INTERNACIONALES: BRUCE KLINGNER

Desmintiendo seis mitos sobre las sanciones a Norcorea

La totalidad de los instrumentos del poder nacional deberían ser empleados en simultáneo...

23 de Diciembre de 2014

Primer mito: Estados Unidos y otras naciones enfrentan una opción política relativa a sanciones o acercamiento

La totalidad de los instrumentos del poder nacional deberían ser empleados en simultáneo y en conjunto con otros, como parte de una estrategia integrada y profunda. No deben utilizarse tales herramientas de forma aislada, de tal suerte que expresiones tales como la que reza que 'las sanciones, por sí mismas, no son efectivas' o 'las sanciones no son una bala de plata' reflejan una falta de comprensión sobre los requisitos que refieren a una más amplia política exterior.

Al debatirse con eficacia la cuestión de las sanciones, es importante reconocer que el acercamiento diplomático ha fallado a la hora de detener o reducir los dos programas nucleares de Corea del Norte. Pyongyang ha violado cada uno de los cuatro convenios internacionales que en su momento firmara, acordando que jamás buscaría tener armas nucleares. Cuatro argumentos posteriores referidos al abandono de este tipo de armamento (el cual Norcorea prometió jamás construir) también colapsaron. Tras un período de veinte años, la comunidad internacional ha llevado a cabo negociaciones bipartitas, tripartidas, entre cuatro y entre seis partes; todas fallaron.


Segundo mito: las sanciones no pueden afectar a una nación aislada como Corea del Norte

Incluso los regímenes más recluídos en sí mismos, aún las organizaciones criminales y los grupos terroristas están atados al orden financiero internacional. Eventualmente, el dinero sucio cruza las fronteras y -dado que el dólar estadounidense sirve como moneda de reserva mundial-, el 95% de todas las transacciones financieras internacionales se encuentran denominadas en moneda de EE.UU. Como tal, virtualmente cualquier transacción internacional debe pasar por alguna cuenta bancaria en control del Departamento del Tesoro americano, en los Estados Unidos.

Para instituciones bancarias y firmas privadas, existen riesgos catastróficos de facilitar -aún sin conocimiento- transacciones ilícitas. El banco británico HSBC fue en su oportunidad multado por US$1,9 mil millones de dólares por lavado de dinero y por violaciones a sanciones, incluyendo acuerdos financieros con Irán; en tanto el banco francés BNP Paribas fue multado con US$8.97 mil millones por haber procesado transacciones prohibidas con Sudán, Irán y Cuba.

Amén de la obligación de pagar multas y de terminar con sus activos congelados o incluso confiscados, es posible negar a instituciones financieras el acceso al sistema financiero estadounidense -y, ergo, ser calificadas de parias internacionalmente-, si la firma es etiquetada como una 'preocupación relativa a actividades de lavado de dinero'.


Tercer mito: Corea del Norte es la nación más sancionada en todo el globo

Esta afirmación es, simplemente, errónea. Estados Unidos, la Unión Europea y Naciones Unidas han impuesto medidas bastante más profundas contra Irán. Washington ha puesto poco la mira sobre entidades norcoreanas, a diferencia de lo hecho con aquellas con origen en los Balcanes, Burma, Cuba, Irán y Zimbabwe. EE.UU. ha puesto como objetivo a entidades de Zimbabwe tres veces más que a las de Corea del Norte.

Tampoco ha designado Washington a Norcorea como principal preocupación en materia de lavado de dinero, como sí lo ha hecho con Irán y Burma. EE.UU. ha puesto el foco en Zimbabwe, el Congo y Burma por violaciones a los derechos humanos, pero aún no ha tomado acciones contra Corea del Norte, diez meses después de que la Comisión de Averiguaciones de Naciones Unidas acusara a Pyongyang de violaciones a los DD.HH. -tan escandalosas que calificarían como crímenes contra la humanidad.


Mito número cuatro: no hay más sanciones que EE.UU. pueda imponer a Corea del Norte.

Estados Unidos ha seguido una política en la que aumenta las reprimendas de manera incremental contra Pyongyang, dados los recurrentes desafíos de parte del régimen frente a la comunidad internacional. En respuesta a las indicaciones que apuntan a una cuarta prueba nuclear de Pyongyang, el presidente estadounidense Barack Obama declaró que EE.UU. consideraría 'acciones futuras aún más profundas'.

El ex Secretario de Estado Kurt Campbell comentó: 'Creí que Norcorea era el país más sancionado del mundo, pero me equivoqué (...) Myanmar fue sancionada más de diez veces que Norcorea (...) Sería posible para nosotros el interponer más presión financiera sobre Corea del Norte (...) Podemos hacer la vida bastante más difícil a través de las sanciones contra Norcorea'.


Quinto mito: las sanciones contra Corea del Norte no funcionan

Las medidas más duras son efectivas cuando son implementadas. En 2005, Estados Unidos designó a un banco con base en Macao como 'preocupación ante actividades de lavado de dinero', por haber facilitado actividades ilícitas de Norcorea. Corea del Norte había sido aislada por el sistema financiero internacional debido al efecto acumulativo de la acción, a la clara señal de que Washington reforzaría tardíamente su legislación, y a reuniones privadas de funcionarios estadounidenses en Asia.

El subsecretario del Tesoro, Stuart Levey, expresó: 'Dos docenas de instituciones financieras voluntariamente redujeron o dieron por terminados sus negocios con Corea del Norte, incluyendo instituciones en China, el Japón, Vietnam, Mongolia y Singapur'. Un negociador norcoreano admitió ante un funcionario de la Casa Blanca: 'Ustedes finalmente nos han herido'. Años más tarde, funcionarios de la Administración Obama declararon que la acción contra el Banco Delta Asia fue 'muy efectiva', y que era un 'error' que la Administración Bush la eliminara.


Mito número seis: China nunca acompañará sanciones financieras

China supo mostrarse como parte del problema en lugar de ser parte de la solución, haciendo la vista gorda ante las acciones de proliferación de Norcorea. Pero, conforme lo comentara en su libro 'La Guerra del [Departamento del] Tesoro', el ex funcionario de esta dependencia, Juan Zárate, la acción contra el Banco Delta Asia forzó a los bancos chinos a optar por un camino: o bien mostarse legítimos, poniendo bajo escrutinio las actividades financieras de carácter ilícito de Norcorea en sus libros, o bien convertirse en parias financieros internacionales y perder acceso al sistema financiero estadounidense.

Como lo subraya el propio Zárate, es claro que las entidades financieras de origen chino pueden ser persuadidas de acatar lo determinado por el Departamento del Tesoro americano, actuando aquéllas contra los intereses políticos y de política exterior del gobierno de Pekín.


Conclusión

Tanto Naciones Unidas como Estados Unidos han advertido que la creciente capacidad nuclear y misilística de Corea del Norte representan 'una amenaza contra la seguridad y la paz internacional'. Con todo, ambos han seguido una política de tímido incrementalismo a la hora de implementar medidas o sanciones del tipo financiero. Lo cual remite a la pregunta sobre si acaso EE.UU. titubeará al momento de imponer idénticas medidas a las implementadas por Washington contra otras naciones, por violaciones mucho menos escandalosas que las de Pyongyang.


Traducción al español: Matías E. Ruiz | Artículo original en inglés, en http://dailysignal.com/2014/12/22/debunking-six-myths-north-korean-sanctions/

Publicado originalmente por la Korea Chair Platform, en CSIS (Center for Strategic and International Studies): www.csis.org/program/korea-chair-platform

 

Sobre Bruce Klingner
Es Analista Senior en Investigación para el Centro de Estudios Asiáticos de la Fundación Heritage. Publica periódicamente análisis y escritos sobre Corea del Norte, Corea del Sur, Japón y temáticas de seguridad en la región. Klingner se desempeñó veinte años en la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y la Agencia de Inteligencia de Defensa (DIA). Fue jefe de la estación de la CIA en Corea en el bienio 1993-1994.