INTERNACIONALES: MIKE GONZALEZ

España: la pérdida de soberanía nacional motoriza a la izquierda radical

El establishment político ha colapsado en las elecciones del pasado domingo en España...

23 de Diciembre de 2015
El establishment político ha colapsado en las elecciones del pasado domingo en España, certificando -una vez más- que la presente es una tendencia que afecta a la totalidad de Occidente, no solo a los Estados Unidos de América. Y así fue, al menos en parte, para el surgimiento de otra tendencia en esta instancia: el partido radical que sorprendió en los comicios españoles explicitó que demasiada soberanía nacional se ha perdido a manos de terceros.
 
En el caso de España, esto significa que esa soberanía terminó cediéndose a Alemania y a su canciller, Angela Merkel. Merkel llama a la 'austeridad' entre aquellas naciones que comparten la misma moneda, el euro, y tal proposición la ha convertido en una figura criticada tanto por la izquierda radical como por la extrema derecha -así como también por muchos en el medio que entienden que las políticas económicas del deberían tomarse en la capital del propio país, por legisladores propios.
 
Pablo Iglesias, PodemosEl partido español que tomó en sus manos la ventaja cedida por este sentir, Podemos, adopta posiciones de extrema izquierda en lo que hace a Economía, temáticas sociales y relaciones internacionales. Su participación en un futuro gobierno convertiría los problemas que los inversores globales tuvieron en Grecia en un paseo por el parque.
 
el líder de Podemos, Pablo Iglesias, es un académico de izquierda que desea transformar el país, rechazando gran parte del pasado y la historia nacionales, y ha saltado de ser un completo desconocido a tener relevancia política. En lo que constituye una diferencia crítica con Barack Obama, Iglesias porta una coleta de caballo en su pelo, pero jamás viste de traje.
 
Podemos capturó el 20% de los sufragios el domingo próximo-pasado, en las primeras elecciones en que compitió. Los dos partidos tradicionales de centroderecha y centroizquierda, el Partido Popular de Mariano Rajoy (presidente del gobierno) y el conglomerado oopositor del Partido Socialista (PSOE), apenas se hicieron de la mitad de los votos entre ambos.
 
Esta fue la primera oportunidad desde la introducción de la democracia tras el deceso de Francisco Franco en 1975 que ambos partidos principales fallaron al momento de capturar los dos tercios de los sufragios. En rigor, Podemos se ubicó cerca del PP y del PSOE; el PP capturó el 27% de los votos, y el PSOE, el 22%.
 
Los resultados muestran a la ciudadanía española preguntándose si acaso el delicado equilibrio constitucional que lograron tras la dictadura autoritaria de cuarenta años de Franco se precipitará ahora, con regiones tales como Cataluña y el País Vasco luchando por su independencia, y formando naciones separadas en la Península Ibérica.

La inclusión de Podemos en una coalición liderada por el socialismo -lo cual podría ser una posibilidad- comportaría mayores problemas. Iglesias desea reestructurar la masiva deuda española (ésta alcanza el 97.7 por ciento del PBI) para ajustarla bajo el “criterio de la justicia social” (traducción: Iglesias desea renegar de la deuda contraída), y poner término a los recortes al gasto implementados por Mariano Rajoy.

Más allá de las fronteras de España, Iglesias ha quedado implicado con regímenes desagradables. Ha trabajado con el dictador venezolano Hugo Chávez, se ha asociado con Irán en un acuerdo televisivo, y lanza elogios a la dictadura de cinco décadas encarnada por los hermanos Castro en Cuba.

En otras palabras, Pablo Iglesias sería un desastroso líder de cualquier gobierno, e incluso sería un peor aliado en la OTAN.

Pero Iglesias ha entendido una cosa luego de conocerse el resultado de la votación: estos comicios, al igual que muchos otros en Occidente, se trataba de la soberanía nacional. 'Nuestro mensaje a Europa es claro. La soberanía será una batalla importante, conforme organizamos nuestro espacio político; España nunca volverá a formar parte de la periferia de Alemania. Lucharemos por restaurar el significado del concepto "soberanía" en nuestro país', declaró.

Este mensaje, en honor a la verdad, había sido dejado de lado por los dos partidos tradicionales; olvido que contribuyó a la derrota histórica que sufrieron.

Las políticas económicas de Rajoy cayeron bien entre los acreedores de España y entre sus socios en la Unión Europea, especialmente en Alemania -acreedor principal. Merkel jamás deja de mostrar a España como el país que efectuó las reformas por ella reclamadas. Pero, en realidad, esas políticas mezclaban temas disímiles.

Como resultado de las negociaciones con los países de la Zona Euro que resultaron en un rescate financiero en 2012, Mariano Rajoy recortó el extendido gasto estatal. También incrementó tanto la tasa marginal como el impuesto al valor agregado.

Rajoy incluso introdujo una muy esperada reforma laboral, facilitando la creación de empleos sin el temor de que fuera imposible despedir empleados más tarde. Esta medida logró que el desempleo decreciera, de más del 26% en 2013 -aunque no ha podido bajarlo a menos de veinte puntos porcentuales.

El dolor en España fue de magnitud, de tal suerte que los españoles castigaron a Rajoy. Mientras que el 27% obtenido por el Partido Popular le rindió el más amplio número de asientos en el parlamento del país (123), la cifra quedó alejada de los 186 con que contaba en la versión anterior del congreso, y de los 176 requeridos para ser mayoría.

Los 90 asientos obtenidos por el PSOE -junto con los 69 que se anotó Podemos, más otros partidos minoritarios de izquierda- pueden perfectamente construir una mayoría. Necesitarán el respaldo de partidos separatistas, de regiones como Cataluña y País Vasco -y ello significará problemas.

Así las cosas, pocos se preguntaron por qué la bosa española (índice IBEX) perdió un 3.6 por ciento de su valor, mientras que el rendimiento del bono a diez años se disparó en nueve puntos básicos.

La economía de España -la número 14 en el mundo- equivale a cinco veces el tamaño de su equivalente griega, ubicada en el puesto 43o., apenas por encima de Bangladesh. Si Usted disfrutó con las pérdidas en sus utilidades tras la victoria de Syriza en Grecia a comienzos de este año -aliado de Podemos-, que denunció a Merkel y renunció al pago de su deuda soberana, entonces próximamente aprenderá a enamorarse de España.


Artículo original en inglés, en http://dailysignal.com/2015/12/22/spains-desire-for-national-sovereignty-driving-rise-of-radical-leftists/

 
Sobre Mike González

Es vicepresidente de comunicaciones en la Fundación Heritage (Washington, D.C.), y periodista con veinte años de trayectoria, habiendo reportado desde Europa y Asia. Durante la Administración del ex presidente estadounidense George W. Bush, asistió en temas fiscales y de política exterior en audiencias dentro de Estados Unidos y en el exterior, inicialmente en la Securities and Exchange Commission (SEC) y luego en el Departamento de Estado.