Tailandia necesita del apoyo de Estados Unidos

El extendido desorden político de Tailandia, y la subsiguiente disputa con Washington en torno de su retorno a la democracia, fue interrumpido el próximo-pasado 17 de agosto. Al menos veinte personas perdieron la vida y mas de ciento cuarenta resultaron heridas, en lo que representó el atentado con explosivos más letal en años recientes.

El ataque tuvo lugar en horario pico, en el templo Erawan -tradicional templo hindú situado en el corazón del distrito comercial de Bangkok.

Mientras que el gobierno tailandés ha identificado a un posible sospechoso a partir de una grabación en video tomada en la escena, el sospechoso aún no se encuentra en custodia, y sus motivaciones para ejecutar el atentado continúan siendo desconocidas. Las autoridades del gobierno entienden que el sospechoso es un ciudadano extranjero, y que contó con la asistencia de cómplices. Solo horas después del ataque inicial, una segunda bomba fue detonada en el puente Sathorn.

En tanto no está claro si acaso las dos explosiones registran vinculación, el gobierno tailandés está investigando los incidentes como si hubiesen estado coordinados. Bangkok ahora está conduciendo una investigación para determinar la causa del ataque, y ha ofrecido una recompensa de un millón de bahts (aproximadamente, US$ 28 mil) para cualquier persona que pudiere aportar información o detalles sobre el atentado.

La escala, la oportunidad y la complejidad del ataque contra el templo Erawan sugieren que el ataque en Bangkok fue premeditado y que, intencionalmente, buscó provocar una importante cantidad de víctimas. Algunos han especulado con que el ataque tuvo motivación política -ejecutado por personas que se oponen al actual gobierno militar y/o a sus esfuerzos para aprobar una nueva constitución.

Otros entienden que es más probable que los responsables por el atentado hayan sido musulmanes separatistas estacionados al sur del país. Otros, que se trató del ataque de un lobo solitario, o bien que fue inspirado por simpatizantes de ISIS. Dada la historia reciente, incluso Hezbolá ha sido sindicado como potencial responsable. Más allá de las motivaciones del evento, la presente es una oportunidad inmejorable para dejar de lado las preocupaciones vigentes respecto de Tailandia en los Estados Unidos de América -su golpe de 2014 y el escaso esfuerzo de Bangkok para regresar a un sistema democrático son las causas-; será hora de que Washington recuerde que Tailandia es un valioso aliado, y un amigo de importancia.

Algunos analistas han sugerido que los atentados de Bangkok son el equivalente de los atentados del 11 de septiembre, desde la óptica tailandesa. Si éste fuera el caso, lo que Tailandia precisa en este momento de Estados Unidos es apoyo incondicional y asistencia, a criterio de llegar al fondo de los ataques.


Traducción al español: Matías E. Ruiz | Artículo original en inglés, en http://dailysignal.com/2015/08/19/bangkok-needs-americas-support/

Foto: escena posterior al atentado | Crédito: Pakistan Today