INTERNACIONALES: JAMES PHILLIPS

Por qué Estados Unidos no puede confiar en Irán para combatir a ISIS

Se ha sugerido que Estados Unidos debería trabajar junto a Irán...

04 de Noviembre de 2014

Se ha sugerido que Estados Unidos debería trabajar junto a Irán a los efectos de derrotar a la creciente amenaza representada por el Estado Islámico -previamente conocido como ISIS o EIIL- en Irak y Siria. Quienes defienden esta cooperación estratégica declaman que Irán y Estados Unidos comparten ciertos intereses nacionales comunes a la hora de impedir el surgimiento del Estado Islámico, que busca derribar a la totalidad de los gobiernos de naciones cercanas y absorberlos en su cruda visión de un califato global.

Pero este argumento, basado en la presunción de intereses nacionales, reniega el hecho de que el régimen de Teherán periódicamente motoriza su estrecho interés ideológico, sobre el costo de los intereses nacionales de carácter más amplios de Irán. La lógica de la revolución islamista iraní ha tropezado repetidamente con la lógica del interés nacional.

Por ejemplo, y en el pasado, Washington y Teherán han compartido enemigos comunes en el Irak de Saddam Hussein y el régimen talibán que regenteó Afganistán hasta 2001. Pero Irán hizo pocos esfuerzos para asistir a Estados Unidos en el combate de estos enemigos, dado que el régimen consideró a EE.UU. -a quien denomina como el 'Gran Satán'- como su enemigo ideológico definitivo.

Así, pues, Teherán respaldó al régimen talibán luego de que éste fuera derrocado por EE.UU. en 2001, e Irán despachó a su Guardia Revolucionaria para entrenar a milicias shiítas iraquíes con el objetivo de fogonear los problemas para los estadounidenses en Irak tras la guerra de 2003.

Negociar un trato de magnitud con Irán en relación a Irak es solo una ilusión. Teherán y Washington exhiben metas incompatibles en Irak. Mientras que Washington persigue asistir a los iraquíes en su construcción de una democracia estable, Teherán busca convertir a Irán en un Estado satélite, controlado por líderes radicales chiítas que compartan su ideología islamista de corte extremista y de odio hacia Occidente.

Conforme lo citara el Dr. James Carafano, analista senior de la Fundación Heritage, Irán y Estados Unidos exhiben un interés común en Irak, 'tanto como un ladrón y un cliente exhiben un interés común en un banco'.

Más aún, el registro de Irán en lo que hace a terrorismo es extremadamente perturbador. Irán continúa siendo el Estad patrocinador del terrorismo por excelencia, respaldando a un amplio espectro de grupos terroristas; entre ellos, revistan Hezbolá, Hamás, la yijad islámica de Palestina y numerosas organizaciones terroristas chiítas iraquíes que han asesinado a cientos de soldados estadounidenses.

Aún cuando al-Qaeda, la red terrorista de supremacía sunita, también representa una amenaza de naturaleza diferenciada para Irán, que es predominantemente chiíta, Teherán ha hallado una manera de colaborar con aquélla. Teherán ha permitido a elementos operativos de al-Qaeda basados en Irán lanzar ataques terroristas contra Arabia Saudita, los Estados Unidos de América y Canada.

El surgimiento del grupo Khorasan -desprendimiento de al-Qaeda-, que busca reclutar a militantes occidentales transportados hacia la guerra en Siria para ejecutar ataques terroristas contra EE.UU. y otras naciones occidentales, es otro recordatorio del doble estándar empleado por Irán. El líder de este grupo, Mohsen al-Fadhli, ha operado durante años como un facilitador senior de al-Qaeda en Irán, previo a radicarse en suelo sirio.

El líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Khamenei, ha descartado cooperar con los Estados Unidos, versus el Estado Islámico. De hecho, Khamenei culpa a EE.UU. por crear al Estado Islámico. Dada la actitud implacablemente hostil del ayatolá contra el 'Gran Satán', respaldarse en Irán como aliado representaría un error garrafal.

Irán representa una porción importante del problema, tanto en Irak como en Siria. Teherán ha alimentado las hostilidades de índole sectaria entre sunitas y chiítas, que generaron las condiciones para el surgimiento del Estado Islámico. El régimen iraní ha actuado fogoneando esta situación, y no es digno de confianza para que apague el fuego.


Traducción al español: Matías E. Ruiz | Artículo original en inglés, en http://dailysignal.com/2014/10/30/us-cant-trust-iran-help-defeat-isis/

 

Sobre James Phillips

Analista senior en el Centro Douglas y Sarah Allison para Estudios de Política Exterior en la Fundación Heritage. Ha desarrollado numerosos trabajos sobre asuntos relativos al Medio Oriente y sobre terrorismo internacional desde 1978. Es columnista en medios televisivos norteamericanos y ha testificado en comités del congreso estadounidense en relación a temáticas de seguridad internacional.