SOCIEDAD: VICENTE BOCETA ALVAREZ

La cultura del 'descarte'

Recientemente, se ha acuñado el concepto de 'cultura del descarte' como nuevo 'espantapájaros'...

14 de Julio de 2014
Recientemente, se ha acuñado el concepto de 'cultura del descarte' como nuevo 'espantapájaros' (Straw man), útil para atacar en términos insultantes el sistema económico de libre mercado y a la globalización.

Uno de los argumentos que se utiliza -que no el único- consiste en contraponer un sistema económico caricaturizado en cuyo centro está el dinero, a otro en el que dicho centro es ocupado por la persona. Esta dicotomía utiliza de nuevo la artimaña de considerar que, si un sistema económico maximiza la obtención de beneficios, es decir las ganancias de dinero, lo hace en contra de la persona. La realidad es la contraria ya que, en un sistema económico capitalista, la obtención de beneficios es un medio para satisfacer las necesidades y bienestar de las personas, y a la vez un termómetro del éxito que se tiene en el cumplimiento de esos objetivos. Pocos empresarios en su sano juicio tienen como objetivo el dinero y las ganancias por sí mismas. La figura del 'Tío Gilito' avaro no tiene sentido en una economía de libre empresa y libre mercado. Acumular por el solo hecho de acumular solo conduciría al fracaso empresarial. Evidentemente, puede existir algún mal empresario que lo haga de la misma forma que hay malos abogados, malos sacerdotes, malos comerciantes, malos periodistas, malos médicos, incluso malos Papas (Borgia es un triste ejemplo), etc. que confunden fines con medios o que se fabrican nuevos 'becerros de oro' ya sea el poder, el sexo o la riqueza, y que utilizan la mentira o las medias verdades para satisfacer esos ídolos.

Dentro de ésta lógica profundamente ilógica, algunos consideran que, para mantener el objetivo de maximizar los beneficios es preciso tomar 'medidas de descarte'. Citan, erróneamente, los bajos niveles de natalidad, el aborto o la eutanasia, lo que es un claro non sequitur ya que, de nuevo, nadie en su sano juicio considera que para maximizar beneficios haya que utilizar medidas como el aborto o la eutanasia y ligarlo es una muestra de demagogia. Los bajos niveles de natalidad nada tienen que ver con una supuesta 'cultura del descarte', pues se producen en todo tipo de economías, socialistas, capitalistas, totalitarias, etc. Tiene muchas causas pero creo que, fundamentalmente, se trata del fruto de una cultura hedonística que se observa en todos los regímenes económicos y políticos y que desgraciadamente nace del pecado original.

Lo peor es que junto al aborto, la eutanasia y la baja natalidad se cita también el desempleo juvenil, lo cual, en mi modesta opinión, raya en el despropósito. Decir que para ganar más dinero se 'descarta a los jóvenes' y se produce el paro, es desconocer el funcionamiento de una economía libre. En la raíz del paro juvenil, que por cierto no existe en Austria, Alemania o en los Estados Unidos de América, está un rabioso intervencionismo de los gobiernos en el mercado de trabajo y en el sistema educativo. Pero achacar a la economía de libre mercado y a los beneficios o el dinero esta situación revela una profunda ignorancia, probablemente inconsciente de los temas económicos. Concluir, además -sin matices y sin explicaciones- que es la economía capitalista la que provoca todos esos males presentes en cualquier sistema económico como son, el aborto, la eutanasia o, en otro orden de cosas añado yo el desempleo juvenil es un grave error. Si reiteramos que ese sistema económico capitalista mata, estamos difundiendo, quizás involuntariamente, una mentira que puede llevar al odio, la envidia, lucha de clases y violencia.

Es precisamente la economía de mercado en un contexto institucional sólido la que, lejos de descartar y excluir incluye cada vez a más gente y libra de la pobreza a cada vez más personas. Lo que sí es evidente, y habría que proclamarlo constantemente, es que a esa economía de mercado es menester dotarla de un sistema de valores que no son otros que los de la civilización judeo-cristiana. Valores que respeten la ley natural del derecho a la vida, a la libertad, a la propiedad y a la aventura empresarial, a la que es llamado desde el Génesis todo empresario, con el mandato de crecer y dominar (o sea ser señores de) la tierra, los animales, etc.

En definitiva, 'cultura del descarte' existe allí donde el populismo, el socialismo y cualquier economía intervenida o dirigida pone en práctica sus equivocadas ideas y recomendaciones. Desde luego, no en un sistema capitalista democrático.
 
Sobre Vicente Boceta

Es Director del Centro Diego de Covarrubias (España).