INTERNACIONALES: ANA ROSA QUINTANA

Barack Obama en Cuba: una oportunidad para reenfocarse en los derechos humanos

Entre el 20 y el 22 de marzo, el presidente estadounidense Barack Obama visitará Cuba...

20 de Marzo de 2016
Entre el 20 y el 22 de marzo, el presidente estadounidense Barack Obama visitará Cuba, en lo que consigna la primer visita de un mandatario americano desde que lo hiciera Calvin Coolidge en 1928. Como parte de su cambio radical respecto de Cuba, el presidente de Estados Unidos se reunirá con su contraparte, Raúl Castro. Desde que Obama anunciara este cambio en diciembre de 2014, la política de los EE.UU. hacia Cuba se ha desviado drásticamente, desde un foco puesto en los derechos humanos y una transición democrática, hasta la aproximación al régimen castrista brindando oportunidades comerciales ampliadas con Estados Unidos al gobierno de La Habana.
 
Obama y Raúl CastroEl presidente Obama aprovechará la oportunidad de su periplo tanto para intentar probar que las críticas hechas hacia él son erróneas, como para reencauzar la política sobre Cuba. Mientras que el mandatario ha expresado correctamente su deseo de reunirse con disidentes y miembros de la sociedad cubana, esto de por sí resulta insuficiente. Antes que seguir acercándose a los deseos de La Habana, Barack Obama debería utilizar su púlpito para, públicamente, presionar por el surgimiento de una agenda sobre derechos humanos en Cuba.


El compromiso incoherente de la Administración estadounidense hacia la libertad en Cuba

Mientras que miembros del gobierno estadounidense declaman que los derechos humanos son núcleo fundamental de su estrategia de aproximación, estas palabras aún deben transformarse en política activa. Durante más de un año, Estados Unidos ha venido realizando concesiones unilaterales a La Habana, sin interponer condiciones relacionadas con mejoras sobre derechos humanos -estrategia que, claramente, ha envalentonado al régimen castrista. Aún en momentos previos a la visita presidencial, el régimen continúa -de manera pública y con violencia- reprimiendo a disidentes. El Secretario de Estado John Kerry fue forzado a canceelar un viaje planeado a Cuba -planeado para semanas previas a la de Obama-, debido a la nula predisposición del régimen para negociar con el Departamento de Estado. Los medios de comunicación han informado que incluso la Casa Blanca ha quedado reducida a negociar con su contraparte en Cuba el listado de qué miembros de la sociedad civil tendrán permitido ver al mandatario estadounidense.
 
Esta inconsistencia, que surge de las diferencias entre los deseos que la Casa Blanca expresara en lo que tiene que ver con mejoras en materia de derechos humanos en Cuba, y la resistencia el gobierno americano a pedir por tales mejoras, se han extendido a lo largo de la Oficina Oval. En diciembre, Barack Obama expresó que solo se trasladaría a Cuba 'si, de hecho, con confianza, pueda yo decir que estamos viendo algún progreso en lo que hace a libertad, y en lo que tiene que ver con posibilidades para cubanos de a pie (...) Si hemos de retroceder, entonces no hay razones para que yo esté allí'. Su visita acaba de dar inicio, a pesar del hecho de que, durante los dos primeros meses de 2016, la Comisión de Cuba para los Derechos Humanos ha documentado 2.555 arrestos políticamente motivados -casi el 30% del total registrado durante todo 2015, un total de 8.616.


La promoción de los intereses estadounidenses, a la luz del respaldo a los derechos humanos y la libertad en la isla

La columna vertebral para las relaciones en el Hemisferio Occidental y el núcleo de la política exterior regional de Estados Unidos se basan ampliamente en la Carta Democrática Interamericana. Firmada por 34 de las 35 naciones de la región, la Carta consigna apoyo irrestricto para los derechos humanos, una gobernancia democrática, y el Estado de derecho. La Cuba de los Castro continúa siendo el único país alejado del cumplimiento de estos estándarse. En su rol de líder hemisférico, Estados Unidos está obligado a respaldar la libertad en la isla. En ocasión de su visita a Cuba, el presidente estadounidense Obama debería:
 
· Reunirse públicamente con miembros que representen la totalidad del espectro de la sociedad civil cubana. Mientras el presidente Obama afirma que se reunirá con miembros de la sociedad de Cuba, todo aquello que no se acerque a este propósito -incluyendo a prominentes activistas enfrentados al castrismo- resulta insignificante. Obama no debería repetir el error de John Kerry, de mostrar deferencia ante sus contraparte, en detrimento de los disidentes y activistas cubanos. La reciente misiva preparada por el presidente Obama, dirigida hacia el prominente grupo disidente Las Damas de Blanco, resulta insuficiente.
· Expresar y solicitar apoyo para la comunidad religiosa de Cuba, perseguida políticamente. Christian Solidarity Worldwide (CSW) y otras organizaciones independientes han informado sobre violaciones sin precedentes de libertad religiosa por parte de las autoridades de La Habana.
CSW informa 'un incremento multiplicado por diez -con 2.300 violaciones específicas registradas en 2015, comparadas a las 220 de 2014'. Solamente en tres provincias, cien iglesias fueron demolidas, y otras propiedades fueron ilegalmente confiscadas. En referencia a las Damas de Blanco, CSW informó:

Semana tras semana, agentes de la seguridad estatal arrastran violentamente a mujeres, extrayéndolas de los servicios matinales de los domingos (...) Esta táctica también es aplicada a líderes religiosos, que son vistos como problemáticos, por las razones que fueren, por las autoridades (...) Por primera vez en cuatro años, un líder eclesiástico fue sentenciado a cumplir seis meses en prisión, por llevar adelante servicios religiosos no autorizados. En momentos en que los cristianos están siendo sujetos de persecución en todo el globo, Estados Unidos debe proteger a aquellos en el hemisferio.
 
· Presionar por el regreso de fugitivos estadounidenses radicados en Cuba. Un número no especificado de fugitivos han recibido salvoconducto en la isla. Oficialmente, el Departamento de Justicia sitúa la cifra en torno de 31 de ellos, pero estimaciones creíbles hablan de casi 70. Entre los fugitivos, se encuentran dos notables terroristas: Guillermo Morales, miembro de un grupo separatista puertorriqueño que intentó plantar un artefacto explosivo en una instalación militar estadounidense, y JoAnne Chesimard, miembro del Partido Panteras Negras (Black Panther Party) y del Ejército Negro de Liberación Nacional (Black Liberation Army), quien en su oportunidad fuera sentenciada por asesinar a un policía estatal de Nueva Jersey. Dado que Estados Unidos retornó a tres espías cubanos -como parte del proceso de normalización de relaciones-, Barack Obama no debería dudar a la hora de presionar por el retorno de fugitivos estadounidenses que se refugian en Cuba, particularmente Morales y Chesimard.
· Con firmeza, exigir compensaciones para reclamantes de propiedad y activos estadounidenses. De acuerdo con la Comisión de Resolución de Acuerdos en el Extranjero del Departamento de Justicia, existe un total de 5.913 reclamos contra el gobierno cubano, totalizando un aproximado de entre US$ 7 mil y US$ 8 mil millones. Estos reclamos son resultado de la expropiación ilegal de activos y propiedades de origen estadounidense por parte del gobierno de La Habana. Al día de la fecha, la Administración no ha llevado a cabo intentos significativos con miras a recuperar tales activos. En tanto la resolución de estos reclamos llevará años, el sentido de justicia exige respaldo de parte del presidente estadounidense.
· Trabajar con el objetivo de construir una coalición regional que respalde una transición democrática en la isla. Idealmente, Cuba debería ser administrada por un gobierno elegido por sus propios ciudadanos. Durante un siglo, los cubanos han estado bajo control de la dictadura militar más veterana en el Hemisferio Occidental. Con todo, muchos países en América Latina continúan apoyando públicamente a los generales militares en control en La Habana El mandatario estadounidense debería instruir al Departamento de Estado para que trabaje con líderes hemisféricos tales como el presidente colombiano Juan Manuel Santos, a los efectos de respaldar la libertad en Cuba. A pesar de la aceptación general de la región del status quo en la isla, Estados Unidos deberá recordar a los miembros de la Organización de Estados Americanos (OEA) su deber de defender las libertades básicas garantizadas por la Carta Democrática Interamericana.


Conclusiones

El gobierno cubano se ha visto envalentonado por las concesiones ofrecidas unilateralmente desde el gobierno de los Estados Unidos y, ahora, claramente dicta los términos y condiciones de la visita de Barack Obama. Cuando la visita fue anunciada, el periódico estatal cubano Granma, publicó un artículo en el que declaraba que el viaje del presidente estadounidense a Cuba era la confirmación de que el régimen de los Castro jamás había violado derechos humanos. Al tolerarse que el gobierno de La Habana exhiba semejante control sobre la visita del mandatario de EE.UU., Obama parece recaer en el error de John Kerry, cuando éste permitió que el régimen privara a los disidentes de la posibilidad de presentarse en la apertura de la embajada americana en La Habana, en agosto pasado. El mandatario estadounidense debería, en lugar de ello, aprovechar la oportunidad que presenta la histórica visita para demostrarle al régimen castrista y a los aliados de Washington en la región que Estados Unidos se compromete efectivamente a proteger los derechos humanos en Cuba.



Notas relacionadas

Obama y una decisión radical: adular a la brutal dictadura de La Habana. 8 de marzo, 2016. Mike González, en: www.elojodigital.com/contenido/15071-obama-y-una-decisi-n-radical-adular-la-brutal-dictadura-de-la-habana

 
Sobre Ana Rosa Quintana

Es Investigadora Asociada sobre Asuntos Hemisféricos y Latinoamérica en la Fundación Heritage, Washington, D.C. Más puntualmente, se desempeña en el Centro Douglas y Sarah Alison para Políticas de Seguridad Nacional y Exterior -división del Instituto Shelby Cullom Davis para Estudios Internacionales