto entre la Fundación Heritage y The Wall Street Journal). Sirvió durante 25 años en el Departamento de Estado, desempeñándose en el servicio exterior en las embajadas de los Estados Unidos en México, Portugal, Francia, Panamá y Haití