Argentina: 'cocaína rosada'

Personal de Aduana Argentina, detuvo en el límite con la vecina Bolivia a dos personas de nacionalidad colombiana que portaban casi 4 kilogramos de '2cb' o 'nexus' -cocaína rosada.

 

Tal como, en la serie de ficción estadounidense Breaking Bad, los químicos protagonistas elaboran metanfetamina de color azul, en este caso, pudo pensarse que el color rosado fue el sello personal del 'cocinero'. Pero, en los hechos, no fue así. En rigor, no se trataba de cocaína, sino de un derivado de las anfetaminas: la 'cocaína rosa'.

 

Esta droga sintética -conocida popularmente como 'venus', 'nexus', 'twocb' ('2CB', en inglés), tiene su origen en los años setenta en la ex República de Alemania Occidental. Su presentación en polvo o granulada se ha visto en ocasiones bajo la presentación de cápsulas o comprimidos. Aunque se le llama 'cocaína rosada', el material no contiene este alcaloide. Tampoco proviene de la hoja de coca (como es el caso de la cocaína blanca), sino que se trata de un producto de laboratorio. Una de sus formas de comercialización es en polvo y en pequeñas bolsas -similares a las de la cocaína; de allí, su nombre.

 

En el continente americano, este producto fue avistado inicialmente en Colombia, en el año 2007, de acuerdo a fuentes de la policía de ese país. Los primeros embarques arribaron a la localidad de Medellín procedentes de Alemania, siendo embarcada a través de América Central.

La 'cocaína rosada' o '2cb' se caracteriza por su elevado precio, siendo casi quince veces más onerosa que la cocaína tradicional. Tal es así que solo un gramo se cotiza a un precio que oscila entre los US$50 y los US$75. Una mercadería que, claramente, no fue pensada para el consumo entre estratos sociales bajos.

 

Su empleo -aunque limitado- va en aumento. En la encuesta de consumo revelada este año por Naciones Unidas y los Ministerios de Justicia y de Salud, se halló que apenas un 0,03 por ciento de encuestados declaró haber consumido esta droga en alguna oportunidad.

 

En lo que hace a los síntomas, el consumo frecuente altera el sistema que regula la producción de serotonina, dando lugar a un rápido desorden cerebral. En dosis bajas, predominan los efectos estimulantes, mientras que en dosis más altas, el individuo ve potenciados los efectos psicodélicos tras consumir. Las fiestas electrónicas son el sitio donde más suele comercializarse y consumirse, coincidentemente con el éxtasis -MDMA- o LSD -dietilamida del ácido lisérgico.

 

Cuando el producto de referencia es sometido a las clásicas pruebas de campo para detección de cocaína, marihuana o heroína, el resultado es negativo. De tal suerte que resulta en extremo difícil para el comprador comprobar que el producto se trata efectivamente de 'cocaína rosa' -a menso que esté en poder de reactivos para derivados anfetamínicos. En este escenario, el resultado es positivo.

 

Las investigaciones sobre esta sustancia (comercializada especialmente en Cali, Medellín y Bogotá) han dado lugar a la incautación de 9,072 dosis en los últimos dos años en territorio colombiano.

 

En 2014, el producto comenzó a ser detectado en Panamá. Recién por estas épocas, en la Argentina, en lo que parece ser un proceso lento de expansión, pero no por ello menos peligroso.

 

En los negocios ilegales o ilícitos, el 'comerciante' que innove siempre tendrá una ventaja competitiva. Ahora mismo, el narcotráfico comienza a poner empeño en dar a conocer este novedoso producto.


Referencias

- Diario El Tiempo (Colombia) y El Siglo (Panamá)
- Más información, en  http://energycontrol.org/infodrogas/2cb.html