ECONOMIA INTERNACIONAL: MANUEL HINDS

Sobre la crisis en Latinoamérica

El Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional han advertido a la Reserva Federal...

16 de Septiembre de 2015
El Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional han advertido a la Reserva Federal -Banco Central de Estados Unidos- que no eleve las tasas de interés porque el hacerlo conduciría a un pánico terrible en los países emergentes, tras lo cual seguiría una crisis profunda y prolongada. A las dos instituciones les asiste la razón, en términos de lo que podría suceder en las naciones emergentes, y en particular en la mayor parte de América Latina. Pero son poco realistas al traducir esto a una recomendación a la Fed para que no suba las tasas. Es como tratar de detener el río Mississipi con un dedo. Ello se debe a que: en primer término, la Fed tiene razones muy poderosas para subir las tasas de interés en el futuro inmediato. Segundo, porque atrasar la subida solo atrasará el golpe para los países emergentes -haciendo que la crisis sea peor. 
 
Con respecto a las razones para subir la tasa de interés, el problema es que, durante muchos años, la Fed ha mantenido bajas las tasas, a criterio de crear enormes cantidades de dólares. La cantidad es tan importante que, hace cosa de días, el segundo de a bordo de la Fed declaró que ya se registran signos de que la tasa de inflación podría incrementarse sustancialmente. Si esto ocurre, la tasa de interés subiría no por acción de la Fed: subiría por acción del mercado, a los efectos de compensar a los ahorristas por la inflación. 
 
Mucha gente cree que la inflación es alegre, porque todo sube. Pero no se percatan de que lo que no sube son los salarios, ni entienden que la inflación complica la totalidad del manejo de los negocios y de las finanzas del gobierno. Esta termina siendo represiva, especialmente para los mercados emergentes.  
 
El segundo problema es que no es realista apuntar que el retardo en la suba de los intereses mejorará la situación. La debilidad de las naciones emergentes proviene del hecho de que, al precipitarse los precios de los productos primarios, los capitales que ingresaron a dichos países para financiar más inversiones en dichos productos ahora están egresando de ellos, dirigiéndose a Estados Unidos y hacia otros países desarrollados. La razón por la que ingresaron estos capitales en los países emergentes fue porque esperaban mejores rendimientos, en parte porque las minas y propiedades agrícolas ofrecían grandes utilidades y, en parte, porque las tasas de interés en esos países, al pasarla a dólares, eran bien altas.
 
Ahora que el boom de los productos primarios ha finalizado, existen tres factores que han revertido el atractivo de invertir en esos países: la rentabilidad de los proyectos para desarrollar más productos primarios ha caído y, en vez de utilidades, se registran pérdidas, y las monedas de los países emergentes se devalúan rápidamente. La devaluación reduce la rentabilidad medida en dólares. Por ejemplo, si en un país dado, la tasa de interés es del 20%, pero la moneda se devalúa 30% en relación al dólar, Usted está perdiendo aproximadamente el 10% medido en dólares. No es divertido invertir en un país para perder un 10%. La gente saca sus inversiones y se las lleva a Estados Unidos, donde la tasa de interés es baja, pero positiva (es mejor estar un 2% arriba, que un 10% abajo).
 
El tercer factor que hace que el dinero salga es un círculo vicioso. Cuando el dinero sale, las tasas de interés suben, aproximándose a la tasa de devaluación. Así, si la tasa de devaluación es de un 20% anual, la tasa de interés tenderá a subir unos veinte puntos porcentuales con el objetivo de anular las pérdidas provocadas por la devaluación. Pero el aumento en las tasas hace que la producción baje, y la moneda vuelve a devaluarse.

Al subir la tasa de interés en EE.UU., el proceso descripto se acelerará. Esto tendrá lugar aunque EE.UU. no incremente las tasas, porque todo el mundo sabe que, cualquier día de éstos, las subirá. En realidad, la incertidumbre respecto a cuándo ello tendrá lugar sería aún peor. Por esta razón, algunos bancos centrales de países emergentes, como el de India, han pedido que el ajuste sobre las tasas sea implementado ahora mismo, con miras a eliminar la incertidumbre.

 
Sobre Manuel Hinds

Economista y consultor económico, Hinds se desempeñó como Ministro de Hacienda de El Salvador entre 1994 y 1999. Se le considera el padre de la dolarización, tras haber propuesto la idea en su país. Es autor de Playing Monopoly with the Devil: Dollarization and Domestic Currencies in Developing Countries (publicado por Yale University Press en 2006) y co-autor con Benn Steil de Money, Markets and Sovereignty (Yale University Press, 2009). Hinds también es columnista de El Diario de Hoy de El Salvador. En 2010, obtuvo el Premio Hayek del Manhattan Institute.