ECONOMIA INTERNACIONAL: MANUEL HINDS

¿Qué tan potentes son los BRICS?

Muy probablemente, Usted ha oído que los países BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) se han convertido...

21 de Agosto de 2014
Muy probablemente, Usted haya oído que los países del bloque BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) se han convertido en las economías más grandes del mundo, que China es del mismo tamaño ya que EE.UU. y que, junto con los otros países en el grupo, están a punto de convertirse en los líderes de la economía mundial, superando con creces a los países desarrollados que se agrupan en la Organización para la Cooperación Económica y el Desarrollo (OECD).

¿Qué tan cierto es esto?

Para contestar esta pregunta, primero es conveniente establecer qué tan grande es la economía china. La gráfica 1 muestra dos estimaciones. La primera, abajo, muestra que es sólo como una tercera parte de la economía de EE.UU.; la segunda, arriba, muestra que es casi igual que ella.

La medida más baja representa el Producto Interno Bruto (PIB) convertido a dólares de EE.UU. La medida más alta (dólares constantes con paridad de poder de compra llamados PPP) es el resultado de ajustar esta cifra para tomar en cuenta que hay muchas Figura 1, China, EE.UU.cosas que son más baratas en China que en EE.UU., como ser la tierra, las comidas locales y los servicios. La diferencia entre estas dos medidas es tan importante que, en el caso chino, el PIB de 2013 se estima en 4.864 mil millones en dólares constantes y en 15.643 mil millones en dólares constantes PPP.

¿Cuál de las dos medidas debemos usar para clarificar nuestra duda con respecto al papel internacional de los BRICS? Sin duda, la más baja, que es el PIB real, por dos razones. Primero, las diferencias entre el PPP (que es una ficción) y los dólares reales son tan grandes que últimamente se han planteado numerosas dudas con respecto al realismo del cálculo de los dólares PPP, especialmente porque han tenido lugar correcciones escandalosamente grandes en su estimación en los últimos años. Por ejemplo, en 2007, el PIB PPP de China fue reducido en 40 por ciento para luego, en 2011, volverlo a subir en 20 por ciento. Es decir que existen grandes dudas de cara a la exactitud de la medida de los dólares PPP.

Pero también existe una razón de índole conceptual para recurrir a los dólares reales y no los PPP. De lo que se trata es de establecer cual el poder económico internacional de estos países. En los medios internacionales, lo que vale son los dólares reales, no los imaginarios que podrían comprar cosas más económicas en China (o el país del que se trate), pero no en los mercados internacionales mismos. Siguiendo este razonamiento, podemos afirmar que, en términos de poder financiar a otros países o de proyectar poder económico en otras latitudes, la economía china es todavía apenas una tercera parte de la de EE.UU. Ahora, podemos usar esta medida para comparar los BRICS con los países desarrollados de la OECD.

La gráfica 2 muestra la comparación en dólares reales de los tamaños de las economías de los BRICS con las de los miembros desarrollados de la OECD (se han excluido a México y a Chile, que también son miembros). Como se ve, la diferencia es gigantesca. Es certero afirmar que los países del bloque BRICS están creciendo más rápido, pero el tiempo que les falta para alcanzar a los de la OECD -si acaso los alcanzan-, es enorme. Será difícil de que ello ocurra porque, con la excepción de China, su rápido crecimiento de los últimos años se ha debido al boom en los precios de los productos primarios. Ahora que este boom llega a término, el crecimiento de los BRICS ha caído, en algunos casos -como el de Brasil- por debajo del crecimiento registrado en los países desarrollados.

El tiempo que los BRICS necesitan para alcanzar a los países desarrollados se extiende aún más cuando se consideran otros factores determinantes del poder económico en adición al PIB. En esto, la ventaja de la OECD es aún más marcada. De todos los BRICS, el único surgiendo como una potencia industrial es China. Como mencioné antes, el resto de las naciones del bloque depende de productos primarios (petróleo, soja, minerales), de extremadamente bajo valor agregado y que comportan oscilaciones violentas en sus precios.

En otro orden, las economías desarrolladas producen bienes de altísimo valor agregado, que dependen crucialmente de la ciencia, la tecnología y la creatividad en la generación de conocimiento. Estas naciones continúan siendo, por mucho, la fuente más copiosa del desarrollo de la ciencia y la tecnología. Algunos de los BRICS tienen algunas buenas universidades, pero Brasil y Sudáfrica no registran casas de altos estudios entre las 200 mejores del mundo. Sólo Alemania, o Francia, o Figura 2, Tamaño de economías BRICS y OCDEInglaterra, o aun las pequeñas Suiza, Suecia y Finlandia tienen más universidades de primera línea que todos los BRICS juntos. La totalidad de los BRICS exhiben 31 premios Nobel en ciencias (16 en Rusia, 6 en India, 4 en China, 4 en Sudáfrica y uno en Brasil). Sólo el Laboratorio Cavendish de la Universidad de Cambridge en Inglaterra tiene 29. EE.UU. tiene 313, la Unión Europea 330.

Pero existe otro ítem por el que Usted no puede esperar que los BRICS dominen el mundo en poco tiempo. Sucede que el grupo BRICS no surgió por ninguna razón de la vida real (como, digamos proximidad geográfica o política o cultural) sino sólo porque una casa financiera de Nueva York, Goldman Sachs, los puso juntos como potenciales destinos de inversión. En realidad, no tienen casi nada en común.

Por esa razón, es muy difícil que actúen en forma coordinada en todas circunstancias como lo han hecho los países de la OECD, que exhiben nexos geográficos, culturales y políticos sólidos —con la excepción de Japón y Corea, todos son países europeos o poblados por europeos, y los dos asiáticos han mostrado en los últimos cincuenta años su cercanía con los europeos.

Dadas todas estas consideraciones, si Usted, lector, está esperando que los BRICS tomen el control de la economía mundial, es mejor que lo haga en una posición cómoda porque, con la excepción de la República Popular China, lo más seguro es que no lleguen a tener una posición internacional dominante en términos económicos. Si ello llegara a suceder, no será antes de que transcurra un siglo completo.

 
Sobre Manuel Hinds

Economista y consultor económico, Hinds se desempeñó como Ministro de Hacienda de El Salvador entre 1994 y 1999. Se le considera el padre de la dolarización, tras haber propuesto la idea en su país. Es autor de Playing Monopoly with the Devil: Dollarization and Domestic Currencies in Developing Countries (publicado por Yale University Press en 2006) y co-autor con Benn Steil de Money, Markets and Sovereignty (Yale University Press, 2009). Hinds también es columnista de El Diario de Hoy de El Salvador. En 2010, obtuvo el Premio Hayek del Manhattan Institute.